Como les he comentado en otras ocasiones, no sé a ciencia cierta por qué quienes producen películas para niños lo hacen siempre pensando en los adultos y luego se sorprenden de que el resultado no sea del agrado ni de unos ni de otros. Pocos son los productores de cintas infantiles que resisten la tentación de moralizar, educar y dejar un mensaje en las mentes de los pequeños, haciendo que los dibujos animados pierdan la esencia para la cual fueron creados, es decir, entretenimiento, chistes, esparcimiento y muchas risas.
Afortunadamente, ése no es el caso de la segunda entrega de Mi villano favorito, la cual de principio a fin es pura diversión. La historia es ligera, sencilla y un poco sin sentido, no obstante, los personajes hacen que esto pase a segundo término pues, es en ellos en los que se basa toda la cinta, y eso a los espectadores nos parece muy bien.
Aunque en el aspecto visual este film no se compara con las estupendas animaciones que hacen otros estudios como Pixar, no deja de ser un agasajo para el sentido de la vista el disfrutar de ella, de hecho, me gusta que las caricaturas sigan perteneciendo al mundo de la imaginación y que traten de emular menos a lo real, pues yo creo que para eso están las películas no animadas ¿o no?
La última vez que vimos a Gru y a sus niñas estaban empezando a aprender a ser una familia, ellos cuatro junto con el Dr. Nefario y los ¿miles? de minions se deslizaban, al parecer a una pacífica vida familiar. Es justo en ese proceso cuando los volvemos a encontrar en esta segunda cinta. Gru, como todo padre amoroso ha organizado una fiesta para Agnes —la más pequeña de las niñas que adoptó— al parecer su vida de “no villano” va muy bien pues hay una buena cantidad de gente en el festejo, y de hecho, algunas damas bien intencionadas intentan conseguirle una cita al peculiar padre soltero.
Este nuevo estilo de vida parece caerle bien a los minions pero no al Dr. Nefario, quien no se resigna a encargarse del dudoso negocio de las jaleas y las mermeladas que ha emprendido Gru. Hasta que su pobre corazón de villano no puede más y decide buscar otra colocación con un jefe menos… “pacífico”.
Pero no bien ha salido un personaje conocido por la puerta, entra uno nuevo al cuadro: Lucy, una agente novata de la Liga Anti Villanos quien, junto con su jefe Silas Pietraserón, busca reclutar a Gru para que los ayude a encontrar a un terrible malvado que busca acabar con el planeta.
De alguna manera, este nuevo empleo de Gru involucra no sólo a la simpática Lucy, con quien tiene una serie de aventuras desafortunadas pero muy simpáticas, sino a sus pequeñas, y, por supuesto a los minions quienes no dejan de hacer de las suyas a lo largo de toda la trama, ya sea en primer plano o como parte del fondo de las distintas escenas (no dejen de buscarlos, están prácticamente en todos lados).
Como les dije, la historia es muy simple y, aunque en ésta sí hay malos, los problemas se resuelven rápidamente, sin causar ningún tipo de angustias a la audiencia infantil —tal como debe ser—. Me parece que la trama es sólo un pretexto para volver a disfrutar de los entrañables personajes que hicieron la delicia de chicos y grandes en la primera película. Si en la cinta original todo se trataba de Gru y las niñas, en ésta se trata de Gru y sus niños —los minions— y hasta hay un poco de romance para los distintos grupos de edad.
Además, para los que ya estamos algo cansados de sentarnos en una sala de cine por horas y horas viendo filmes que se tardan más en el planteamiento que en todo el resto de la historia, y los que luego buscan compensarnos con interminables escenas de acción, muerte y destrucción, Mi villano favorito 2 resulta una bocanada de aire fresco. Siempre —desde el comienzo— hay algo sucediendo, el ritmo del film es vertiginoso, se nos presentan escenas tras escenas de chistes, gags y situaciones cómicas, tanto así que uno prácticamente no se puede distraer ni con las palomitas pues, si lo haces, terminas por escuchar las carcajadas sabiendo que te has perdido de algo bueno, y, los 90 minutos que dura se van más rápido de lo que se imaginan.
Esta película es para toda la familia, y así, considero yo, debe disfrutarse, les aseguro un buen momento en la sala de proyección y muchos otros en la sobremesa, amén de que los pequeños minions, de seguro, les darán repertorio de anécdotas graciosas para un par de semanas o más.
Productor: Chris Meledandri y Janet Healy; director: Chris Renaud y Pierre Coffin; guión: Cinco Paul y Ken Daurio; edición: Gregory Perler; canciones y temas: música: Heitor Pereira; voces en español: Andrés Bustamante, Andrea Legarreta, Edgar Vivar, Alejandro Fernandez. Ricardo Tejedo. Itzel Mendoza, Michelle Ortega, Monserrat Mendoza, Enrique Cervantes, Camilo Echeverry, Mónica Huarte, Daniel Gutiérrez, Karla Falcón; duración: 1 hora 38 minutos