- Concesionaria ha perdido conciencia de que somos sus patrones
- El servicio debe ser regular, de modo constante, permanente y continuo, sin afán de lucro
Las tarifas que se pagan en materia de agua potable no sólo son las más altas del país, sino de otros continentes, lo cual las pone en un alto nivel de injusticia, que se comete todos los días en nuestra capital, sin dejar de lado que se cobran con insensibilidad, así lo indicó Jesús Medina Olivares, candidato a alcalde de la capital de Aguascalientes por el Partido del Trabajo (PT). Agregó que éste es un asunto de orden y de meter en cintura a la concesionaria sin ir muy lejos, sino lograr que cumpla con la concesión y sobre todo con el contrato que hace con cada uno de los ciudadanos.
Esta información relacionada con las tarifas se obtuvo de un estudio que realizó el candidato del PT, mediante el cual se compararon las tarifas que se cobran en otros estados, e incluso en otros países, en los que se analizaron los índices razonables o aceptables acerca del beneficio que deben obtener los usuarios del servicio del agua.
El servicio del agua en nuestra capital se encuentra en un 8 por ciento, superado por la media nacional, lo cual lo deja muy por debajo de los servicios que se están brindando en todo el país. Destaca también que la concesionaria pone un sinnúmero de trabas en materia de rendición de cuentas y acceso a la información.
“Yo nunca he visto ningún contrato, porque si yo hago un contrato con una persona es porque voy a tener compromisos y obligaciones con ésta y no que me limiten como autoridad para saber cuándo voy a auditarlo y cuándo no”.
Con base en el ventajoso confort en el que ha caído la concesionaria, se le ha dado la oportunidad de que decida de forma unilateral, pero sobre todo la empresa ha perdido conciencia de que los ciudadanos somos sus patrones y deben obedecernos.
“No han entendido lo que es la concesión, primero es un servicio público, se otorga a un particular para que a nombre de la Presidencia Municipal otorgue un servicio que debe ser regular, constante, permanente y continuo, pero lo más esencial es que no debe prevalecer el afán de lucro”.
Medina Olivares resaltó que hasta el día de hoy no conoce a ninguna empresa a nivel internacional que interponga sus intereses económicos por encima de los obligados, pero CAASA lo hace, es el motivo por el que debe ponerse en orden la situación.
“Otra de las problemáticas se centra en que no se le da la información suficiente a la autoridad municipal para que se pueda saber en dónde se encuentran los subsidios, pues por eso es un servicio público, debe ser solidario y debe ser subsidiario, pues se ha olvidado que la política de subsidiaridad debe formar parte de la esencia de la política pública, pero no se hace”.
Para que se lleve a la práctica este tipo de políticas, primero deben encontrarse profundamente arraigadas, ya que si es así y se tiene un profundo conocimiento de ellas, se pueda actuar en consecuencia, pero cuando las partes no se encuentran en la misma frecuencia, va a ser imposible.
Foto: Gilberto Barrón