- Durante el evento se pidió justicia para la joven estudiante
- Este año debería haber egresado del bachillerato; se le recordó donde se matriculara como alumna
Rojizas son las hojas del árbol que desde ayer, colocado a unos pasos de la entrada de la Preparatoria de Petróleos Mexicanos, es símbolo de la memoria de Andrea Nohemí Chávez Galván.
A partir del 27 de julio 2012, y durante cuatro largos meses, por esta capital comenzó a circular la noticia de la desaparición de una joven estudiante de 17 años. La movilización civil y familiar no se hizo esperar, fue intensa.
El cuerpo de quien por última vez vistiera sombrero café, playera azul marino y tenis negros, sería localizado por policías ministeriales el 14 de noviembre en el camino a Agostaderito. Arturo Joseph Marván y Álvaro Antonio Campos, los responsables.
Este año, Andrea debería haber egresado del bachillerato. Allí, donde se matriculara como alumna en 2010, se le recordó con alegría.
“El más grande honor que podemos hacerle es seguir viviendo esa alegría que ella compartía con nosotros. Estamos conmemorando su presencia. Tendríamos que aclarar diciendo que no es su recuerdo el que hoy tenemos aquí, sino su presencia, porque eso la sigue manteniendo viva”.
Por el micrófono se dijo que Andrea Nohemí gustaba del teatro y de los rostros pintados, de allí que un cuarteto de sus amigas cercanas se presentara, con pintura sobre la piel, para dedicar una canción.
“Como persona era muy madura y muy sabia. Nos enseñó que siempre iba a haber una solución para todas los problemas, que a pesar de todas las cosas que viviéramos, quienes decidían cómo terminar el día éramos nosotros”.
Ayer, en la prepa Petróleos, fue día de ir en piyama; así lo marca una añeja costumbre. Un centenar de estudiantes presenciaron un homenaje en que realmente no hubo caras largas.
El árbol de Andrea aún es pequeño. Ayer recibió las primeras gotas de agua a través de una regadera de mano. Cerca del tronco fue instalada una placa con su nombre y, al final del evento, los alrededores fueron coronados con globos blancos catapultados por helio.
“Cuando se desconocía el paradero de Andrea Nohemí lanzamos manifiestos, marchamos, nos manifestamos en la Exedra y en la Feria Universitaria y participamos en cuanto foro nos fue posible, propugnando porque se le localizara. Este objetivo se cumplió, ahora, con la misma fuerza, exigimos que se haga justicia”, dijo Clara Mantilla Trolle, presidenta de la asociación También Es Nuestra Causa, quien además señaló que Marván y Campos no han escuchado sentencia.
En el vestíbulo de la preparatoria fue colocado un templete. Samuel Chávez subió para leer un par de textos escritos por su hija en 2008 y 2009. Andrea solía recrearse en sus libretas de escuela. Así, el 8 de diciembre de 2008 se dirigió a dios.
“¿Cómo estás allá arriba, cómo te va por allá? Aquí tengo problemas, ideas, preguntas, etcétera. Tratando como siempre de no olvidarte a ti y todos mis recuerdos y pensamientos, es un dolor de cabeza terrible, aunque divertido. Me gustaría que vinieras a arreglar mis dudas, no a volverme una mejor persona ni a que vuelvas al mundo un mundo perfecto”.
Foto: Gilberto Barrón