Apreciables lectores, quiero agradecer el tiempo que se toman para leer un poco de mis editoriales y aún más a quienes comparten conmigo su opinión al respecto; a favor o en contra, pero siempre halagador su comentario. Ofrezco una disculpa a quien quisiera encontrar en mis artículos solamente textos de política, elecciones o del servicio público, pero soy un convencido de que para que las cosas cambien, debemos cambiar primeramente nosotros.
Nosotros, los que dejamos el tiempo pasar, con la idea de comenzar el cambio mañana, quizá después. El lunes ahora sí voy con todo, solemos decirnos. Y siempre lo postergamos. Pasan los días y nada, transcurren años y volteamos a ver lo que tenemos, lo que dejamos ir, las oportunidades perdidas y muy probablemente llega ese sentimiento que dice: “Aquél era el tiempo para empezar a cambiar”.
Resulta una sorpresa para todos, saber que realmente cada uno de nosotros, sea cual sea nuestra posición y condición; todos tenemos la capacidad de hacer que las cosas que queremos sucedan. Es una habilidad natural que sí funciona, pero que de manera frecuente la damos por obvia.
Dicha virtud la usamos todos los días, para hacer que las pequeñas cosas pasen. Ahora sería oportuno empezar a pensar en grande, generar ahora que cosas más importantes ocurran. Ustedes marquen su meta a largo plazo lo que anhelan, lo que más les gustaría lograr. Comprendo que de pronto sea abrumador, mirar de frente y ver todo eso que falta para conseguir el bienestar, obtener esa meta lejana puede parecer algo que no es para nosotros, pero ¿ya se dieron cuenta? miren muy de cerca, observen que las grandes cosas están conformadas de muchas metas pequeñas. Sólo es cuestión de dar el primer paso.
Uno piensa que sólo las personas con grandes capacidades, quienes poseen habilidades especiales o que la gente de mejor familia, los más inteligentes, los guapos y las delgadas y hermosas son las personas que consiguen lo que quieren. Pero cuando analizamos los casos de éxito nos daremos cuenta que simplemente son personas que actúan y hacen. Quienes no esperan a que pasen las cosas, sino aquéllos que las generan. Hay tres grupos de personas, lo dijo Nicholas Butler: Los que hacen que las cosas pasen, los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó.
Actuar, ponerte en movimiento, hacer lo que tienes que hacer. He ahí la clave. Y con el actuar debe venir el hábito de hacerlo, digo no se obtienen las cosas bien y a la primera, una vez iniciado el camino hay que seguir.
Así pues, podemos empezar a trazar nuestros grandes objetivos con pequeñas acciones, podemos entonces comenzar un nuevo proyecto, echar a andar ese negocio que tanto hemos soñado, ahorrar dinero para las vacaciones o comprar ese carro que nos gusta. Podemos comenzar por bajar de peso, tener una vida saludable, condición física, jugar con nuestros hijos, pasar más tiempo con nuestras familias. Todo es posible si tan sólo dejamos de lado ese conformismo o ese autosabotaje y nos ponemos en movimiento.
¿Qué tal generar un cambio aún mayor? Uno que tenga la capacidad de beneficiar a muchas personas, uno que haga que Aguascalientes sea una mejor ciudad. Va de la misma forma, juntos cada uno con sus metas individuales, podemos conseguir un mejor lugar para vivir, juntos tendríamos la fuerza, aportando cada quien su voluntad, para lograr esa mejor sociedad. Actuando unidos tendríamos una ciudad más segura, más limpia, con mejores servicios y mejores servidores. No es tan complicado, sólo es cuestión de empezar y ponernos en movimiento.
Hoy precisamente, me encuentro en la lucha, en la aventura, en esta durísima tarea de hacer lo que tengo que hacer y con ello generar que las cosas pasen. Les aseguro que esta labor no es una día de campo, que nadie viene a regalarnos nada, que ni siquiera se puede esperar a que las personas te reciban con una sonrisa, por el contrario, debemos luchar, exponer nuestras ideas, debatir con firmeza y mostrar que venimos hasta este punto, que estamos aquí con un proyecto de cambio, con un ideal de ir todos juntos, cada quien a su modo, con su muy particular forma de hacer las cosas, desde su trinchera, con sus recursos, vamos a unir voluntades para hacer que las cosas pasen.
Al final, espero decir después de todo lo que nos ha costado que todos juntos haciendo lo que nos corresponde, hemos decidido dar un paso más y que con ello estamos ya más cerca de lo que ansiamos lograr. Que con la suma de muchos objetivos pequeños, conseguimos uno grande para todos.
Está de más esperar a que las condiciones sean perfectas. Difícilmente lo serán. Será complicado que hoy empieces de la nada a cambiar, será complicado que hoy salgas a correr, que difícilmente comenzarás a ahorrar esa cantidad que tanto necesitas. Las condiciones siempre son complicadas. La inseguridad aumenta, la economía no mejora, el mercado sube cada día más, la situación puede no ser la mejor, pero juntos, sumando pequeñas metas, grandes voluntades y mucho, mucho esfuerzo, podemos generar esa oportunidad de cambio, ese momento de hacer que las cosas buenas pasen, cada día es la oportunidad de hacerlo, ahora, hay que aprovecharla y ponernos en movimiento.
Suele pasar, recuérdenlo, cuando transcurre el tiempo pensamos que el pasado era el momento para actuar, para cambiar las cosas. Luego vienen las lamentaciones, los hubiera, los quisiera haber hecho… Podemos evitar ese sentimiento, simplemente hay que actuar hoy, el mañana es ahora y no debemos dejarlo pasar. Hoy vivimos en el tiempo de hacer que las cosas sucedan.