La rapidez de esta dinámica de vida en la que nos mantenemos inmersos no nos da la oportunidad ni siquiera de saber que existen fundaciones que han sido concebidas con el único fin de ayudar a quienes se encuentran más desprotegidos, éste es el caso de la fundación Agazzi, una organización que tiene como único interés brindar atención a personas con algún tipo de discapacidad intelectual.
Uno de los principios básicos dentro de la fundación Agazzi, además de que todo el personal que colabora en este centro tiene claro lo que plantearon las hermanas Rosa y Carolina Agazzi en 1895, es que con base en una extraordinaria vocación humanista y optimista, lograr trascender de los individual a lo social, en beneficio de un sector que se encontraba en total desprotección.
La estrategia fue sencilla, simplemente se optó por sustituir los materiales tradicionales que se usaban en el aula, por implementar actividades de la vida cotidiana bajo una didáctica basada en la formación integral y armónica de las personas.
La Comunidad Agazzi en Aguascalientes la fundó un grupo de familias, profesionales y benefactores en el estado, que tenían la intención de cubrir las necesidades de estimulación integral para niños, adolescentes y adultos con discapacidad intelectual, impulsando así su plena integración a la sociedad, la cual quedó constituida legalmente como asociación civil el 19 de septiembre de 1996.
Esta fundación considera como su objeto social proporcionar atención a personas con discapacidad intelectual y/o física, a través de la capacitación en el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas, sociales y afectivas, así como establecer y ejecutar programas psicopedagógicos, de rehabilitación física y adaptación social para un desarrollo integral de las personas que son atendidas, con un empeño de quienes brindan la atención, que parte de altos niveles de vocación de servicio, a niños, adolescentes y adultos con discapacidad intelectual a través de distintos programas, manteniendo la operatividad del centro en un equilibrio entre el costo–beneficio para este sector y la sociedad en general.
El equipo de trabajo de la Fundación Agazzi está integrado por educadoras, pedagogos, educadores especiales, trabajadores sociales, voluntarios, prestadores de servicio social, personal administrativo, profesionistas y padres de familia, quienes en conjunto buscan lograr un liderazgo en materia de educación especial, en alianza con instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil, mediante la realización y promoción de prácticas inclusivas, que favorezcan la vida comunitaria de las personas que cuentan con alguna discapacidad intelectual.
Del mismo modo que se busca proponer, organizar y ejecutar acciones éticas a través de programas psicopedagógicos que desarrollen en los alumnos habilidades en las áreas cognitiva, psicomotriz, social, así como conductas previas a lo laboral, para lograr resultados humanitarios y técnicos en contra de las barreras sociales que día a día encuentran las personas con alguna discapacidad.
Los logros, así como el impacto social que genera la Fundación, se reflejan en la atención que proporciona todos los días a las 75 personas que recibe, de las cuales 45 son mujeres y 30 hombres, quienes cuentan con edades que van desde los seis hasta los 59 años de edad; del mismo modo, brinda atención indirecta aproximadamente a 256 personas, así como un trabajo constante por la generación de empleos que dignifiquen la condición de vida de este sector, lo cual ha realizado este centro a lo largo de más de 16 años.
Otros de los éxitos de la Fundación Agazzi, es que ofrece atención a personas con discapacidad intelectual y que viven una situación económica complicada, se da atención a personas que no habían tenido la oportunidad de ser consideradas en otras instituciones debido a su discapacidad intelectual y/o física severa, pues muchos de ellos son ancianos; asimismo, ha logrado que los padres de familia adquieran un alto sentido de cooperación, consolidar un equipo un trabajo con vocación, el cual brinda un servicio con calidad humana, comprometido y responsable; los padres de familia están satisfechos, agradecidos y motivados, y los alumnos asisten a la escuela entusiastas, participativos y alegres.
Lamentablemente existen algunas cuestiones que no hacen fácil el desempeño de este centro, entre las que se encuentra no tener con instalaciones propias, de modo que las que existen actualmente no están diseñadas con todas las adecuaciones que requieren las personas con discapacidad intelectual, ya que deben contar con áreas verdes y deportivas, auditorio, talleres protegidos, lavandería, cocina, entre otras.
Lo mismo sucede con temas como el transporte de los alumnos (casa-escuela-casa), así como con las becas con las que se debería cubrir la colegiatura, la cual -aunque no es elevada, sino todo lo contrario- es de sólo mil 200 pesos mensuales, y la realidad indica que muchas familias son incapaces de solventarlas.
En la actualidad, Comunidad Agazzi desarrolla sus actividades en una casa que adaptó a las necesidades de los alumnos. En este ciclo escolar están inscritos 72, quienes asisten a clase de lunes a viernes de 8:45 a 13:45 horas, además existen 10 alumnos que reciben el programa en casa, seis de ellos en el municipio de Calvillo, por lo que es importante resaltar que en lista de espera para ser inscritos se encuentran 15 personas más, pero debido a las condiciones económicas y de espacio no se les puede brindar la atención.
El 70 por ciento de los alumnos están becados y aunque parece sencillo el desarrollar un trabajo comprometido y cálido con los alumnos, diariamente se enfrentan a problemáticas como: el no contar con instalaciones propias para poder brindar una atención de calidad a los alumnos, de modo que comentaron que la Presidencia Municipal de Aguascalientes, les donó en el año 2003 de forma condicionada, un terreno en el fraccionamiento Ojocaliente III, con una superficie de 3 mil 186.09 metros cuadrados, al cual, varias veces, se le colocó malla ciclónica para delimitarlo, pero ésta fue robada en el mismo número de ocasiones, así como también el material de construcción que se conseguía a través de donativos.
En este terreno se construyó la mitad de la barda perimetral, pero aun así, en abril de 2012 el Municipio comunicó que la donación sería revocada por no construir el plantel, pero la realidad es que debido a los altos costos de los materiales de construcción y la mano de obra, fue imposible concluir el Plantel Agazzi, mismo que ya se había visualizado mediante un proyecto ejecutivo terminado, el cual representaría un costo de 19 millones de pesos, y a pesar de que entregaron varios proyectos a instituciones privadas, así como a la pasada administración de Gobierno estatal, nunca recibieron alguna respuesta, situación que no ocurre con el Teletón, institución a la que han entregado cifras de hasta 14 millones de pesos.
En estos momentos se requiere de sensibilizar a empresarios, cámaras de la industria, del comercio, a los estudiantes y a la población en general, sobre lo que significa que las personas cuenten con algún tipo de discapacidad.
Foto: Gilberto Barrón