- Prácticamente vivimos en una sociedad sin Estado, se omiten responsabilidades: Jorge Velázquez
- Los ciudadanos incluso confían más en grupos delincuenciales, que en la policía
El Estado mexicano nos ha dado muestra de los niveles de descomposición en los que se encuentra al haber renunciado al gobierno, a la soberanía y a las tareas fundamentales del Estado, como la seguridad, la salud y la educación, por lo que los mexicanos estamos viviendo en una sociedad sin Estado, así lo dijo en entrevista para La Jornada Aguascalientes, Jorge Velázquez Delgado, profesor investigador del área de Filosofía de las Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro del sistema nacional de investigadores.
“Prácticamente vivimos en una sociedad sin Estado, en la que solamente se está cuidando que no se venga abajo el edificio… pero nuestro Estado mexicano se ha convertido en un cascarón, es lo que hemos encontrado en quienes cuentan con un modelo económico neoliberal, que no sólo sucede en México, sino que pasa en diversas parte del mundo en las que sólo se trata de socavar la soberanía”
Para el especialista en filosofía política, algunas muestras de la pérdida de la soberanía del Estado son: modificar las leyes con la intención de entregar parte de lo que nos pertenece, transferir lo que es nuestro (soberanía) a las grandes empresas transnacionales, por lo que en conclusión se encuentra que lo que algunos quisieran tener es un magno Estado, pero con la batuta de los países imperialistas.
“El Estado mexicano no cumple desde muchos puntos de vista, repito, lo que se está tratando es solamente de mantener el cascarón, o sea darle una pintadita por allá por acá, mantener a ciertos grupos contentos, sobre todo a la gran burguesía transnacional y a algunos sectores como las universidades, ya que tienen una gran capacidad de movilización, que llega a ser impresionante”.
Uno de los ejemplos de las fallas que ha tenido el Estado, es que ha dejado de hacer tareas obligatorias, como brindar seguridad a la población, ya que esto incluso se lo ha dejado a la delincuencia organizada, lo cual es un fenómeno interesante, pero que ha abierto ampliamente la discusión de cuál será la función de nuestro Estado.
“Muchas personas inclusive ya se acercan más con los grupos de la delincuencia organizada que a los cuerpos de seguridad pública, ya que son los sectores que se encuentran más corrompidos que nada, entonces qué caso tiene acudir a los jueces si con un plumazo van a decidir lo que quieran o lo que a ellos convenga”.
Foto: Gilberto Barrón