El transgénero es una identidad y no una preferencia sexual: Gloria Hazel Davenport - LJA Aguascalientes
22/11/2024

  • La activista es la primera persona transgénero que ocupa un lugar público a nivel federal
  • Leyes de identidad de género que se han hecho a nivel mundial se concentran en tres principales: Argentina, España y Reino Unido

En el marco de la tercera Semana de la Diversidad Sexual en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Gloria Hazel Davenport, primera persona transexual que en México ocupa un cargo público a nivel federal, además periodista y activista fundadora de la asociación Prodiana, presentó su conferencia magistral Identidades Trans y Políticas Públicas, en compañía de Luis Berdeja, coordinador de la asociación Diversidad Universitaria.

Para comenzar, se hizo principal hincapié en explicar qué significa realmente el término transgénero, antes de querer entender cualquier otra parte del tema. “Trans” significa movimiento, por lo tanto, transgénero se refiere a una persona que se mueve de un género a otro.

El género es esa construcción sociocultural que se ha enseñado a lo largo de la historia del humano de manera tradicional que separa lo femenino de lo masculino; fue una construcción de formas, de comportamientos, vestimenta, lenguaje, pero no tiene nada que ver con la genitalidad, “el ser humano a cada genital le pone una carga de género, pero éste no es natural, las niñas no nacen queriendo jugar con muñecas”. Existen personas que no se identifican con el género que nacieron, sino con el opuesto.

Davenport aclaró de manera muy precisa que el transgénero es una identidad y no una preferencia sexual. Hay mujeres trans que son lesbianas, hay hombres trans que son gays, hay hombres que son heterosexuales y otros bisexuales, “esto es tan complejo que a veces ni nosotros lo llegamos a comprender”.

En el Artículo 1 de la Constitución Mexicana, a partir del 10 de junio del 2010, se prohibió la discriminación por preferencias sexuales y género, por lo tanto, la conferencista recordó a los presentes que cualquier hombre y mujer trans está protegido por la ley.

Otro de los puntos expuestos fue la consideración del transgénero dentro del término sombrilla, el cual abarca a personas travestis, transgenéricas y transexuales. El primer grupo son aquéllas que cambian su identidad por un tiempo corto para obtener algo, como un hombre que se viste de mujer para trabajo sexual, o un heterosexual que usa la ropa de la esposa, “es momentáneo su cambio”.

El grupo de transgenéricos es aquél que modifica el género de manera permanente pero no su anatomía biológica, es decir, los genitales, “no toman hormonas ni se operan, porque se maquillan muy bien y conocen los movimientos característicos”.

En el tercer y último grupo se unifican quienes modifican su anatomía, que esclareció no tener que ser siempre los genitales, puesto que el cuerpo cuenta con dos “paquetes”, las características sexuales primarias: los genitales, y las secundarias, como voz ronca, espalda ancha, barba en hombre y el busto, caderas y voz aguda en las mujeres.

Los transgéneros y las políticas públicas


Leyes de identidad de género que se han hecho a nivel mundial se concentran en tres principales, la más importante y de reciente creación fue en Argentina, la cual explica que una persona no necesita demostrar que tiene una enfermedad mental, sino simplemente por ser ciudadano tiene el derecho de modificar sus documentos de manera pública gratuitamente tan sólo acreditando su mayoría de edad.

En España, aunque fue adscrita antes que la de Argentina, para Davenport es la más incompleta, pues dice que a las personas transexuales no se les obliga a tener una modificación genital, pero tienen que demostrar que se estuvo en tratamiento hormonal por dos años, “el problema es precisamente que los obligan a atacar su salud, teniendo problemas secundarios”, tales como esterilidad, impotencia o disfunción eréctil.

Reino Unido es un caso interesante destacado por la ponente activista, donde se requiere que demuestre que la persona tiene un problema mental llamado por los sicólogos: disforia; “es curioso cómo se arreglan las cosas ahí”. En todos, el gobierno tiene la capacidad de calificar si la persona es o no es trans, cosa que para este sector de la población no es digno del respeto a sus derechos.

Foto: Gilberto Barrón


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