- Narco-partido atacó a candidato del PRI y luego al Casino Royal
- En el primer trimestre calderonista narco huyó a estados pacíficos como Aguascalientes
Cables de WikiLeaks revelan que en 2007, Luis Armando Reynoso Femat aceptó resignado la llegada del narco a Aguascalientes, mientras en Monterrey en 2009, en complicidad con otro partido, atacaría a Rodrigo Medina Cruz, candidato del PRI, hoy gobernador neolonés.
El 2 de marzo de 2007, la embajada estadounidense emitió a la Secretaría de Estado su informe con clave 07MEXICO1068, con clasificación “confidencial”, de acuerdo al cual, “noticias recientes sugieren que las operaciones pueden estar empujando al tráfico de drogas en las zonas que previamente habían sido afectadas por la violencia relacionada con las drogas, incluyendo Aguascalientes, Oaxaca y Yucatán”.
Puntualizó el cable de Julian Assange: “el 19 de febrero, el gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, dijo que los narcotraficantes habían ido acumulando sus operaciones en el estado”.
Y recordó que, “la semana pasada, cuatro policías estatales fueron abatidos por una pandilla en Aguascalientes. Con unos grandes narcotraficantes arrestados, los carteles pueden estar cambiando sus operaciones a los estados que no son objetivo de las autoridades federales”.
Ese cable describe cómo fueron los tres primeros meses del gobierno de Felipe Calderón, en que decretó la guerra al crimen organizado y destapó una masacre de más de 60 mil muertos en su administración.
En otro cable –uno de los 2 mil 995 entregados por Assange a La Jornada– el entonces gobernador neolonés Sócrates Rizzo, dice al Consulado de Estados Unidos en Monterrey, el 29 de enero de 2009, con clave 09MONTERREY31 y clasificación “Desclasificado/Para uso oficial”, que:
“Poco se podía hacer en el corto plazo, el gobierno federal, la policía estatal y municipal estaban comprometidas. Si los ciudadanos tienen miedo de acudir a las autoridades cuando se enfrentan a amenazas, a continuación, las víctimas del crimen están realmente solos”.
Y explicaría cómo se coludía el narco en las campañas electorales para las elecciones que tendrían lugar el 5 de julio de aquel año: “En la práctica, sería prácticamente imposible evitar que la delincuencia organizada esté financiando candidatos”, diría Rizzo.
Añadió: “una forma en que los cárteles podrían afectar la carrera sería simplemente sobornar a los presentadores de televisión y los comentaristas, lo que garantiza que su candidato recibió una cobertura favorable”.
Otra: “el crimen organizado podría proporcionar al personal de un candidato con poca [imagen] en torno al dinero para distribuir a los electores. Mientras tanto, otro contacto señaló que la normativa aplicable al financiamiento de campañas sólo se refiere a los candidatos, por lo que sería fácil simplemente canalizar el dinero narco a un miembro de la familia”.
En aquel escenario, el Consulado estadounidense dijo a la Secretaría de Estado: “la situación va a empeorar antes de mejorar como se da el próximo gobernador, el estado y las elecciones locales que piensan que narco-dinero, inevitablemente encuentra su camino en las campañas”.
Y relata el incidente del 6 de enero de 2009, un ataque con granada a Televisa Monterrey. Lo que el cable describe como “medios representantes con offs”, dice, “eran pesimistas sobre la posibilidad de aislar a las elecciones de la influencia de la delincuencia organizada”.
Ellos –subrayó- “no ven el ataque del 6 de enero con granadas contra Televisa, como una respuesta a cualquier informe realizado por ese medio de difusión… Lo vieron como un intento por parte del crimen organizado para infligir daño político al actual secretario de Gobierno del Estado de Nuevo León [Rodrigo Medina Cruz] que pasa a ser el candidato preferido por el actual gobernador [Natividad González Parás] para ganar la nominación del PRI en la contienda por la gubernatura”.
Y remata: “bajo esta línea de argumentación, mafias políticas contrataron pistoleros del crimen organizado para llevar el ataque -si es cierto- un escenario aún más escalofriante que la teoría alternativa de que los propios cárteles estaban detrás del asalto”.
El 25 de agosto de 2011 esa “mafia” atacaría el Casino Royal y mataría a 52 personas; Jonás, hermano del alcalde panista de Monterrey, Fernando Larrazabal fue captado en un video recibiendo dinero en un casino. El alcalde renunció y hoy es diputado federal.