- Tres del PRI por cada uno del PAN, en la Plaza de Armas y la Procuraduría de Justicia
- La campaña presidencial de 1988 enseñó que el “músculo” es el que gana en las urnas
El “músculo” -capacidad de convocatoria- observado en la asistencia a las marchas del PAN y el PRI fue inobjetable: por cada panista frente a la Procuraduría de Justicia, había tres priístas casi llenaron la avenida Madero.
Unas mil 500 personas concurrieron a la marcha convocada por el Partido Acción Nacional, frente a las instalaciones del Poder Judicial, sobre Héroe de Nacozari, donde “clausuraron” con cinta amarilla las puertas de acceso a las agencias del Ministerio Público.
En el mitin, Gustavo Madero, presidente nacional del blanquiazul, criticó severamente al gobernador, al procurador y al tricolor, y aseguró que “vamos a ganar, pero si perdemos, no nos vamos a dejar”.
A unas cuadras de ahí, sobre la avenida Madero, había iniciado la marcha por la paz, convocada por Francisco Chávez Rangel, candidato del Partido Revolucionario Institucional a la alcaldía de Aguascalientes, que llenaba todo el tramo desde La Purísima hasta Zaragoza.
Unas 4 mil 500 personas vestidas de blanco, de todas las edades: adultos mayores, amas de casa con sus hijos menores y muchos empleados de los tres niveles de gobierno, desfilaron hasta la Plaza de Armas, donde el sol hizo huir a la gente antes de lo previsto.
Sólo 20 minutos duró el acto central –donde destacó el discurso del candidato Francisco Chávez- porque el animador no emitió ninguno.
“Sigan caminando, por favor, que vean de qué tamaño es la convocatoria”, proclamaba el maestro de ceremonias, cuando ya el sol había rebasado su cenit y la gente que venía por Madero trataba de ubicarse en el centro de la plaza, frente al templete instalado al pie de la Exedra, sin embargo muchos seguían de largo.
Francisco Chávez tomó el micrófono e inició su arenga. Tras él, una gran manta replicaba: “Aguascalientes no está en venta”. Agradeció a la gente ahí presente haber cambiado su domingo familiar por unos minutos en la marcha por la paz y la tranquilidad de los aguascalentenses.
“Esta marcha no es del PRI, tampoco de Paco Chávez, sino que es de la ciudadanía que quiere paz y tranquilidad en Aguascalientes… Con la fe por delante, no debe regresar la inseguridad a Aguascalientes, no queremos perder lo que ya tenemos”.
El mitin pronto acabó. El candidato se despidió y los marchistas por la paz seguirían su camino. Sin embargo, el dato duro de las concentraciones convocadas este domingo por el PAN y el PRI fue inobjetable: ganó el “músculo” priísta, de la misma manera en que en 1988, cuando las campañas presidenciales de Carlos Salinas y Manuel J. Clouthier coincidirían en la Ciudad de Mérida: hubo tres panistas por cada priísta. En Yucatán –como en 2012 en Aguascalientes- también perdería el PRI aquella ocasión, porque así lo decidió “el músculo”.
Foto: Roberto Guerra