El espíritu y el alma conectados con lo inmaterial, principios conductores al entendimiento. Cada ser vivo provisto de una identidad. Si Aristóteles definió la Psyche como lo que define a un cuerpo natural, es la esencia generadora de que el ente sea lo que es.
El espíritu va más allá de un soplo o de un aliento, es la conectividad de la razón.
Para algunos, el alma es un enlace entre la inteligencia y las emociones, predominando la primera.
En la Antigua Grecia la psique representaba la fuerza vital unida en vida al cuerpo del individuo, traducido a los procesos hacedores de la mente humana; su existencia es funcional, permite la adaptación al medio ambiente, causa sentimientos, pensamientos, orientación espacial; es sensible al estrés, a la interacción, a la comunicación, a la alegría, al miedo, a la sexualidad. La psique abandona el cuerpo en la última exhalación.
El saber de sí mismo origina la conciencia; la humanidad está obligada a conocer su propia existencia y su entorno. Todos los seres tenemos un cordón umbilical con Gaya, del cual depende nuestra supervivencia.
El vivir transforma, el conocimiento da conciencia. Juego entre lo material y lo inmaterial, el alma se liga a lo material y a las funciones físicas del cuerpo; mientras que la razón (la mente) domina al corazón y a la voluntad, se le encasilla como la pensadora. Lo espiritual es trascendencia.
El diafragma divide lo físico de lo espiritual, lo material de lo inmaterial. Músculo que danza al ritmo de cada exhalación e inhalación.
Los cuatro elementos transforman
En lo material se pueden mostrar los cuatro elementos básicos: agua, aire, tierra y fuego. Mi inspiración, la frase en Náhuatl “Tlali no nakayotl, Atl no ezotl, Ejekatl no ihiyotl, iuan Tletl no tonal”, Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, viento mi aliento y fuego mi espíritu.
Buen camino esperemos tener todos: de tierra fértil, de agua clara, atardeceres espectaculares, y calor en nuestros corazones. Todo está conectado, todos somos uno.
En la cultura Náhuatl, antes de la formación del cosmos, el fuego estaba en el ombligo de la tierra, el agua sería un vientre materno (representado bajo la forma de un círculo de jade), la creación del hombre se dio por la integración del agua y del fuego, pero el movimiento se generó por la ruptura entre el fuego y el agua. Su universo cambia, se transforma en el tiempo. Vivían en el quinto sol o edad del sol en movimiento, los cuatro soles anteriores fueron las edades de la tierra, aire, fuego y agua, el quinto sol surgió del sacrificio, de la sangre de los cuatro dioses.
Pero la transformación es antónimo de permanencia, el cambio es inseguridad; la filosofía es vivir aferrados a la vida, ya que ignoraban cuándo sería el final de los tiempos. El movimiento permite la trascendencia.
La combinación de los cuatro elementos básicos socorre la vida. El aire y el fuego son los elementos masculinos y activos, el agua y la tierra son los femeninos y pasivos.
Dualidad
Lo masculino y lo femenino, expone una dualidad, dada en dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias. Forma un equilibrio dinámico: se transforma. El verano es masculino, el otoño es masculino transformándose en femenino, la primavera es femenina transformándose en masculino y el invierno es femenino.
Platón definió una dualidad con dos mundos: el mundo sensible de la materia (temporal y mudable) y el mundo inteligible de las ideas (eterno e inmutable).
Para Aristóteles se define entre el Bien y el Mal; para Kant era entre la razón pura y la razón práctica.
Para usted ¿cuál es su dualidad?
Todo complementa, todo es necesario y todo está unido.
Tlasojkamati: gracias
@lazoazul