Las candidaturas independientes contribuyen a la democratización del sistema - LJA Aguascalientes
15/11/2024

 

Javier Aparicio Castillo en conversación con La Jornada Aguascalientes

  • 23 años del IFE, cuatro elecciones presidenciales, tres alternancias, nuestra democracia aún es joven

 

La Jornada Aguascalientes tuvo la oportunidad de charlar con Javier Aparicio Castillo, profesor investigador de la Facultad de Estudios Políticos en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y multieditor de trabajos que se enfocan en el análisis de sistemas y procesos electorales, a quien le cuestionamos principalmente qué es lo que sucede con nuestro sistema electoral, cuál es el estatus del IFE en materia de construcción democrática en nuestro país, así como del impacto que está teniendo la apertura de los partidos políticos hacia temas como equidad y género.

Oscar Delgado (OD): Estamos cercanos a festejar el cumpleaños número 23 del Instituto Federal Electoral, pero al parecer  no vivimos en una democracia plena, en todo este tiempo, no hemos podido dar ese importante paso hacia la democracia, ¿qué es lo que usted encuentra al respecto?

Javier Aparicio (JA): No me arriesgo a utilizar el adjetivo “democrático”, pero para empezar y poner las cosas en perspectiva, podemos pensar en un IFE, que cuenta con más de 20 años de vida y en el que hemos elegido a cuatro presidentes de la República en un marco legal e institucional más o menos confiable, y visto de esta manera somos una democracia joven… Muchos pensábamos que el año 2000 era el punto clave de la democracia, e inclusive llegamos a creer que estábamos ya entrando al siguiente estadio democrático… como transición política vamos bien, pero tenemos que ir aquilatando qué es lo que sucede en cada uno de los procesos electorales, con la intención de ir creciendo con base en las propias experiencias que se vivan.

OD: Qué es lo que está sucediendo con nuestras elecciones, pues posterior a su realización, a todas se les pone apellido, y se dice que fueron elecciones ilegítimas, inequitativas, imparciales, etcétera… calificadas de esta manera principalmente por quienes no están de acuerdo con los resultados, y lamentablemente es una situación que impacta sobre la ciudadanía.

JA: Si buscamos relacionar el que las elecciones son democráticas, por la competencia o lo reñidas que sean, entonces podríamos decir que la de 2006 fue más democrática que la del año 2000, por los altos niveles de participación ciudadana en las urnas y por la disputa que se dio entre los contendientes… pero otro ángulo importante de analizar es el nivel de alternancia que se ha dado entre un proceso y otro, y no debemos perder de vista y tener presente que la de 2012 es la tercer experiencia que vivimos con respecto a la alternancia… en una democracia consolidada inclusive se pierde la cuenta de cuántas alternancias se han vivido, y se llega a ver inclusive como un movimiento pendular con toda normalidad.

OD: Lamentablemente existe preocupación en gran parte de la población por los resultados electorales que se tienen, ¿qué opina acerca de esto?

JA: Yo lo que diría es que debemos de ir entendiendo lo que funciona bien y lo que no funciona de nuestro sistema electoral. La elección del 2012 nos sirve para evaluar el marco legal en materia electoral, en el lapso de 2006-2012 tuvimos una Reforma Electoral de gran calado, cambiaron las reglas de financiamiento, la fiscalización, el modelo de acceso a medios… La evaluación que hago es que debemos de ser optimistas con los avances que tenemos, y el punto de partida fue la elección de 2006, ya que ésta representó el momento de mayor crisis, pues se puso en tela de juicio a todo el sistema electoral, desde el IFE, hasta los tribunales, inclusive se llegó a la toma de calles… pero la realidad indica que en 2012 no vivimos tanta conflictividad electoral y ésa es una luz de esperanza.


OD: Entonces, ¿podemos tener confianza en nuestros procesos electorales?

JA: Las cuestiones que van desde el padrón, la lista nominal, la instalación de casillas, el escrutinio ciudadano de los votos, los recuentos multitudinarios que ahora se hacen y que no cambian los resultados electorales… lo cual habla de que podemos confiar en las elecciones, parece poco, pero hace 20 años no contábamos con eso… y claro, aún nos quedan dudas sobre el respeto que se hace de los topes de gastos de campaña, si el IFE es capaz o no de sancionar a los partidos de forma creíble, y reitero, deberíamos de comparar las quejas que existían hace más de 20 años cuando nace el IFE.

OD: ¿Se justifican las inmensas cantidades de recursos que se destinan al máximo órgano electoral,  y que se entregan con la intención de contar con elecciones supuestamente democráticas?

JA: La parte presupuestal es difícil de evaluar, hay expertos que nos dicen que el gasto se justifica, ya que es proporcional a la desconfianza de la ciudadanía, y como no confían en los procesos, ni en los resultados electorales, se argumenta que hay que gastar hasta que confíen, pero yo no creo que ésa sea la forma correcta de evaluarlo, creo que nos faltan elementos para evaluar exactamente la calidad tanto de la regulación electoral, como de eficiencia y eficacia de lo que hacen las autoridades electorales.

OD: ¿Cree usted que justifique el crecimiento del listado nominal el incremento del presupuesto?

JA: Es cierto, cada  vez se gasta más en la organización de los procesos electorales, pero si se ve en términos reales, el aumento es realmente modesto, incluso se encuentra por debajo del crecimiento del padrón electoral, en los últimos años los aumentos son reales, pero mínimos… La parte presupuestal no ha crecido de forma tan considerable, pero de lo que sí estoy seguro es que el gasto, de manera general, sí ha crecido de forma considerable, ya que los partidos políticos no gastan realmente lo que se les asigna como financiamiento público, para campañas o para sus gastos ordinarios… definitivamente hay un mercado paralelo, hay recursos que son desviados del erario hacia las campañas electorales, y anecdóticamente [nos] hemos dado cuenta que se manejan mucho más recursos de lo que se destina de forma legal.

OD: En estos momentos contamos con campañas que son más persuasivas que informativas, ¿cree usted que sea más importante el convencer que el informar a los ciudadanos?

JA: La razón es que el posicionarse en ciertos temas es políticamente muy arriesgado, como por ejemplo en el tema del aborto, se puede caer en la posibilidad de polarizar al electorado, a unos los convences y a otros los alejas… en la medida en que las elecciones son más competidas, observamos que los políticos se van hacia mensajes blandos y genéricos, con atributos más personales, de los cuales nadie se va a poner en contra, como la honestidad, el compromiso, el esfuerzo, la incorruptibilidad, lo cual a fin de cuentas es una presentación de un candidato simplemente genérica.

OD: En el tema de las candidaturas independientes, a pesar de que sea un tema en el que se deberá de legislar de forma obligatoria en los próximos años, ¿cuál considera usted que es el juego o la importancia que se le debe de dar a este mecanismo de participación ciudadana y por ende a la legislación en la materia de forma inmediata?

JA: Éste es un terreno en el que se debe de ser muy experimentales, pero al menos Zacatecas ya demostró que se puede hacer… pero hay varias formas de hacerlo , sobre todo, la forma en que el legislador federal tome las candidaturas independientes, va a mostrar hasta dónde están dispuestos a respetar este modelo de apertura a la participación de los ciudadanos en los procesos electorales… las candidaturas independientes no son formas de participación que vayan a afectar significativamente el resultado de una elección… los candidatos independientes no tienen muchas posibilidades de ganar, pero aunque no ganen pueden contribuir con la democratización del sistema, lo más rescatable es que se le mete presión a los partidos políticos, y hasta es una válvula de escape idónea para los institutos políticos y a fin de cuentas resulta en una mayor competitividad y una asignación más a conciencia de los candidatos, pero lamentablemente los partidos políticos no lo ven así.

OD: ¿Qué opina acerca de que a pesar de que los partidos políticos han comenzado a establecer estatutariamente un respeto a la equidad de género, estos mismos continúan enfrentándose a la dificultad de reunir la cantidad que se requiere?, pues al parecer a las mujeres les interesa poco la participación electoral.

JA: La cuota de género en México para la elección de diputados o senadores, es un traje que le queda distinto a los diversos partidos políticos… a los partidos más grandes y que han gobernado en la mayoría de los estados, no se les dificulta contar con los cuadros experimentados, por lo que la brecha en materia de equidad de género se complica en los estados, ya que no es lo mismo en el ámbito federal… y lamentablemente los partidos utilizan a las mujeres para cubrir con cuotas en las que ellas cuentan con poca posibilidad de llevarse algún triunfo electoral.

Foto: Gerardo González / LJA.mx


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