La Cruzada contra el Hambre es una estrategia de carácter político y receptora de votos
, al beneficiar más a municipios urbanos de 14 estados con elecciones en puerta, este 2013, y excluir a 400 que, paradójicamente, tienen el mayor porcentaje de población indígena y rural en condición de pobreza, coincidieron ayer los diputados federales del PRD, Rosendo Serrado Toledo, Rodrigo González y Sebastián de la Rosa.
Serrano, legislador por Oaxaca, detalló que en esa entidad fueron incluidos sólo 126 municipios, en la mayoría de los cuales el PRI perdió las elecciones pasadas
. Subrayó que si se quisiera eliminar la pobreza, se tendría que revisar la estrategia, pues Oaxaca tiene 570 municipios, y 300 están en pobreza y pobreza extrema. De manera que estos 400 municipios incluidos en la Cruzada resultan una falta de respeto para aplicar una política pública federal que pretende abatir el rezago social
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De la Rosa, diputado por el estado de Guerrero, afirmó que la Cruzada es sólo una simulación, porque carece de recursos propios. “Los recursos provienen de los fondos asignados a los diversos programas sociales de las secretarías y entidades federales, como es el caso de Agricultura, Desarrollo Social, Procuraduría Agraria, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Instituto Nacional de las Mujeres y otros. De hecho, a diversos programas sociales se les asignó un presupuesto menor
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También cuestionó la forma como se distribuyó el presupuesto: Destinan 10 mil millones de pesos para 350 mil grandes productores de los estados del norte del país donde se siembra maíz (Sonora, Tamaulipas, Nuevo Léon, Guanajuato), y el mismo monto para 11 millones de indígenas en condición de pobreza extrema
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Para De la Rosa, sólo se ha lanzado un programa de carácter político; ¿cuál combate a la pobreza, si son los mismos programas, con la misma visión y con menos recursos? No hay posibilidad de que haciendo lo mismo se obtengan resultados distintos
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En rueda de prensa en la sede de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Cioac), los perredistas cuestionaron la forma como se aprobó el presupuesto dirigido al campo.
“La aplanadora priísta impuso un presupuesto a modo del Ejecutivo. Argumentaron que ya venía con la inercia del gobierno de Felipe Calderón y no podía modificarse, pero sí había tiempo y espacios para hacer cambios”.
Emilio López, investigador de la Universidad de Chapingo, afirmó que en el medio rural el desempleo y la subocupación supera 23 por ciento de la población económicamente activa, además de que ahí se reporta un encarecimiento de los alimentos básicos.
Los perredistas anunciaron que se sumarán a la manifestación del 6 de marzo, convocada por la Cioac y la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas.