Cuando Hugo Chávez salió por última vez de Venezuela para ser tratado en Cuba del cáncer que acabó con su vida, estaba convencido de que regresaría a la tierra de sus mayores sin más esperanza que morir con los suyos. Sabía de antemano que su muerte provocaría dolor a su patria, beneplácito a sus detractores e inmensa alegría a las oligarquías neoliberales. En México por obra y gracia del duopolio de las televisoras, se construyó la imagen caricaturizada de un Hugo Chávez autócrata, bravucón, dictatorial, ignorante, populista y dictatorial. Nada más lejos de la realidad y la verdad histórica de un hombre que entre luces y sombras supo construir con capacidad y talento propios, una república con un programa socialista vinculado a la transformación de las sociedades latinoamericanas y caribeñas, haciéndolas más democráticas, justas, cultas, participativas y solidarias. La Venezuela de Chávez se ve reflejada en la reindustrialización alcanzada, en los niveles de educación populares, en la infraestructura civil, en la comunicación satelital, en la agricultura y la vivienda, favoreciendo el desarrollo nacional del que ahora el pueblo venezolano puede dar testimonio. Una de las grandes decisiones tomadas por Hugo Chávez desde que asumió el poder en materia de soberanía energética, fue reforzar la Organización de Países Exportadores de Petróleo, organizando en el año 2000, en la ciudad de Caracas, la Conferencia de Jefes de Estado pertenecientes a la OPEP con el objetivo de diseñar una nueva estrategia en la producción del petróleo y lograr contener la rapacidad de las grandes corporaciones petroleras comandadas por Washington, mismas que se encargaban de fijar los precios del petróleo en el mercado mundial muy por debajo de los costos de producción. La visión geopolítica del comandante Chávez logró darle al oro negro venezolano la rentabilidad y la ganancia que potencias extranjeras se llevaban consigo gracias a la teoría neoliberal del menor esfuerzo. Deslindarse del viejo colonialismo estadounidense y europeo le significó a la Venezuela chavista afianzar sus alianzas con China, Irán y Rusia, neutralizando las amenazas golpistas y maniobras desestabilizadoras de los detractores de la revolución bolivariana. El Presidente Hugo Chávez utilizó como nadie lo ha hecho en la historia reciente de América Latina, inspirado en el ideal bolivariano de la unidad de la “Patria Grande” de Hispanoamérica, la diplomacia como un instrumento de la política internacional para propiciar la integración y solidaridad de la tierra que lo vio nacer con países hermanos. Organizó con Fidel Castro la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (Alba) que acabó enterrando el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) nacido en Miami, Estados Unidos como una extensión del TLC con el propósito de reducir los aranceles a las exportaciones del continente americano, excluyendo obviamente a Cuba por mandato del Capitolio. Impulsó la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con el objeto de promover la integración y desarrollo de los países latinoamericanos. Diseñó el Acuerdo de Cooperación Energética denominado “Petro-Caribe” en alianza con países del Caribe para venderles petróleo venezolano en condiciones de pago preferenciales. Este acuerdo que incluye además del petróleo, gas, electricidad, tecnología, infraestructura y aprovechamiento de fuentes de energía renovables, eliminó el intermediarismo y los abusos de buques extranjeros acostumbrados a ofertarles a las naciones caribeñas el barril de crudo a precios sumamente excesivos. La reducción de asimetrías en los procesos de integración regional también interesaron a Hugo Chávez y ayudó a consolidar la Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas concebida con el propósito de eliminar las desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida a través de la participación efectiva de los pueblos del cono sur, prolongando, más allá de los límites continentales de América, su quehacer diplomático al asumir la titularidad de la Secretaría Permanente del Foro de Cooperación África América del Sur, ASA, recientemente ratificada en la III Cumbre de ese organismo, realizado en Guinea Ecuatorial. Si de algo es ejemplo en América Latina la República Bolivariana de Venezuela es en la libre autodeterminación de su pueblo, en la que un militar, comandante en jefe de las fuerzas armadas, no necesitó nunca sacar a su ejército a las calles para contener la peor violencia que se ejercen contra el pueblo: la miseria. Ciertamente, Venezuela vive y la lucha sigue.
buena reflexion sobre lo realizado por HUGO
CHAVEZ, por lo menos hace 600 años le regalamos a los españoles franceses, gringos nuestros recursos naturales, mano de obra. y los españoles nos quitaron un lenguaje de miles de años por un español que algunos defienden, para otros esto es natural y para otros lo odiamos por la imposion y colonizacion y todo lo que representa.
si vemos las películas antiguas y hacen un análisis vez toda la influencia española, capital, famosos artistas mexicanos combinados con españoles, el trama de la película, imágenes la construcción del escenario.