El mercado ilegal de medicamentos es un problema global que cada año provoca la muerte de 700 mil personas en el mundo. Requiere de una respuesta de la comunidad internacional, afirmó Anthony Wayne, embajador de Estados Unidos en México. Sobre la situación en el país, Mikel Arriola, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), señaló que los productos ilegales representan 6 por ciento de lo que se comercializa a escala nacional.
La mayoría (88 por ciento) son muestras médicas, medicinas caducas y fraccionadas; 1.8 por ciento son sustancias falsificadas. Por eso, México no es un mercado de medicamentos falsos
, subrayó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que 10 por ciento de moléculas que se venden a escala global son ilegales.
Ambos personajes participaron ayer en el Tercer Foro Internacional sobre el Combate al Mercado Ilegal de Productos para la Salud. Ahí, el embajador Wayne habló sobre el riesgo que representa para la salud el consumo de medicinas ilegales que no contienen los ingredientes activos correctos ni en las cantidades apropiadas. Incluso, dijo, pueden estar contaminadas con tóxicos, como arsénico o raticidas.
Así lo indican estudios que también estiman en 700 mil las muertes que se registran en el mundo por esta causa.
En otros casos, el consumo de productos ilegales puede generar resistencia a la medicina verdadera o ser el origen de efectos secundarios en los pacientes, dijo a los participantes en el foro organizado por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
El diplomático también llamó la atención sobre la incursión de los falsificadores en la fabricación o adulteración de moléculas contra el cáncer, las cuales les dejan mayores ganancias. Lo más grave, apuntó, es que estos productos se pueden conseguir a precios módicos, a través de Internet.
Sobre el tema, el titular de Cofepris anunció que en los próximos meses se presentará un programa nacional de farmacovigilancia en colaboración con el IMSS, mediante el cual los médicos de ese organismo incorporarán a su actividad rutinaria los reportes de efectos adversos de los medicamentos.
También informó que entre las medidas para combatir el mercado ilegal, el organismo a su cargo ha cerrado 450 portales de Internet, en los cuales se vendían medicinas y otros insumos para la salud.
Otras acciones son el incremento en el decomiso de estos productos. Seguiremos usando toda la fuerza del Estado
en esta tarea, indicó.
En los recientes dos años se incautaron 131 toneladas de medicamentos, de los cuales alrededor de 700 kilos eran insumos desviados del sistema nacional de salud; 31 por ciento eran muestras médicas; 30 por ciento, medicinas caducas; 27 por ciento, fraccionadas, y el resto eran piezas adulteradas, maltratadas y las de instituciones públicas.
Aseguró que una alternativa para combatir este flagelo es mantener el control sobre la publicidad en medios de comunicación y ampliar la oferta de medicamentos legales y de calidad, a fin de que bajen los precios y sean accesibles para toda la población. De esta manera los productos ilegales dejarán de ser atractivos para los consumidores.
Por parte de la AMIIF, su presidenta Sandra Sánchez y Oldenhage, reconoció que ha habido avances en la materia, pero son aún insuficientes. Hace falta un diagnóstico confiable sobre el problema, pues sólo se cuenta con información dispersa. Se sabe que se falsifican medicamentos contra el cáncer, VIH, los que suplen deficiencias hormonales, controlan afecciones cardiovasculares y disfunción sexual, apuntó.
Por lo pronto, la AMIIF propuso realizar una campaña nacional de concientización, orientada al consumidor, con la finalidad de que pueda distinguir entre un medicamento original y uno falso, adulterado o caduco.