De continuar la tendencia actual, deberán transcurrir 188 años para combatir el problema de que casi 40 millones de mexicanos mayores de 15 años no han concluido la primaria o la secundaria, y otros son analfabetas, alerta la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe de la Cuenta Pública 2011.
Así, advirtió sobre el fracaso de las políticas públicas en educación básica para ofertar un servicio de calidad, lo cual se refleja en deficiencias en la formación de maestros, desfase en la actualización de planes y programas de estudios, deterioro y falta de equipamiento de las escuelas e insuficiencia de mecanismo para la participación de la comunidad escolar.
De este modo, dijo que será hasta 2023 cuando se tenga la primera generación de adolescentes en la historia de México formada con un programa educativo integral
. Esto, porque desde 1988 las generaciones que ingresaron al sistema educativo se formaron con enfoques pedagógicos desarticulados y distintos, sin que la dependencia dispusiera de estudios sobre el impacto en su formación.
La entidad fiscalizadora también concluyó que los resultados de la Evaluación Nacional de Logro Académico en los Centros Escolares (Enlace) –una de las políticas de mayor relevancia en el gobierno calderonista– no generaron programas estratégicos para elevar la calidad de la enseñanza.
Lo anterior se refleja en el hecho de que de cada 10 alumnos de nivel básico, seis presentaron los niveles de logro más bajos en español, como son el insuficiente o el elemental, y ocho en matemáticas.
Por otro lado, reveló que 90 mil 700 profesores de prescolar, primaria y secundaria no cuentan con los estudios profesionales correspondientes para impartir los cursos respectivos.
En cuanto a la evaluación de la formación inicial de los maestros, la ASF destacó que en el ciclo 2011-2012, 35 por ciento de quienes egresaron de la licenciatura en educación preescolar obtuvieron un resultado insuficiente en los exámenes de conocimientos generales.
En el caso de quienes se formaron como profesores de primaria, 40.4 por ciento mostraron deficiencias en su aprendizaje, al ubicarse en el nivel de insuficiente, y alcanzó a 21.4 por ciento de los normalistas que se formaron como maestros de secundaria, con especialización en la enseñanza del español. En matemáticas, el porcentaje fue de 41.7.