- Los mexicanos tienen un fuerte sentimiento racista con los centroamericanos: Regina José
De visita en Aguascalientes, ciudad testigo de un constante paso de migrantes centroamericanos que se van entre los vagones del tren para llegar al norte, la artista plástica Regina José Galindo narró cómo a través de una beca llevó a cabo, en su natal Guatemala, el Curso de preparación para hombres y mujeres que viajarán de manera ilegal a los Estados Unidos.
El “curso intensivo” de 10 días, refirió, además de patentizar los peligros a que los ilegales se someten, también constituyó una crítica hacia el sistema político y económico que obliga a las personas a dejar el terruño.
De la mano de un coyote y un experto en deportes extremos, ideó una plataforma donde “ellos aprenden a orientarse con el sol, a hacer refugios con materiales muy precarios, a hacer fuego con o sin pedernal, a cómo atravesar ríos, cómo defenderse de escorpiones, alacranes y serpientes que son los animales ponzoñosos que más se encuentran en el desierto, qué es lo que deberían llevar en la mochila, porque es impresionante ver que hay mujeres que van con su bolsa y sus tacones”.
Durante la preparación, uno de los consejos que el coyote dio a las migrantes fue la portación de un número importante de preservativos:
“Les decía: [lleva] muchas cajas de condones porque te van a violar, así que pídele a los violadores que usen condón porque tú tienes sida, o te inventas alguna historia”.
Así, el grupo de 11 personas que partió el 15 de enero de Guatemala también fue adiestrado en actividades de alpinismo.
Regina José, ganadora del León de Oro en la bienal de Venecia (2005), señaló que se buscaba elevar el autoestima de sus compatriotas al “poder decir: pinches gringos, no han terminado de construir su muro y nosotros ya sabemos cruzarlo”.
Mientras mostraba fotografías y hablaba de su obra con estudiantes universitarios, aprovechó para abrir un paréntesis:
“No sé si ustedes saben que para los guatemaltecos que cruzan hacia Estados Unidos es una tortura el viaje. Pero la parte más dura del viaje es México; de hecho los mexicanos tienen un fuerte sentimiento racista con los centroamericanos. Cientos de guatemaltecos han sido asesinados en su tierra, así que está en sus manos esta empatía para comentar, hablar, decir, hacer sentir al otro mexicano que los guatemaltecos somos los mismos que ustedes. No hagamos la pesadilla más grande, el racismo no nos lleva a nada”.
En 2008 la artista ejecutó el performance America’s family prision.
Se trasladó a la Unión Americana para rentar una microcelda que no supera las dimensiones de un transporte para un par de caballos. Una vez que el aparato quedó instalado en un museo, se encerró durante tres días con su esposo y su pequeña hija.
“Cuando me invitan a hacer un trabajo allá empiezo a investigar y encuentro que en todos los estados fronterizos están las famosas prisiones privatizadas estadounidenses. Estados Unidos entra en crisis y los congresistas encuentran en los migrantes una fuente muy grande de dinero… Sale esta nueva ley H1-47, donde dice que todo centroamericano que cruce la frontera es un criminal y, previo a deportarlo, tiene que ser encerrado en estas prisiones durante mínimo tres meses y máximo tres años”.
José manifestó que dichas celdas sobre ruedas pertenecen a los directivos de marcas como Nike, Starbucks y Mc Donalds, así como a diversos miembros del gobierno.
Los migrantes ilegales capturados “son obligados a trabajar gratuitamente; les dan 25 centavos al día… lo que hacen es pegar suelas de Nike, hacer vasitos de Starbucks, trabajar en computadoras, y luego los deportan”.
En la obra de esta guatemalteca siempre está presente la crítica política y social.
En el pasado se colgó de un puente para leer poesía a un público que por el azoro y la distancia sencillamente no podía escucharla. Con este acto metafórico, dijo, trató de retratar el silencio que prevalece sobre la opinión de las mujeres.
Para punzar sobre la pretensión del dictador Efraín Ríos Montt, quien en 2003 modificó la Constitución de Guatemala para buscar nuevamente la Presidencia, Regina José compró dos litros de sangre humana en un hospital, humedeció sus pies en ella y caminó desde el Palacio Legislativo hasta el de gobierno.
“Supongo que al ser un acto de resistencia pasivo y poético los policías y el Ejército no hicieron nada, mientras tanto por otro lado había otras manifestaciones mucho más agresivas que fueron contenidas de forma violenta… a través de la poesía o de otras manifestaciones uno puede tener más alcance, simplemente les parecía que era algo extraño y no detuvieron el performance”.