Día Mundial contra el Trabajo Infantil - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Cristina Pedroza

  • Un gran número de los niños y adolescentes que trabajan no asiste a la escuela
  • Parte de la población infantil y adolescente combina el trabajo y las actividades escolares con quehaceres domésticos

Para hacer un llamado a los países a participar en la eliminación progresiva de esta problemática, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y, para este año, invitó a resaltar la magnitud del trabajo doméstico infantil.

En el tercer informe global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado “Intensificar la lucha contra el trabajo infantil” da cuenta que en 2008 había 215 millones de niños trabajadores en el mundo, más de la mitad (115 millones) expuestos a las peores formas de trabajo infantil como laborar en ambientes peligrosos, esclavitud y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.

La OIT define a los niños que trabajan como aquéllos que lo hacen por debajo de la edad mínima legal para trabajar o porque aun habiendo alcanzado esa edad, realizan actividades que suponen una amenaza para la salud, la seguridad o el desarrollo moral, y se encuentran en condiciones de trabajo forzoso.

En México, la protección de la población infantil contra las formas de trabajo, se encuentra expresada en la Constitución y se materializa en la Ley Federal del Trabajo, ya que en ella se establece que queda prohibido el trabajo de los niños menores de 14 años, y en el caso de los adolescentes de 14 a 17 años, lo permite en circunstancias específicas: siempre y cuando exista un permiso por parte de los padres, cuando haya compatibilidad entre el estudio y el trabajo, además del cumplimiento de otras condiciones que salvaguarden el bienestar de todos los niños.

La información muestra que un porcentaje sobresaliente (45.6 por ciento) de la población infantil y adolescente ocupada combina el trabajo, las actividades escolares y la realización de quehaceres domésticos en su hogar; 15.3 por ciento trabaja y estudia; uno de cada cuatro trabaja y realiza quehaceres domésticos y 13.8 por ciento únicamente trabaja. Por sexo destaca que la jornada múltiple es más evidente para las niñas y las adolescentes, ya que 58.2 por ciento de ellas además de trabajar, estudia y realiza tareas domésticas; solamente dos de cada 100 se dedican exclusivamente a trabajar; y el 31.7 por ciento trabaja y realiza actividades domésticas, pero no estudia.

En cuanto a las consecuencias personales que tiene para los infantes y adolescentes dejar de trabajar, 29.8 por ciento de los niños y adolescentes de cinco a 17 años ocupados declara que de no hacerlo no tendría dinero para sus estudios, vestido y/o diversión; 18.6 por ciento no aprendería un oficio, lo que lo haría irresponsable, mientras que 2.8 por ciento reportó que en caso de no trabajar podría volver a la escuela o a los quehaceres del hogar. En lo que se refiere a las repercusiones que habría a nivel del hogar, aunque poco más de la mitad de los niños y adolescentes (56.2 por ciento) considera que no habría, 17 por ciento del ingreso económico de su hogar se vería afectado si dejara de trabajar.

El lugar en el que los niños trabajan también es un factor de riesgo que pone en peligro la integridad del infante, ya que sin protección de su familia, aumenta el riesgo de ser víctimas de abuso físico y sexual; así, 4.6 por ciento de la población infantil ocupada de cinco a 17 años, trabaja en un crucero vial, calle o avenida, situación que se acentúa más en las niñas de cinco a 13 años.

En circunstancias como la inserción de los niños en edades menores a las legales para el trabajo o cuando se convierte en una actividad que impide el derecho a la educación, al juego y al esparcimiento (derechos que se encuentran enmarcados en la Convención sobre los Derechos del Niño), se considera como una forma de trabajo infantil doméstico.


En Aguascalientes residen más de 374 mil niños de cero a 14 años, dio a conocer el Inegi, el 8.0 por ciento de los niños de cinco a 17 años de Aguascalientes realiza una actividad económica, es decir, forma parte de la población ocupada. Por sexo, esta tasa es casi el doble en los niños (10.4 por ciento) que en las niñas, y por edad la tasa de ocupación es de 1.3 por ciento en los niños de cinco a nueve años; 4.1 por ciento en los que tienen de 10 a 13 años y 20.0 por ciento en los de 14 a 17 años.

Tal es el caso en Aguascalientes de niños que diariamente se observan en la venta ambulante de pequeños artículos como dulces, rosas, globos; los que se exponen en cruceros de limpiaparabrisas, malabaristas o payasos, y a quienes de madrugada contratan en las centrales de abastos y mercados públicos como cargadores o diableros, así como para  atender los locales; también hay niños y jóvenes de 10 a 17 años que cuidan automóviles estacionados afuera de algunos centros comerciales, teatros, estadios, de establecimientos como cenadurías, restaurantes o salones de eventos esperando que a la salida del propietario, para que éste le dé una propina de cinco a 10 pesos.

Una época en la que se presentan casos notorios de jornadas pesadas para los niños es en especial en la Feria Nacional de San Marcos del estado, pues son muchos los casos que se reportan por explotación infantil: los locatarios y vendedores ambulantes utilizan a los niños para dar más productividad a su negocio; otro es el caso de niños que sin vender ningún producto o sin hacer algún tipo de número, son enviados por sus mismos padres o tutores a las calles a pedir dinero o alimentos para llevar a su casa, o simplemente para tener lo que en su casa no obtienen.  Si algún niño padece alguna enfermedad es un pretexto para que la persona adulta a cargo, lo utilice como ingreso económico al estar exponiéndolo en lugares públicos, obteniendo dinero de otros para mantener su enfermedad o mantenerse a sí mismo.

Cinco de cada 10 niños ocupados de cinco a 17 años residen en zonas menos urbanizadas (menores de 100 mil habitantes) por lo que este aspecto condiciona el tipo de ocupación que desempeñan los niños: 28.3 por ciento son comerciantes y empleados de comercios establecidos; 26.2 por ciento son trabajadores industriales, artesanos y ayudantes y 17.5 por ciento trabajadores en servicios domésticos sin ninguna paga, tanto que en las niñas (41.0 por ciento) son empleadas en comercios establecidos.

Estimaciones realizadas por organismos internacionales señalan “que todos los años 275 millones de niños y niñas en el mundo son víctimas de violencia dentro de sus hogares y unos 40 millones de menores de 15 años sufren violencia, abusos y abandono, fenómenos que se reportan en distintos ámbitos: la familia, escuela, comunidad, calles y situaciones de trabajo.

Fernando Salgado, secretario de acción política de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), expresó que el número de los menores que son explotados en este tipo de actividades se reduciría si en México se ratificara el convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre las peores formas de trabajo infantil, además, la secretaria de Trabajo y Previsión Social destaca que aun cuando constitucionalmente el trabajo infantil está prohibido, éste se sigue practicando, por lo que es necesario tipificar como delito y endurecer las penas, lo cual se ha perfilado en la Reforma Laboral.

Foto: Gerardo González


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