San Francisco de los Romo, zona de desastre - LJA Aguascalientes
22/11/2024

  • Podrán denominar al municipio como zona de desastre para bajar recursos federales
  • DIF Estatal pedirá apoyo humano a las universidades como servicio social

La lluvia es para todos una bendición, sobre todo cuando vivimos en un estado semi árido, donde este vital líquido sólo llega en escasos momentos del año. Este viernes 14 de junio por la noche fue la excepción, cuando comenzó a llover, elevando su intensidad conforme pasaban las horas.

Pasaron las horas y el agua continuaba, mientras que los habitantes de comunidades rurales buscaban dónde refugiarse, ya que sus hogares se encontraban inundados, el rescate no esperó y las autoridades de Protección Civil tanto municipal como estatal comenzaron a actuar con rapidez, trasladándolos a los albergues y espacios adaptados.

El día de ayer, Blanca Rivera Río, presidenta del DIF Estatal, visitó las comunidades de La Trinidad, La Providencia, Cedros, Guerrero y Jesús Terán para hacer la entrega de los catres y cobijas tomados de sus bodegas de la capital.

En el primer punto, la casa de la familia Zabala se encontraba en ruinas, tanto ropa como muebles se dañaron en su totalidad por el agua, “estábamos en la casa, apenas íbamos a dormir cuando vimos que empezó a llover más fuerte, empezó a meterse el agua por debajo de la puerta, cada vez más iba subiendo el agua, cuando vimos que ya no paraba de llover agarramos los papeles y los niños y nos fuimos a la Presidencia Municipal, de ahí nos llevaron al DIF”, declaró Selene Zabala, hija responsable de los gastos de la casa, ya que su padre está desempleado y su madre no puede trabajar.

En este lugar en específico no quedó absolutamente nada material, más que un colchón en mal estado y una cajonera, además, a un costado de la estructura se había colocado un cultivo de abejas, el cual, al igual que todo a su alrededor, quedó bajo el agua, “el dueño no quiso mover nada porque esperaba al seguro, pero los niños son alérgicos, así que estamos retirando las cajas con abejas”, señaló Andrés García Esparza, encargado de Protección Civil Municipal.

Para Francisco Javier Guel Sosa, alcalde de este municipio, lo más importante es que no hubo pérdidas humanas, aunque los daños materiales fueron muy graves, pues cientos de familias perdieron su patrimonio de toda la vida. Entre los más afectados se encuentra el fraccionamiento San José del Barranco, las calles Progreso, Colón, Jesús Terán, Revolución, El Chicle, la Escuela Secundaria Número 11, La Providencia, una parte de Cedros en la calle Olivo.

“Hemos contado con el apoyo del gobernador, la Secretaría de Gobierno y el DIF. Estamos haciendo una valoración total a través de la Sebideso”, quienes se presentaron el sábado y sostuvieron pláticas junto con Gobierno estatal para destinar recursos que estaban destinados ex profeso para otras funciones, pero se redireccionarán. Adicional a ello, se dialogó sobre la posibilidad de  hacer la declaratoria de zona de desastre para poder acceder a recursos federales y apoyar en su totalidad a los afectados.

El caso de la señora Rafaela, habitante de La Providencia, quien cuenta con 92 años de edad, es otro de los más dañados, pues no cuenta con recursos como para comprar muebles y ropa nueva. Durante el viernes y sábado, sus pertenencias se encontraban flotando en más de metro y medio de agua, hasta que se logró evacuarla. Algunas de ellas se pudieron salvar, aunque en mal estado.

Fue aquí donde la titular del DIF Estatal señaló que pedirá apoyo humano a las universidades como servicio social, para que puedan limpiar las casas y ayudar a reiniciar sus vidas.


A lo largo de la gira a damnificados, se observaron familias completas con bajo nivel de calidad de vida: tanques de gas dentro de los cuartos, mal olor penetrante en toda la comunidad, alimentos caducos, objetos personales por todos lados. “Nos llegó sin sentir el agua”, dijo una de las afectadas al momento de recibir el apoyo.

Una de las zonas con mayor afectación fue la Secundaria Número 11 San Francisco de los Romo, donde la sala de cómputo perdió su habilidad, pues tanto computadoras como conexiones se dañaron por el agua, los salones aún cuentan con lodo y con basura que arrastró el líquido.

El laboratorio y sus materiales quedaron clausurados por los químicos que se utilizaban. En este caso, la pérdida económica asciende a cantidades extraordinarias, ya que los microscopios salieron afectados, así como todo el material de experimentación y análisis.

La casa de la señora María de los Ángeles Lara Ríos fue la más dañada de todo el municipio, puesto que la barda trasera fue tumbada por las lluvias, causando un derrumbe cerca de la secundaria antes mencionada, “sólo escuchábamos tronidos y sonidos fuertes, pero nos asustamos y no salimos de un cuarto”, expresaron sus habitantes.

Blanca Rivera Río exhortó a toda la comunidad a mantenerse en alerta por cualquier regreso de lluvia, “antes que nada, lo que importa es la vida, no dejemos que bajen los ánimos, San Pancho saldrá adelante”. Les prometió más apoyo, tanto de alimentos, ropa, zapatos, material de curación y medicamentos, como técnicos y personal de limpia para sus casas.

Foto: Gilberto Barrón


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