De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lectura 2012, elaborada por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura A.C., los mexicanos van “de la penumbra a la oscuridad” en el disfrute de leer algo más que el TV y Novelas:
En uno de cada dos hogares solamente tienen de uno a 10 libros que no son textos escolares; el 86 por ciento no superan los 30 libros que no son educativos, mientras que apenas dos por ciento cuenta con más de 100 ejemplares en sus bibliotecas familiares.
Aunque leer significa pensar con el cerebro ajeno, el 54 por ciento no se echa un clavado en la alberca de los libros, y 35 por ciento acepta no haber leído un solo volumen en su vida, a diferencia del 64 que sí lo ha hecho, y el uno por ciento no contestó.
Eso significa que más de la mitad de la población de 12 años de edad en adelante, no lee libros por gusto, mientras que una tercera parte nunca ha cruzado un saludito con uno de esos materiales escritos.
Pero el problema no ocurre solamente en estratos sociales bajos, los datos muestran que a cuatro de cada 10 mexicanos del sector más rico del país les causa asquito los libros.
La batalla por fomentar el hábito de la lectura se vuelve desigual en el terreno de los políticos, porque muchos estos —se excluye a Nora, obviamente— no leen, ni siquiera, las calificaciones de sus hijos, pero bueno, al margen de la apreciación les obsequio un libro a los agraciados:
El pequeño Larousse ilustrado, de Ediciones Larousse, para el Instituto de Educación de Aguascalientes (a cargo de Fernando Macías Garnica, librero de antaño) y la sección del SNTE Aguascalientes (liderado por la profesora Juana Alicia Espinosa de los Monteros Ortiz, candidata a diputada local del Panal), por sus horrores ortográficos, al escribir en el Calendario de Actividades del Día del Maestro, “Valuarte” (?) en lugar de “baluarte”, que significa “Obra de fortificación…” (Página 24, “Plaza de Armas”, GJC, 22/4/2013).
Dios mío, hazme viuda por favor, de Josefina Vázquez Mota, para Nora Ruvalcaba Gámez, líder estatal de Morena.
El tiempo de la ira, de Luis Spota, para Felipe González González, malogrado aspirante albiceleste a la Presidente Municipal de Aguascalientes.
¿Quién se ha llevado mi queso?, de Spencer Johnson, para Óscar López Velarde, defenestrado suspirante tricolor a la alcaldía de la capital.
Cómo ser un buen líder, de Dale Carnegie, para Jorge López Martín, presidente del PAN Aguascalientes.
Una breve historia de la misoginia, de Anna Caballé, para el envidioso Gabriel Ramírez Pasillas, funcionario en la administración panista del gobernador Reynoso, por el desprecio a sus compañeras del Ayuntamiento de Aguascalientes, que reciben el merecido reconocimiento público por su trabajo de excelencia, como bien apuntara la sabia recomendación de Margaret Thatcher: “Cuando quieras que alguien diga algo, pídeselo a un hombre. Pero si quieres que alguien haga algo, pídeselo a una mujer”.
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, para funcionarios públicos renunciados y políticos en desgracia.
La novicia rebelde, de Johns Deborah, para Martha Márquez Alvarado, candidata del PAN-PRD a la diputación del XV distrito local.
Cómo enfrentar con éxito a los periodistas, de Javier Maza, para Mario Luis Ramos Rocha, secretario de Estrategia, Información y Propaganda (?) del PRI Aguascalientes, porque exhibe la hambruna profesional de una “Oficina Anti Prensa del PRI. Al parecer, la oficina de prensa de los tricolores es elitista; ya que se tienen clasificados a los medios de comunicación como de primera, segunda y hasta de tercera…
“Lo que no se sabe, es quién o quiénes son los responsables de hacer esa categorización, si es el área de prensa, o se involucra de forma directa al presidente estatal del Partido, Guadalupe Ortega, así como al delegado nacional Mario Vargas Aguiar” (Página 24, “Plaza de Armas”, GJC, 7/5/2013).
Ojalá felices afortunadas y afortunados aprecien el amistoso regalo; no se vale la catafixia, sería de muy mal gusto.
Porque alguien tiene que escribirlo: El lunes 20 inician las campañas. Al ciudadano le vale. El abstencionismo sentará sus reales. Regresarán las encuestas con el desprestigio a cuestas. Ni modo. Volver a lo mismo.
Pero por lo pronto, Vale al Paraíso analizar a vuelo de pájaro: los resultados de la elección del alcalde capitalino pudiera no correr la misma suerte que la de los aspirantes a diputados locales en el municipio de Aguascalientes, mas sin embargo, las impresentables candidaturas y el exiguo capital político de algunos de éstos, pueden influir en los números negativos de Paco Chávez y Toño Martín del Campo.
Ganará el partido que tenga escasos errores y algunos aciertos, esté menos fragmentado, medianamente articulado y más organizado, para acarrear el voto duro y la estructura territorial el primer domingo de julio; en elecciones intermedias como ésta, el triunfo se sustenta en la movilización.