- ICA, INBA y Gobierno del Estado entregaron 500 mil pesos a Jorge Humberto Chávez, ganador de la 45 edición del premio
La Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Instituto Cultural de Aguascalientes y el Gobierno del Estado ha convocado a lo largo de 45 años a que bajo un seudónimo participen autores con un libro inédito de poemas en el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes como se le conoce actualmente, presea que se ha convertido en la de mayor prestigio y tradición de su género en el país.
La tarde de ayer el Teatro Morelos se vistió de gala para entregar el galardón a Jorge Humberto Chávez por su obra Te diría que fuéramos al Río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto, la cual resaltó de los 310 trabajos que se recibieron. Estuvieron presentes Carlos Lozano de la Torre, gobernador del estado, Stasia de la Garza, coordinadora de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, así como funcionarios de los tres niveles de gobierno, poetas participantes y comunidad artística.
Este poeta es originario de Ciudad Juárez, Chihuahua y fue elegido por unanimidad del jurado integrado por Hugo Gutiérrez Leyva, Efraín Bartolomé y Nelson Simón. Recibirá un premio de 500 mil pesos, ya que su obra posee un lenguaje seco y de alta densidad poética, inmensas metáforas y una elegante proporción del desastre social de una determinada zona geográfica.
En su participación el autor ganador confesó que en su ciudad natal nunca pudo trabajar con sus temas, ya que requería estar lejos de los tópicos que le preocupaban tanto en tiempo como en espacio, por lo que en el 2011 cambió de residencia a San Luis Potosí para comenzar a escribir la obra galardonada.
A lo largo de la vida del premio, 45 autores han escrito su nombre en la historia de la literatura mexicana, algo que para Dulce María Rivas Godoy, titular del Instituto Cultural de Aguascalientes, ha marcado un referente fundamental en el quehacer poético de México.
En entrevista, Rivas Godoy señaló que es un enorme orgullo para Aguascalientes ser la sede de este premio del que han salido plumas tan importantes, “indudablemente los poetas son el reflejo también de la época en la que viven independientemente de los temas que traten”, como en este caso, ya que la obra ganadora alude a situaciones y escenas trágicas de una manera poética, a través de un lenguaje que hace reflexionar al lector, creando una conciencia con respecto a situaciones que se viven en ciertas zonas del país.
El antecedente de este premio fue Los Juegos Florales, que inició en la Feria de San Marcos en 1931, mismo que consistía en un certamen literario que se llevó a cabo hasta 1967. Entre los poetas ganadores se destacan Jesús Reyes, Víctor Sandoval, Desiderio Macías Silva y José Carlos Becerra.
En abril de 1968 Víctor Sandoval trabajó en la creación del Premio de Poesía Aguascalientes, cuya primera edición ganó Juan Bañuelos.
Además de los participantes, es importante resaltar a los destacados literatos que han fungido como jurado, quienes son parte importante del premio, ya que sin ellos no se podría constatar la calidad y limpieza del mismo.
A su vez, Stasia de la Garza reconoció el imprescindible lugar que tiene este género en la literatura nacional, por lo que felicitó a Chávez por utilizar un lenguaje perfecto para describir la situación de un país. Antes de despedirse solicitó una ovación en homenaje a Víctor Sandoval, por haber sido un personaje fundamental para la cultura mexicana, así como para el conjunto de concursos literarios que conforma el INBA.
Para Nelson Simón, presidente del jurado, participar en este concurso le ha permitido constatar en las obras presentadas, la buena salud que disfruta la poesía mexicana, algo que no todos los días tiene la oportunidad de concebir por la lejanía de su isla, Cuba.
“Estamos en presencia de un libro que de alguna manera engrandece a la poesía mexicana actual y que también da fe [de] que éste es un premio honesto en base al trabajo de un jurado certificado”.
Para Jorge Humberto Chávez, ganador del Premio, David Ojeda fue el hombre que lo enseñó a trabajar misterios y las exigencias de la poesía en San Luis Potosí, además de un grupo de poetas de la frontera que a lo largo de 30 años han trabajado con él en la poesía.
“Este libro es un testimonio literario de mi vida civil en Ciudad Juárez, es una mirada retrospectiva a la historia de la frontera que crece ante los ojos de un niño hecho hombre” señaló el poeta, para posteriormente leer un fragmento de “Otra Crónica”.
Finalmente, el gobernador aseguró que con la llegada de cada primavera, la poesía florece como canto y verso en la Feria Nacional de San Marcos para promover una producción literaria de la más alta calidad y el fomento de la cultura entre las nuevas generaciones, “la poesía es la palabra convertida en imágenes para expresar con metáforas los dolores y esperanzas de un pueblo”, así como para, en ocasiones, mitigar la tristeza y la soledad.
De esta manera refrendó su compromiso con la cultura, la cual es una herramienta para el progreso, la educación, el desarrollo y la integración social.
Foto: Roberto Guerra
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