Rosas de marzo / Cocina Política - LJA Aguascalientes
15/11/2024

 

Las mejores floraciones de las rosas son en primavera y en otoño. Aquí le dejo a Ud. dos rosas para este mes de la mujer.

Valentina Rosendo ¿Perdón? En la montaña guerrerense, frente a su pequeña hija, fue torturada y violada, la joven Valentina Rosendo Cantú. Los hechos ocurrieron en la comunidad de Caxitepec en el 2002, cuando la joven indígena tenía sólo 18 años, sus agresores: ocho elementos del 41 batallón de infantería del Ejército.

Acorde con su nombre propio, y con su dignidad de mujer e indígena, Valentina inició una larga y difícil lucha en busca de justicia. En su lícito reclamo la acompañó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan una organización humanitaria decidida según sus propias publicaciones, a combatir “abusos de poder, extorsión, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, incomunicación al momento de la detención, tortura, tratos crueles y degradantes, desapariciones forzadas, entre otras tantas violaciones a la dignidad humana” que constituyen la vida de los pueblos indígenas de la Montaña y Costa Chica de Guerrero.

Afirman los integrantes del Centro Tlachinollan que “tan sólo en los últimos años, hemos documentado más de 60 casos de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército. En ninguno de ellos se ha castigado a los responsables, debido a que los casos son asumidos por la Procuraduría Militar, imposibilitando un juicio imparcial y garantizando la impunidad”.

Hace más de un año, el 1 de octubre de 2010, tras un proceso lento y penoso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, emite dos sentencias contra el Estado Mexicano, una de ellas por el caso Valentina Rosendo. En 17 resolutivos el Tribunal Interamericano ordena las medidas de reparación del daño, que giran en los ejes de Justicia, Educación y Salud, Indemnización, Reformas Legislativas, Políticas Públicas y Reparaciones Comunitarias, Capacitación y Reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado Mexicano.

El viernes 16 de diciembre de 2011, el Secretario de Gobernación Alejandro Poiré Romero, en un acto público se dirigió a Valentina con un “a usted, a su hija, les extiendo la más sincera de las disculpas por los hechos ocurridos hace casi una década”, y agregó: “el Estado Mexicano reconoce su responsabilidad. Deseamos que para usted, para la pequeña Yeni, para todos sus familiares, este acto se traduzca en una mínima restitución de justicia que contribuya a la reconstrucción de su proyecto de vida”.

Con el reconocimiento de responsabilidad, se cumple con una pequeña parte de las acciones que se le ordenan al Gobierno, pero es sin duda una de las más significativas. Tras de los agravios cometidos en su persona y casi una década de lucha desgastante, la reivindicación pública que conlleva este acto, tiene una carga emocional, legal y moral inmensamente humana.

Falta mucho por recorrer en la ejecución de la sentencia favorable a Valentina Rosendo, pero al menos ya no tiene que enfrentar la burla, el desdén y el cuestionamiento de persona o institución alguna. La razón se ha declarado y le asiste. El Estado Mexicano le ha pedido perdón a Valentina, más, ¿Valentina perdonará al Estado Mexicano?


Mujer-luna. Tiene la dirección electrónica más poética que conozco: relatos de la luna arroba tal punto com. Provocativa y pensante. Feminista y lesbiana. Poeta… Chuy Tinoco.

Como si cualquier cosa deja caer los nombres de la compositora argentina Liliana Felipe, de la novelista Simone de Beauvoir, de la activista Sheila Jeffreys, de la escritora Margarita Pisano o de la investigadora Micaela Di Leonardo.

El feminismo –afirma-, es una visión del mundo. Es un acto de congruencia. Para ser feminista tienes que ser rebelde y alegre.

Con gran conocimiento Chuy habla de las “nuevas masculinidades” y propone modelos diferentes de ser hombre, lo que ella llama “deconstruir el machismo”. Nos propone resignificar el lenguaje, ya que siendo éste una construcción social convencional, lo que no se nombra no existe.

Tristemente, Chuy nos entera de las atrocidades cometidas en contra de la mujer: la llamada violencia de género. Si bien nos habla de avances tanto en acción como en legislación al respecto; nos deja claro que aún falta mucho por hacer.

Es difícil no conmoverse ante los relatos de mutilaciones rituales, castigos corporales y todo tipo de agresiones a su integridad emocional y física que sufren miles de mujeres en el mundo. Pero luego Chuy nos ubica en el ámbito nacional y evoca los feminicidios, el abuso y la prostitución infantil que aquejan a nuestras propias mujeres. Después, la pregunta obligada, ¿también en Aguascalientes?, y la respuesta: ¡Por supuesto que sí! Y nos proporciona detalles de un agudo problema social, que los hidrocálidos bien conocemos, pero evitamos reconocer.

Conversar con Chuy Tinoco es sostener un intercambio inteligente y sensible de ideas. Se queda uno con ganas de ayudarle a cambiar el mundo y de que algún día, la violencia de género sólo sea un relato de la luna.

Le recuerdo que en ésta su cocina, se come, se lee, se estudia y conversa de todo, especialmente de política.

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