La Cruzada Nacional Contra el Hambre, el programa insignia de Enrique Peña Nieto, no es más que un proyecto asistencialista y electorero genéticamente desarrollado por el PRI y sus connotados hambreadores que ahora cobran la factura al gobierno impostor a cambio de “galletitas” que quitarán el hambre, no de los mexicanos, sino de las empresas trasnacionales que se llevarán a sus bolsillos miles de millones de pesos. Walmart y Soriana serán los grandes proveedores de despensas para los más de 7 millones de mexicanos hambrientos que habitan los 400 municipios seleccionados por el PRI. El cuento de Peña Nieto de que para transformar la realidad de pobreza y hambre en la que viven millones de mexicanos se requiere elevar la productividad del campo mexicano, es eso, puro cuento. Lo que no nos dice es que para lograr esa productividad, falta agua, técnica, crédito, organización, seguridad y el precio justo de los productos del campo. Del campo mexicano no saldrán los alimentos que las trasnacionales convertirán en atole y galletas. La pobreza extrema que sufre México ha lidiado con la desnutrición y obesidad que esas mismas empresas de alimentos que hoy quieren salvar del hambre a los mexicanos han provocado. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) 1.3 billones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician cada año en el mundo con el consabido derroche de agua, tierra, energía, mano de obra y capital. Con la explotación de recursos naturales en la producción de alimentos se emiten gases de efecto invernadero que agravan el calentamiento global y el cambio climático. Se estima que el costo por las pérdidas o desperdicio de alimentos en los países industrializados asciende aproximadamente a 680 mil millones de dólares y en naciones en vías de desarrollo a 310 mil millones de dólares. Sólo con los alimentos que actualmente se pierden o desperdician en América Latina se podría alimentar a 300 millones de habitantes de toda la unión americana, misma cantidad que sufre pobreza y hambre en el continente americano de acuerdo a cifras de la Organización de Estados Americanos. Bajo este contexto surgen las iniciativas mundiales: Save food (Ahorra Alimentos) y Think. Eat. Save. Reduce your foodprint (Piensa. Aliméntate. Ahorra. Reduce tu huella alimentaria) promovidas por la FAO, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los organizadores de la feria comercial alemana Messe Düsseldorf y el programa Hambre Cero dado a conocer en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río + 20) celebrada en Río de Janeiro Brasil en junio de 2012, cuyo objetivo es reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos que provocan consumidores, minoristas e industria hotelera, acelerando las medidas con una visión global a través de un portal de intercambio de información (www.thinkeatsave.org) que logre sistematizar las múltiples y diversas iniciativas que surjan de todas partes del mundo y que ayuden a identificar y modificar patrones de consumo y producción de alimentos que eviten su desperdicio. De acuerdo a datos oficiales de la FAO, casi un tercio de todos los alimentos que se producen en el mundo tienen un valor cercano al billón de dólares y se pierden o se desperdician en los sistemas de consumo alimentarios en sus etapas de producción, recolección, procesamiento y distribución. “El 20 por ciento de las tierras cultivadas, el 30 por ciento de los bosques y el 10 por ciento de los pastizales están en proceso de degradación. A nivel mundial, han desaparecido el 9 por ciento de las reservas de agua dulce y el 70 por ciento de este recurso se destina a la agricultura de regadío. La agricultura y los cambios de uso del suelo, como la deforestación, contribuyen al 30 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.” En México no existen estudios serios sobre el desperdicio de alimentos. La Cruzada Nacional Contra el Hambre es una mala copia de los programas que ha implementado la ONU y organismos internacionales públicos y privados y poco o nada tiene que ver con el pensar, con la alimentación y con el ahorro de los mismos. Los hechos de Veracruz lo dicen todo…