La Energía Solar… negocio electoral del PRI / Nora Ruvalcaba en LJA - LJA Aguascalientes
24/11/2024

 

Acomodaticio, demagogo, manipulador y oportunista, el gobernador de Aguascalientes, José Carlos Lozano de la Torre, después de dos años de deliberada espera, anunció hace días, como “proeza de su gestión gubernamental” , (en la antesala del proceso electoral) la entrega simbólica de 2 mil 500 calentadores solares a “pensionados y jubilados mayores de 55 años” para quienes el Progreso Para Todos ya tocó las puertas de sus hogares gracias al “espíritu municipalista” y a la “gran visión vanguardista” del ejecutivo estatal a quien seguramente se le han saltado los ojos por su perseverante “altura de miras”.

Más de 21 millones de pesos fueron asignados al programa denominado “Por un Estado Verde, yo instalo calentadores solares en mi hogar”, asunto vinculado, no con la gestión del gobernador realizada ante el gobierno federal, sino con el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía 2009-2012 derivado de la Ley del mismo nombre, publicada el 28 de noviembre de 2008 que Felipe Calderón promulgó con el objetivo de poner en marcha las estrategias y líneas de acción proyectadas hasta el año 2030 y fomentar la urgente adopción de hábitos tendientes al aprovechamiento sustentable de los usos finales de la energía  a través de incentivos económicos y no económicos. Este Programa  fue publicado en el DOF el 27 de noviembre de 2009 y resalta claramente lo que el gobernador de Aguascalientes, falto de probidad, honestidad y transparencia, ha presumido como producto de su “personalísima gestión de gobierno”. La hipoteca verde, los taxis eléctricos, el uso de captadores solares, el diseño y envolventes térmicas para el confort habitacional y las nuevas ecotecnologías aplicables a la vivienda de acuerdo a las zonas bioclimáticas,  se han significado como una prioridad en muchas naciones que no han vacilado en instrumentar políticas públicas y programas para el uso masivo de energías renovables. México, más allá de las “estrategias electoreras” de gobernadores como José Carlos Lozano de la Torre, cuenta con abundancia de recursos en energías renovables, más que de hidrocarburos, y con capital humano capaz de generar investigación y desarrollos para apropiarse o crear las tecnologías necesarias para el aprovechamiento de estas fuentes de energía al igual que para promover una industria nacional, que a mediano plazo generaría una importante suma de “empleos verdes” muy superior a los “empleos contaminantes” que la industria automotriz como Nissan traerá a Aguascalientes. Todas las acciones para obtener oportunidades de eficiencia energética en el país se han limitado a cuatro objetivos principales: apoyar a grupos marginados, definir estándares para equipos y sistemas, incentivar económicamente el cambio tecnológico y fomentar el cambio de patrones de comportamiento. La ley de vivienda en México no impone el uso de energías renovables en contraste con Israel, donde la ley obliga a no instalar el servicio de energía eléctrica si la vivienda no cuenta con calentador solar de agua sanitaria o como en Grecia, donde en el sector residencial la instalación de calentadores solares es obligatoria.

Presumir que Aguascalientes es un Estado Verde, es una vacilada más MADE IN PRI que Lozano de la Torre ha gustado difundir solemnemente para justificar su discurso ambientalista en alianza con los promotores de la pena de muerte del Partido Verde, lacayos del régimen y cómplices por omisión de los más graves daños ecológicos causados al país. Los 2 mil 500 captadores solares de tubos evacuados de origen chino adquiridos por el gobierno sin las normas oficiales mexicanas y la puesta en circulación de  50 taxis eléctricos que tuvieron un costo de 760 mil pesos cada uno, no convierte a Aguascalientes en un Estado Verde, ni al gobernador en el paladín de las energías renovables. Según datos del INEGI de 2010, nuestra entidad cuenta con un parque habitacional de 361 mil 576 viviendas, de las cuales 290 mil 777 están habitadas y un parque vehicular de 274 mil 139 automóviles. Bajo este contexto, los programas “verdes” implementados por el gobierno están destinados al fracaso, en virtud de que esas medidas electoreras no significarán un cambio de paradigma energético que garantice el tránsito de una economía petrolizada a una economía limpia basada en fuentes de energía renovable. Está claro que a José Carlos Lozano de la Torre no le interesa el cambio democrático y mucho menos el cambio climático.


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