Estimado lector, esta semana quedó en estado pendiente la reforma financiera, la primera de las últimas grandes reformas de este gobierno.
Sigo percatándome que hay en los medios, en las redes sociales y en las pláticas de sobremesa, un encono, contra Peña Nieto. Se le tilda de torpe, inculto, idiota, y otras más. La realidad creo que dista de ser ésa, desafortunadamente, el Presidente ha tenido ciertos detalles que lo que hacen a los ojos de las personas es corroborar ese pensamiento, baste ver lo ocurrido en China en la conferencia de prensa conjunta.
Pero quiero el día de hoy dimensionar lo ocurrido en los últimos seis meses del gobierno de Calderón (cuando ya estaba electo Peña Nieto) y lo que va de este sexenio.
Gracias a este periodo, se han conseguido grandes reformas en el país, para muestra de algunas, tenemos la reforma laboral, que si bien es cierto no es la mejor del mundo, sí ha dado muestras de que se va a flexibilizar el mercado laboral y las condiciones de trabajo son más justas tanto para los trabajadores como para los patrones.
Por otro lado, se han hecho gracias al famoso “Pacto por México” varias de las reformas necesarias en el país de una forma más rápida y eso da de qué hablar bien tanto de la oposición como del gobierno en turno.
De hecho se logró una reforma educativa y no sólo eso, sino que se encarceló a la lideresa “eterna” del Sindicato de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo. Aún hay problemas sobre todo en regiones del sureste del país debido a esta reforma, pero más bien hay otros intereses atrás de estos grupos que se están manifestando, muchos comentan que atrás del CETEG está la mano de Marcelo Ebrard, el cual ha intentado poner en mal lugar a Mancera como jefe del Distrito Federal.
Pero bien, eso es el pasado, faltarán las leyes complementarias, reglamentarias y conexas para que estas reformas vayan adelante, ahora, ¿qué viene?
La primera reforma que se está cocinando es la reforma financiera, la cual está de alguna forma siendo aplaudida y recibida con beneplácito por la iniciativa privada. Dicha iniciativa busca que el país tenga más facilidad de acceso al crédito, además de que las tasas de interés que se ofrecerán para dichos créditos serán más atractivas. Pero esto no será gratuito, implica por otro lado, que se hará más fácil para los bancos poder cobrar a los deudores que caigan en mora y dicha flexibilización puede llevar si no se ataca con cuidado a muchas situaciones indignantes que sean abusos por parte de los bancos (que han demostrado a través de los años que sí son abusivos). Además, esta “flexibilización del crédito puede llevar también a que se otorguen créditos a sujetos que no tienen la posibilidad de pagarlo, y entonces la tan presumida estabilidad financiera del país puede llevar a excesos como los vistos en Estados Unidos en el 2008–2010 y que se pierda la estabilidad.
Además de esta reforma viene la reforma del seguro social. Ya se hizo una primera reforma mediante la cual las prestaciones ya son parte de los salarios integrados de los trabajadores y con esto se evita un “desfalco” al seguro social. Pero los mismos diputados y senadores saben que falta hacer más que sólo eso en seguridad social. Una de las propuestas es que las mismas empresas puedan dar la seguridad social a sus trabajadores que sea equivalente a la pública. Esto haría más competitivo tanto al IMSS como a los Hospitales privados, que muchos de ellos la verdad se comportan como si fueran más bien hospitales salidos de libros de Stephen King, de verdadero horror.
Además viene la reforma fiscal, necesaria y que insisto, además de que permita que el gobierno pueda acceder a más recursos, debe sobre todo procurar que el pago de impuestos sea más fácil y sencillo PARA TODOS, ya que actualmente es un verdadero calvario pagar impuestos. Muchos contribuyentes caen en defraudación fiscal por omisión, o desconocimiento de ciertas reglas que no están contempladas en la ley, sino en circulares que emite la autoridad.
Qué bueno que el país vaya adelante en las reformas que se necesitan para salir adelante. Lo que es indignante es leer y escuchar a los analistas que se dicen “financieros”, que durante décadas estuvieron diciendo que México tenía todo para crecer pero que sólo le faltaba aprobar las reformas estructurales, mismas que en este sexenio se están aprobando, ahora decir que la aprobación de las reformas no es todo lo que se necesita para salir adelante, que además de las reformas tiene que venir una aplicación de las mismas de forma tal que ahora sí se pueda decir que el país va a crecer.
No queda más que ignorar mejor a los especialistas “financieros” que sólo ven el vaso medio vacío, para ahora sí, creer que se puede, y que vamos a crecer.
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