¡VIVA EL 24 DE FEBRERO! Los diputados aprobaron por unanimidad la propuesta y dispusieron la colocación de una hermosa placa metálica plateada en el vestíbulo del Palacio Legislativo, develándola en solemne ceremonia el 31 de marzo del 2009. (El retraso de más de un mes se debió a errores cronológicos derivados del desconocimiento jurídico de la rectoría).
QUE SIEMPRE NO. Sin embargo no pasó mucho tiempo para que nos enteráramos de que todo había sido una patraña, porque después de celebrar el 35 aniversario el 24 de febrero de 2009, el mismo rector celebró el 36 aniversario tan sólo tres meses después, el 19 de junio siguiente. Ahora parecía que la UAA había nacido dos veces, pero no: el 24 de febrero del 2010 pasó desapercibido; los administradores de la UAA le hacían saber al Dr. Guel, un mes antes de morir, que su odio lo perseguiría hasta el sepulcro pues para ellos la UAA sólo nació una vez: el 19 de junio.
Además, la famosa placa conmemorativa desapareció del vestíbulo del Congreso como por arte de magia. Así pues todo volvió a la normalidad, es decir, los administradores de la UAA siguen ignorando la verdadera fecha del nacimiento de la Institución.
LOS OLVIDADOS. Ni el Dr. Guel ni la Legislatura les merecen el más mínimo recuerdo, si bien los enaltecieron al juntarlos en el olvido con Jesús Terán, verdadero fundador del Instituto Literario de Ciencias y Artes, base y fundamento de la UAA. Y como los diputados de la XLVIII Legislatura ya no están y los de la LXI nada supieron y ya se van, ninguno parece enterarse de que el Poder Legislativo fue escenario de un lamentable sainete y una burla hacia la sociedad que no había necesidad de hacer. ¿O sí?
NUEVO ANIVERSARIO. Ya en su administración, señor Rector, pasó desapercibido el 24 de febrero del 2011, el del 2012 y también el del pasado domingo, pues por declaraciones suyas, así como por la presentación del programa conmemorativo -difundidos ambos en días pasados- nos enteramos que se están preparando cerca de 200 eventos académicos, culturales y deportivos “para celebrar las primeras cuatro décadas de la institución…” naturalmente “…el próximo 19 de junio, fecha histórica de la fundación de la UAA” como también se afirma en el portal de internet de la misma (http://www.uaa.mx/rectoria/dcrp/?p=10172).
El esfuerzo que se está realizando para llevar a cabo dichas actividades nos parece digno de aplauso; el motivo es otro asunto, porque allí mismo usted afirma: “Queremos que la celebración del 40 aniversario de la UAA sea un festejo que congregue a los aguascalentenses, porque la universidad es la casa de la pluralidad y el conocimiento, es la casa de todos.”
Pero eso, señor Rector, es mentira. Ni la UAA cumple 40 años; ni es plural porque para ello se debe tener respeto a la libre expresión por discrepante que sea, siempre en un diálogo incluyente; ni el conocimiento por el conocimiento es bueno en sí mismo; ni la UAA es la casa de todos mientras existan víctimas de la represión artera ejercida por sus administradores.
Por eso le invito a meditar en lo siguiente: algún día la comunidad universitaria va a recuperar la dignidad y va a poner las cosas en su lugar desfaciendo los entuertos de su accidentado nacimiento; pueden pasar muchos rectores antes de que eso ocurra, pero también puede suceder que alguno de ellos tenga la capacidad, la habilidad y la prudencia necesarias para que ese paso se dé en forma serena, porque Aguascalientes merece una universidad capaz de contribuir a superar la crisis existencial por la que atraviesa nuestra desorientada humanidad, que a pesar de saber que actuamos como una plaga funesta, continuamos destruyendo nuestro propio hogar que es el todavía hermoso planeta Tierra.
Éste, señor Rector, es el verdadero fondo del asunto; la discrepancia no radica en un pleito por una fecha cualquiera o por una justa reinstalación, sino en dos concepciones incompatibles de Universidad: la tara congénita de la UAA con su visión enajenante y mercantil otorgadora de títulos caros para ganar dinero, o la cosmovisión que se debe transmitir al estudiante para convertirlo en un ser que comprenda cuál es su lugar en el Universo y el papel salvador -y por tanto generoso- que debe desempeñar mediante el desarrollo equilibrado de sus potencialidades físicas, cognitivas y axiológicas, para contribuir en paz y en justicia a la supervivencia de la Humanidad a la que pertenece, en armonía con la Naturaleza.
Aguascalientes, México, América Latina.
P.s. Por lo pronto, su acción refleja de bloquear el acceso de mi computadora personal al portal de la UAA -que es público- demuestra lo que siempre he afirmado: la libertad que tanto pregonan sus administradores sólo son soflamas.