La semana pasada les comentaba que con la llegada de Iron Man 3 a las pantallas mexicanas había quedado la barra muy alta para las siguientes producciones que se fueran a estrenar en nuestro país; lo que no me había quedado muy claro es que esa cinta tampoco iba dejar mucho espacio en cartelera para otras producciones. Cuando menos esta semana me costó encontrar una película que no hubiese reseñado ya, pues seis de las 10 salas del complejo que generalmente visito estaban ocupadas por el mencionado superhéroe…así que pensando dar un respiro a la ciencia ficción opté por una historia animada, pues creí que, cuando menos, eso me proporcionaría un rato de distracción.
¿Han notado que muchas veces las películas que tienen como audiencia objetivo a los niños, generalmente están pensadas para divertir a los adultos o, al menos, para resultar atractivas a las distintas edades? Después de todo, los pequeños no van a ir al cine solos ¿o sí? Pues permítanme decirles que en Operación Escape la cosa no es así. Se trata de una cinta que apela sólo a los pequeños más pequeños de la casa, y seguramente sólo ellos la encontrarán divertida, quizás porque a sus ojos no estará muy alejada de lo que ven a diario en los canales de Discovery kids, Disney Channel, Nickeloedon o hasta en Canal 5.
La trama es simple —no muy bien escrita por cierto—, la animación regular (no vale la pena el boleto de 3D), los personajes no son particularmente entrañables y toda la producción provoca una sensación como de déjà vu, pues sin duda es algo que ya hemos visto antes incluso, más de una vez.
La historia empieza presentándonos a Scorch Supernova, un héroe originario del planeta Baab, quien está en una misión de rescate que resulta exitosa gracias a las maniobras de su hermano Gary quien se encarga del aspecto técnico y científico de la misión desde el “cuarto de control”.
Muy pronto nos damos cuenta de que en esa familia los músculos, la sed de aventura, de protagonismo y la imprudencia están del lado de Scorch, mientras que Gary es el “cerebrito”, prudente y mesurado —¿rivalidad entre hermanos, les suena conocida la historia?—. Los hermanos hacen buen equipo, pero ambos resienten la dependencia que tienen uno del otro, lo que inevitablemente lleva a un distanciamiento entre ellos.
Una llamada de auxilio que llega del Planeta Oscuro (la Tierra, por supuesto) pone en gran riesgo a Scorch, pues aunque él llega al planeta en una misión de paz, pronto se encuentra con los humanos —una vez más somos los malos que intentan acabar con los inocentes aliens— particularmente con el General Shanker Saunderson, quien busca acabar con todas las razas extraterrestres del universo, para restañar heridas psicológica de su niñez.
Le toca ahora a Gary ser el héroe de acción y ponerse en marcha para ayudar a su hermano, lo que conseguirá con el apoyo de su familia y de una serie de nuevos amigos, humanos y extraterrestres, con los que se relaciona durante su tiempo en nuestro planeta.
Las situaciones son bastante absurdas y repetitivas, la cinta podía haber durado fácilmente 30 minutos menos y no hubiera perdido nada de su esencia, y si bien no resulta una experiencia completamente horripilante para los adultos —les consta que hemos tenido que padecer peores, tales como El Guardián del Zoológico o Jack matagigantes— tampoco es una que quiera repetir.
Pero —ya ven que siempre hay uno— si tienen pequeñitos en casa, ésos que por edad no pueden ver Iron Man 3, ni ninguna otra de las películas de superhéroes, pasadas y futuras, porque las categorizaron con clasificación B, Operación Escape nos da una fantástica oportunidad de llevarlos al cine y pasar un buen rato en familia… ¡háganlo por los niños!
Productor: Donna Gigliotti, Catherine Winder, Luke Carroll y Tony Leech; director: Cal Brunker; guión: Bob Barlen y Cal Brunker; fotografía: Matthew A. Ward; Edición: Matthew Landon y Scott Winlaw; voces en español: José María Yazpik, Diego Luna, Jessica Ortiz y Octavio Rojas; duración: 1 hora 24 minutos.
