México no tiene por qué ser el principal consumidor de refrescos en el mundo, y menos cuando 30 por ciento de la carga de enfermedad en el país está asociada a su ingesta, advirtió Mauricio Hernández Ávila, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Al comentar el libro Obesidad en México: recomendaciones para una política de Estado, elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Salud Pública y la Academia Nacional de Medicina, el investigador recordó que sobrepeso y obesidad afectan a 73 por ciento de los mexicanos y se relaciona con la mayoría de las enfermedades crónicas.
El texto en el que expertos proponen 80 medidas, para abatir el fenómeno, se presentó durante una sesión especial de la ANM a la que asistió el rector de la máxima casa de estudios, José Narro Robles, quien advirtió que el país vive una situación paradójica, ya que hay desnutrición infantil, pero también una problemática compleja de sobrepeso y la obesidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, 1.7 millones de niños menores de cinco años padecen carencia nutrimental, lo que limita su desarrollo.
El rector de la UNAM advirtió que por esta causa perdieron la vida 83 mil menores en la década pasada. Es una obligación ética dar una solución efectiva, advirtió, y comentó que la finalidad de las propuestas contenidas en el libro es que se conviertan en el instrumento para una política de Estado que frene la obesidad. Este es un problema grave, indicó, pues una de cada siete muertes se debe a la diabetes. Este mal, a su vez, tiene una vinculación estrecha con el exceso de peso corporal, indicó.
La Ensanut 2012 reveló que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 73 por ciento, en una tendencia de aparente estabilización, pero luego de 30 años de crecimiento, sobre todo en la población femenina e infantil. El exceso de peso está presente en una tercera parte de los niños.
Hernández Ávila advirtió sobre la necesidad de que el combate del sobrepeso y la obesidad forme parte del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno federal para que en las acciones participen, además de la Secretaría de Salud, otras dependencias federales como las secretarías de Educación Pública, Hacienda y Desarrollo Social.