El Pabellón Verde de la Feria Nacional de San Marcos fue ubicado en el centro del perímetro ferial con el fin de ser un espacio educativo y familiar, donde los visitantes tuvieran la oportunidad de convivir en familia mientras los niños aprendían y jugaban.
Sin embargo, el éxito que esperaban no se logró, ya que a lo largo de las tres semanas, el Pabellón tuvo pocas visitas, hasta el día de ayer, en que cientos de familias lo visitaron para disfrutar del espectáculo de las aves rapaces y algunas otras actividades que como cierre de la verbena se ofrecieron.
En tan sólo unas horas, el Pabellón Verde a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) se tornó de colores con los kilos de basura que se observaron al término del espectáculo, entre botes de cerveza, platos, vasos, bolsas de frituras y dulces, así como botellas de plástico y muchas colillas de cigarro.
Es aquí donde el trabajo de este lugar se desbordó, dejando atrás la vista de los árboles frutales, el jardín de cactáceas y las múltiples bancas nuevas por basura ferial, “espero que el otro año no sea igual”, mencionó un visitante al observar tal situación.
Foto: Gerardo González