¿Qué significa el 18 de marzo para los mexicanos? Lo más que se llega a decir es que el presidente Lázaro Cárdenas expropió el petróleo, cosa que para las nuevas generaciones es un asunto nebuloso debido tanto a la cancelación de la formación cívica e histórica por el actual sistema reaccionario de enseñanza, como por las señales confusas con que aturde en forma continua y permanente el neoliberalismo extranjero pero también sus cómplices nacionales, ya sean neoliberales privados o contrarrevolucionarios en el poder, por todos los medios masivos de información a su servicio.
CARDENISMO. La expropiación petrolera no fue un hecho aislado ni casual; fue la culminación de la aspiración del pueblo mexicano por alcanzar la justicia social plasmada por la Revolución en la Constitución Política de 1917, tan anhelada durante 400 años de saqueo despiadado y salvajes agresiones imperiales. A esa suprema época liberadora comprendida entre 1934 y 1940 se le conoce como Cardenismo porque corresponde al sexenio presidido por Lázaro Cárdenas.
SOBERANÍA. El término que sintetiza esa lucha de liberación intrépida pero organizada se llama soberanía, porque por primera y única vez en su historia el gobierno de México sometió su actuar en política al interés económico de sus ciudadanos más empobrecidos que como uno apoyaron a su presidente, única forma de mantener al margen de sus propias decisiones a los imperios siempre al acecho.
Independientemente de que jamás perdió en su actuar la visión de conjunto, Cárdenas centró su mandato en dos puntos esenciales de la soberanía patria: la soberanía alimentaria y la soberanía energética, complementadas con la nacionalización de la empresa ferroviaria, medio de transporte masivo y barato indispensable para la distribución de alimentos, materias primas y productos manufacturados.
INSTITUCIONES. Cárdenas no partió de cero. Aprovechó lo más positivo de los regímenes anteriores, como el Banco de México creado en 1925, o la Nacional Financiera que en 1934 empezó a cumplir sus funciones como institución de fomento. Muchas leyes promulgadas durante su mandato sustentaron jurídicamente el desarrollo económico: ejemplares fueron la de Expropiación; la del Banco Nacional de Crédito Ejidal; la de Sociedades Cooperativas, garante de la participación social en la producción y el consumo, etc.
NACIONALISMO. Aunque este término es polémico, Cárdenas fortaleció el sentido de identidad nacional desde el campesino indígena hasta el trabajador intelectual pasando por sectores como el cinematográfico, con la clara intención de involucrar a todo el pueblo en el desarrollo del campo, del comercio, del despegue industrial y del sector servicios para convertir a nuestro país en un participante dinámico de la economía mundial; estimuló el sindicalismo y la creación o adaptación de instituciones políticas y sociales como el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), centrales proletarias como la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) con su poderoso sector magisterial y otros similares, que constituyeron la base del apoyo multitudinario a la política presidencial a la que hasta la iglesia católica se sumó, sin olvidar a la iniciativa privada cuyo desarrollo garantizó con la actualización de la Ley de Cámaras de Comercio e Industria.#
SOBERANÍA ALIMENTARIA. Fue así que se hizo posible la real y efectiva distribución de la tierra entre los campesinos que, de peones de los grandes terratenientes, se convirtieron en ejidatarios poseedores de los productos que obtenían de la parcela para alimentar a sus familias; con la venta de lo sobrante eran capaces de adquirir productos de las pequeñas industrias que empezaron a surgir al contar con la demanda de ese nutrido mercado interno, exactamente igual que como sucedió con las reformas agrarias inglesa, estadounidense y de todos los países que sin ella no hubieran podido industrializarse.
Así fue como México no sólo sostuvo por muchos años la autosuficiencia alimentaria, sino que incluso fue capaz de exportar excedentes.
SOBERANÍA ENERGÉTICA. Y fue así también como se hizo posible la creación de la Comisión Federal de Electricidad y la expropiación de la industria petrolera en poder de las potencias que insolentes retaron al gobierno, el que, por el contrario, en forma prudente pero firme la sustentó en un prístino procedimiento legal imposible de rebatir en los tribunales internacionales.
En efecto, los imperios Británico, Estadounidense y de los Países Bajos, dueños de las principales empresas expropiadas el 18 de marzo de 1938, imposibilitadas para dar marcha atrás por medios legales, desmantelaron las instalaciones, retiraron a su personal técnico e impusieron un embargo comercial sobre todo de maquinaria y refacciones, pretendiendo que el gobierno mexicano, al declararse incapaz de extraer petróleo de aquellos pozos inutilizados, les pidiera de rodillas que regresaran.
(Concluye la semana próxima)
Aguascalientes, México, América Latina