El obispo José María de la Torre Martín, en sus periódicas conferencias de prensa no pierde la oportunidad de difundir sus proclamas religiosas y debatir los asuntos políticos de la entidad, protegido por un gobierno deliberadamente omiso en cumplir y hacer cumplir la constitución, especialmente con lo relacionado al carácter laico del estado mexicano. Tan contento está el jefe de la iglesia católica de la Diócesis de Aguascalientes con los gobiernos emanados del PRI que siempre hay un lugar en su apretada agenda pastoral para cumplir las constantes invitaciones del Gobernador, quien ha dispuesto todas las facilidades para que Radio y Televisión de Aguascalientes ofrezca cobertura especial a las actividades eclesiásticas a las que convoca el obispo que ese medio de comunicación del estado ya parece Radio y Televisión Diocesana.
Con tal respaldo oficial, el obispo de Aguascalientes, se ha convertido en el gran legislador, al grado de utilizar a diputados del PRI para impulsar iniciativas como la “Ley Antiaborto” violatoria de los derechos fundamentales de las mujeres y contraria a la Constitución federal al definir a la persona como “todo ser humano desde su concepción hasta su muerte”, con todo y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya desestimó los recursos de inconstitucionalidad presentados por la PGR y la Comisión Nacional de Derechos Humanos en contra de la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
El activismo político del clérigo nacido en Pegueros Jalisco ha sido determinante en asuntos públicos controversiales como aquél en que ordenó al entonces presidente municipal del PRI en Encarnación de Díaz Jalisco, Raúl Fermín Gutiérrez, que destruyera el mural Evolución del factor femenino pintado en el auditorio municipal de esa localidad, cuyo clero depende de la diócesis de Aguascalientes, debido a que la obra mostraba imágenes “obscenas y aberrantes”. Nadie ignora el “concordato” existente entre los “pepes” José María de la Torre Martín y José Carlos Lozano de la Torre, obispo y gobernador de Aguascalientes para quienes les vale un cacahuate el hecho histórico que dio carácter pluralista y secularizado a la vida mexicana y que pueden revertir a su antojo, trasgrediendo impunemente las leyes republicanas en franco desafío al orden constitucional. El concepto de Estado Laico es una realidad que el ejecutivo del estado no puede negar aunque ignore su carácter sociológico y su arraigada manifestación cultural que prioriza la libertad de conciencia y la no imposición de normas y valores morales particulares de ninguna religión. Es patético que el gobernador José Carlos Lozano de la Torre utilice como un soldado de su partido al obispo de Aguascalientes y éste ni tardo ni perezoso pepene los grandes privilegios que el PRI-Gobierno le garantiza a cambio de su activismo a favor del partido en el poder que ha sido a todas luces mucho más generoso que los gobiernos del PAN. No fue gratuito ni producto de la casualidad el despliegue informativo que en pasados días los medios de comunicación en la región centro occidente dieron al comentario del obispo de Aguascalientes relacionado con la exigencia del prelado para que el PAN y el PRD explicaran a la población el beneficio de su alianza electoral por aquello de que la lógica dice: “somos contrarios pero no contradictorios, y cuando hay elementos contradictorios, el que se sostiene tiene que eliminar al otro, y cuando son elementos contrarios, no necesariamente va primero la eliminación, sino una negociación en la que tú ganas si yo gano”. Lo que nunca ha explicado el obispo de Aguascalientes a la ciudadanía son los acuerdos que ha pactado como rector de su diócesis con los gobiernos en turno, en particular con el PRI. Los que lo conocen de cerca aseguran que falta poco para que el obispo ordene pintar en los atrios de los templos bajo su jurisdicción la leyenda usada en el proceso electoral pasado en innumerables colonias de Aguascalientes: “ territorio 100% PRI”. Todos anhelamos que a pesar de las amenazas de excomunión del Obispo de Aguascalientes y su sacristán José Carlos Lozano de la Torre contra sus adversarios, Aguascalientes el próximo 7 de julio amanezca con un: “Territorio 100% libre del PRI”…Así sea.
Da pena que haya cínicos curas que sabiendo su historial criminal de su religión, esa religión antes mataba a científicos, a judíos, a musulmanes, a protestantes, a médicos, a astrónomos, a mujeres emancipadas, a gatos, a cerdos que “hablaban”, a hechiceros, a echadores de cartas como tarot, esa religión que explotó a los indios para enriquecerse, que les esclavizó a sus hijos indios, que abusó sustituyendo a los dioses y diosas indígenas por santos, santas y vírgenes y leyendas falsas y cuentos bobos, está muy mal situada para abrir la boca y hablar de moral, siendo que la moral que tuvo la Iglesia con sus guerras, invasiones, genocidios como alianzas con Hitler para matar a judíos y a homosexuales y negros, como la alianza con Benito Mussolini, alianzas con los gringos para matar a comunistas en el Cono Sur “Plan Cóndor”, esa religión tiene un historial genocida, criminal, sus verdugos que cortaban manos y cabezas como las de los Héroes Patrios para ponerlas en lanzas para domesticar a las gentes, esos sacerdotes que se alieron con los gringos para invadir a México, estos curas y sacerdotes mejor deberían de aceptar que son lo peor de las sociedades.