- Se trata de un estudio obligado para todas las mujeres, enfatiza especialista
- La compañía de una psicoterapeuta humanista resulta importante
María Eugenia Velasco Marín, titular del programa de mastografía subrogada operado por el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), manifestó que con dicho estudio no se puede establecer un diagnóstico, por lo cual es necesario que la paciente siga una serie de pasos.
Este aspecto, dijo en entrevista, sólo puede quedar cubierto a través de un estudio histopatológico, mismo que explora el estado en que se encuentra el tejido de la mujer.
“Cuando una persona sale sospechosa por mastografía, [sabemos] a qué mujeres le tenemos que hacer más estudios y a cuáles no para descartar que sea un cáncer de mama lo que tenga. Posterior al resultado de la mastografía sospechosa, las pacientes tienen que pasar con especialistas como puede ser un oncólogo o un radiólogo sub especialista en mama”.
Si cualquiera de estos médicos detecta datos preocupantes se procede a realizar la biopsia que, a su vez, ofrezca una lectura de la parte afectada a mejor detalle.
“En caso de que sea cáncer -añadió Velasco-, dependiendo de las características y la estirpe, es el tratamiento que se da. Puede ser nada más cirugía, puede ser radioterapia o quimioterapia, o también medicamento hormonal”.
Ya a esta altura, para atravesar por un tratamiento integral, la paciente debe acercarse a un oncólogo clínico o quirúrgico.
Cuando una mujer llega a las clínicas del ISSEA para escuchar los resultados de una mastografía sospechosa, se le proporciona la compañía de una psicoterapeuta humanista, pues para ninguna resulta sencillo recibir tal clase de información médica.
El cáncer de mama, dijo la funcionaria, suele ser más agresivo que otros cánceres.
“El objetivo es localizarlo antes de que sea palpable a las manos de cualquier experto, eso sólo puede ser a través de la mastografía”.
Del mismo modo indicó que la mastografía es un estudio obligado para toda mujer de entre 40 y 69 años.
“También existe el cáncer de mama en varones, pero es muy poco frecuente, el 1 por ciento de todos los cánceres de mama son en varones… La mastografía como programa de salud pública va indicado a todas las mujeres, por el hecho de ser mujer”.
Más adelante, María Eugenia Velasco señaló que una mastografía debe ser practicada cuando exista indicación médica o cuando algún familiar directo de la paciente, como la madre, la abuela o la hermana, haya fallecido a raíz del citado mal.
“Se recomienda iniciar con los estudios de mastografía en los 10 años previos a cuando se le hizo el diagnóstico a su familiar directo, lo ideal es hacernos la mastografía cuando no sintamos nada, ése es el objetivo: localizar la protuberancia o tumor antes de que sea palpable”.
Si el tumor se detecta antes de alcanzar un centímetro de diámetro, las probabilidades de salvar la vida son casi del 100 por ciento.
Foto: Gerardo González