Bacon en el Museo Aguascalientes: sobre el festejo intelectual / The Insolence of Office - LJA Aguascalientes
27/11/2024

En diciembre de 2012, con motivo de la exposición Los dibujos de Francis Bacon Donados a Cristiano Lovatelli Ravarino, pronuncié una conferencia intitulada “Bacon en Aguascalientes”. Inicié mi participación señalando que pensar las obras de arte desde el propio museo que las exhibe era una extraordinaria propuesta por parte de las autoridades encargadas de museos y galerías de nuestra ciudad.  Agregué que, personalmente, en otras ocasiones, había sido muy severo en mis comentarios cuando hablaba ya sobre los espacios que albergan obras de arte, ya sobre el Instituto Cultural de Aguascalientes; pero que, en esta ocasión, mi labor tenía que ser distinta: la de reconocer una propuesta inteligente y celebrarla. Así, pues, lo hice en su momento. Así lo hago ahora.

El jueves 7 de febrero se inauguró la primera de dos jornadas consecutivas de reflexión Realidad, trazo y corazón. Proyecto Educativo en torno a Francis Bacon, organizadas por el Instituto Cultural de Aguascalientes. Ese día se arrancó con una conferencia y un par de actividades artísticas.

El viernes 8 de febrero, en general, creo que puedo decirlo con justicia, fue una celebración intelectual sobre uno de los artistas fundamentales del siglo XX. Un montón de gente metida en el mundillo cultural (entre estudiantes, profesores, artistas y demás) estuvo presente ese día. Se pronunciaron conferencias (en total tres), hubo talleres de producción y discusión (“El dibujo como un fin y no como un medio”; “Convergencias Bacon – Deleuze”; “Procesos creativos para la escritura crítica), obras de arte (intervención), debates (“¿Apropiación o plagio? Reinterpretación de obras maestras”; “Efectos secundarios. Nuevas propuestas y aportaciones a las artes”; “Hanging raw flesh. Controversidad de Francis Bacon”) y mucha discusión, digamos, off the record.

Dulce María Rivas Godoy -la directora temporal (ya es hora de que aparezcan los nombramientos oficiales) del Instituto Cultural de Aguascalientes-, momentos antes de mi última participación (8 de febrero), me comentó que ojalá se continuara con eventos similares en el futuro. “Al menos dos al año”, me dijo. Después pronuncié mi trabajo. Al final, una vez alejado de la mesa donde me encontraba, una chica se me acercó y me preguntó que cuál era mi comentario al respecto de las futuras acciones del instituto cuando se inaugurara una nueva exposición. Le respondí que los organizadores se estaban echando encima una enorme responsabilidad: no por Bacon, sino por las siguientes exposiciones.

Esto es que para la próxima exhibición de peso (se infiere que tiene que ser suficientemente importante como para tener invitados que se paren y reflexionen sobre las obras) uno esperaría ver igual o mayor nivel. Menor, jamás. Lo cual me lleva a hablar, muy brevemente, sobre la calidad de los trabajos presentados.

Un amigo, casi al finalizar el día baconiano, me dijo que no le había gustado la mayoría de lo que había alcanzado a escuchar; que echaba de menos el rigor; que había mucha paja. Puede ser que tenga razón. Sin embargo -al menos yo- prefiero quejarme de que tal ponente dijo o hizo un montón de estupideces, que la participación del público pudo haber sido mucho mejor, que las instituciones y sus representantes pudieron tener mayor presencia, que algunos de los que hablaron sólo fueron a lo que les tocaba y se iban, a no tener nada de qué comentar. Así, entiendo esta primera convocatoria del instituto como una celebración intelectual alrededor del arte. La misión, ahora, es dar continuidad a la idea y verla crecer. (Lo que sigue, claro está, es la publicación de la memorias). Estoy convencido que más y mejores simposios –o coloquios o conferencias o lo que sea- estarán por llegar a nuestra ciudad. Tal vez esté pecando de optimista. El tiempo lo dirá.

Felicito, desde aquí, a todo el equipo que hizo posible el evento (Mari Patiño, Silvia Rodríguez, Raquel Rojas, Dulce María Rivas, y los que me faltan).

Coda: no todo fue miel sobre hojuelas. Uno de los expositores de la mesa de debate 2 “Efectos secundarios. Nuevas propuestas y aportaciones a las artes”, casi imperceptiblemente, colocó un par de comillas a la obra “Inocencio X 3”. (Cuando digo colocó me refiero a pintó o rayó con lápiz o plumón o pluma, una pequeñísima parte de una pared de la sala). Si no tengo nada mejor que hacer la próxima semana ni nada mejor sobre qué hablar, haré un comentario sobre esa acción.

 


[email protected]


Show Full Content
Previous Retacería trendy / Guía para adoptar un mexicano
Next El IFE y el espectro de la regresión / De política, una opinión

1 thought on “Bacon en el Museo Aguascalientes: sobre el festejo intelectual / The Insolence of Office

Comments are closed.

Close

NEXT STORY

Close

Carlos Ghosn es reconocido por su confianza en los trabajadores de la entidad

12/11/2013
Close