México está de regreso
en el mercado estadunidense, en el que ha ganado participación en años recientes a costa de China, expuso un nuevo reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI). El retorno, sin embargo, ha sido determinado por un abaratamiento de la mano de obra mexicana, respecto del costo salarial en China, expuso el organismo.
En el periodo de 2010 a 2012, México ganó participación de mercado en Estados Unidos, en relación con China, en los sectores en que el trabajo desempeña un papel más importante que el capital, como por ejemplo en la fabricación de muebles y accesorios de plomería, calefacción e iluminación
, apuntó.
La clave está en la diferencia de sueldos. En los últimos nueve años, el salario de los obreros chinos se incrementó 20 por ciento anual, medido en dólares, mientras el de los mexicanos se mantuvo estancado, mencionó el FMI.
En 2003 el salario promedio en México fue seis veces mayor que en China, mientras ahora es sólo 40 por ciento (0.40 veces) superior, agregó el reporte, titulado El regreso, publicado este mes.
La dependencia de la economía mexicana del mercado de Estados Unidos no radica sólo en las manufacturas, aunque es más acusada en esta actividad.
Del total de las exportaciones mexicanas, que el año pasado fueron de 370 mil 915 millones de dólares, 78 por ciento tuvo como destino Estados Unidos. En particular, las manufacturas representan 81 por ciento del total de las ventas mexicanas al exterior y, de ese volumen, 78 por ciento tiene como destino el mercado estadunidense, de acuerdo con datos del Banco de México.
A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en enero de 1994, y hasta 2000, la participación de los productos mexicanos en las importaciones de Estados Unidos pasó de 6 a 10 por ciento, de acuerdo con el FMI. Pero la fortuna de México cambió dramáticamente con la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), en 2001
, mencionó el reporte.
La reducción de aranceles en Estados Unidos a los productos chinos, combinada con manufacturas de bajo costo del país asiático, aumentó la participación de los productos chinos en las importaciones estadunidenses de 11 por ciento en 2001 a 29 por ciento en 2009. La participación de los productos mexicanos se mantuvo entre 11 y 13 por ciento, en el mismo periodo.
Entre 2001 y 2005 las exportaciones manufactureras de China a Estados Unidos crecieron a una tasa promedio anual de 24 por ciento, mientras las de México, en un lapso comparable, desaceleraron su tasa de crecimiento de 20 por ciento anual a sólo 3 por ciento, también al año, en promedio, mencionó el reporte.
China fue capaz de desplazar las exportaciones mexicanas en el mercado de Estados Unidos debido a que México perdió su ventaja en varios sectores manufactureros intensivos en mano de obra en los que se había especializado (entre ellos, ropa, máquinas de oficina, mobiliario y equipo fotográfico y óptico). Muchos de los fabricantes que operaban en México buscaron emplazamientos más baratos, entre ellos las plantas maquiladoras, y trasladaron en esos años sus operaciones de México a China
.
El retorno de México
En los últimos años ocurrió un cambio de la tendencia. La participación de las manufacturas mexicanas en las importaciones totales de Estados Unidos aumentó de 11 por ciento a un nuevo máximo histórico de 14.4 por ciento. México ha ido ganando terreno, mientras China lo cede, añadió el reporte del FMI.
El rebote
de las exportaciones mexicanas ha sido determinado, sobre todo, por las ventas a Estados Unidos de productos electrónicos y de telecomunicaciones y equipo de transporte. El sector automotriz es el que contribuyó con el mayor incremento.
El regreso de México al mercado de Estados Unidos refleja una mejora en competitividad del país, así como acontecimientos que hacen más caras las exportaciones chinas, en comparación con las de otros países. El más importante de esos acontecimientos es el ensanchamiento del diferencial entre los salarios de México y China, las ganancias de productividad en México y el incremento en los costos de manejar la carga desde Asia a Estados Unidos
, por el elevado precio del petróleo, añadió.
La diferencia en salarios ha jugado su papel. El hecho de que los sueldos de los obreros del sector manufacturero chino subieran 20 por ciento al año, medidos en dólares, mientras que los de México se estancaron, eliminó la ventaja competitiva
que tuvo China como proveedor de bajo costo de productos manufactureros a Estados Unidos en los años posteriores a 2000, señaló.