Hoy, antes de iniciar mi colaboración semanal, me complazco en felicitar, con motivo de la inauguración de sus modernas instalaciones a los Directivos y a todo el equipo humano de La Jornada Aguascalientes especialmente a los comunicadores sociales y reporteros gráficos que registran diariamente con un altísimo profesionalismo la historia del país, de Aguascalientes, el rumbo de la humanidad, y posibilitan a algunos de sus ciudadanos, como un servidor, un contacto directo con la población.
Felicidades a este periódico que ha sido testigo de excepción de los acontecimientos de un mundo en evolución, sobresaliendo como parte integrante del diario vivir de los aguascalentenses y siendo reconocido por destacar cada hecho noticioso con profundo sentido de objetividad, transparencia y pluralidad. Les reitero mis felicitaciones y mejores deseos de éxitos en los proyectos cifrados por este prestigioso medio de comunicación. Reciban un afectuoso saludo.
El tema que hoy me ocupa es sobre el agua. Para empezar debo decirle que el Presidente de la República realizó un evento con este tema en el cual informó a la Nación sobre el problema del abasto de agua a Estados y Municipios, pues en los próximos años los problemas entre vecinos, municipios, estados y países serán mayores, debido a la escasez del vital líquido así como su calidad para el consumo humano, la cual deja mucho que desear, creándose un problema de dimensiones enormes, y sobre todo que este problema crea descontento social y pone en un predicamento a los gobiernos de los tres niveles.
El estado de Aguascalientes se encuentra en la cuenca hidráulica Ojocaliente-Encarnación de Díaz, Jalisco, la cual es una de las más sobreexplotadas del país, aquí el abatimiento del nivel freático baja entre dos y tres metros por año. Según los últimos reportes se extraen más de 500 millones de metros cúbicos de agua, y a causa de las sequías de los últimos años sólo se recupera, aproximadamente, un volumen de 280 millones de metros cúbicos; por lo cual tenemos un déficit de casi la mitad de lo que extraemos del subsuelo.
Algunos expertos nos dicen que esta explotación del manto freático ocasiona las fallas geológicas que han hecho tanto daño al valle de los Romeros, donde se encuentra situada nuestra ciudad. Durante el sexenio que tuve el honor de ser Gobernador, se invirtió una cantidad de recursos muy importantes para establecer 14 tratadoras grandes de agua y algunas más pequeñas, así como lagunas de oxidación, con la finalidad de reaprovechar las aguas servidas y que éstas sirvieran para el riego de forrajes o árboles frutales. Lo único para lo que no debían usarse era para regar legumbres y hortalizas, pues podían provocar infecciones intestinales. Este sistema me afané de promoverlo ya que era una manera de aliviar la escasez del vital líquido.
Rincón de Romos es un ejemplo de aquellos años, al cambiar el agua que se sacaba de los pozos por agua tratada para regar los cultivos. Hoy con esto se podría buscar ahorrar agua en el campo y buscar que el abasto en la ciudad sea más completo y de calidad. Recordemos que el consumir agua de mala calidad provoca enfermedades infecciosas que causan un gasto mucho más elevado que el invertir en surtir agua de buena calidad y, sobre todo, suficiente.
En el anuncio que hizo el Presidente, nos habla que no se podrá perforar ningún pozo sin el permiso de la Conagua; esto para poner orden en la extracción de la misma y sobre todo que el comercio de volúmenes de agua que se da en algunas partes del país se termine, y que el crecimiento de los asentamientos humanos se dé en lugares en donde el abasto de agua esté garantizado y sobre todo el apoyo financiero a los municipios, para que las redes que conducen el vital líquido no tengan fugas, las cuales hacen que este servicio se colapse y que la mayor parte del volumen extraído se pierda, y sobre todo que cause daños en el subsuelo a los cimientos de las casas.
Hoy el gran reto es en dónde se van a buscar las nuevas fuentes que surtirán a ciudades como la nuestra, tomando en cuenta que el vaso más importante de superficie captador de agua pluvial, que es la Presa Calles, de su capacidad total de 345 millones de metros cúbicos tiene aproximadamente 90 millones; algo que podría haber sido la fuente de salvación comienza a desvanecerse.
Estimado lector: No hay de otra. Debemos cuidar el agua al máximo y ser solidarios con los que carecen de este servicio. La próxima administración municipal deberá continuar con el esfuerzo de las administraciones pasadas y presentes para resolver este problema.