Como era de esperarse, el asunto de las fotomultas que implementó la Dirección de Tránsito del Municipio de Aguascalientes desde el pasado mes de diciembre, ya cuenta con un gran número de detractores, personas que simplemente no están de acuerdo con la medida, argumentando todo tipo de puntos, los cuales en verdad bien vale la pena analizar en aras siempre de ofrecer lo mejor a la ciudadanía.
Según sondeos realizados, digo ya que está tan de moda este asunto de las encuestas y lo que opina la gente, resulta que seis de cada 10 personas están inconformes con las fotomultas, simplemente por considerarlas recaudatorias, absurdas e incongruentes. Argumentan que se ha hecho un esfuerzo grande en crear vías rápidas en calles y avenidas gracias a los diversos pasos a desnivel y puentes elevados, como para ahora venir con la trastada de que el límite es y siempre ha sido 60 kilómetros por hora. Vaya, para quienes tienen un piloto “Fórmula 1” por dentro, simplemente es una afrenta contra su instinto y el poder de los caballos de fuerza de sus bólidos.
Cuando en el Cabildo se planteó el asunto, aplicar la tecnología para intentar controlar el asunto del exceso de velocidad, se analizaron varios factores, uno de ellos era el de disminuir el riesgo de los percances mortales provocados precisamente por todas esas personas que a lo largo de los años no han aprendido que un vehículo, es tan sólo un medio de transporte y las calles de la ciudad son vías que nos conectan de un lugar a otro y no autos de carreras y pistas para correrlos. El asunto de las fotomultas en su origen tiene la finalidad de contribuir con la cultura vial, con el respeto y el cuidado de la vida de las personas.
Al año ocurren miles de percances de tránsito, la mayoría tienen que ver con los excesos, primero de alcohol y segundo de velocidad. Abonar a que el índice de accidentes disminuya es una tarea que las autoridades debían comenzar a hacer.
Sin embargo a todo esto también creo que resulta necesario equilibrar la balanza, y es que en México, estamos acostumbrados, por desgracia, a tan sólo sancionar y llevar las acciones de “buena fe” al extremo de parecer tan sólo castigos. Necesitamos adentrarnos a la cultura del manejo responsable. De manera desafortunada, son menores los esfuerzos que se realizan para generar conciencia “a la buena” sobre el respeto a las leyes de tránsito y vialidad.
La entrega de licencias de manejo se realiza tras aprobar un examen teórico y ocho de cada 10 aspirantes obtienen el aval sin realizar una prueba de manejo en lo práctico, es decir, que con suerte tendrás el permiso para conducir un vehículo sin siquiera saber hacerlo, por lo cual muchas personas, en cualquier momento y con justa razón muestran su inconformidad ante la aplicación de la ley y esto es precisamente porque la desconocen. Ha resultado más sencillo pues, castigar y hacerse de recursos para los Gobiernos en nuestro país que invertir en mecanismos a mediano y largo plazo que puedan generar mejores conductores y ciudadanos más responsables en general.
A mi parecer, las fotomultas deberían ir acompañadas de un programa de concientización, y no me refiero al típico mensaje de “no te pases”, sino de esfuerzos mayores para generar en las personas la conciencia del respeto a la ley.
Sí es que no han llegado, en esta semana están por llegar, las primeras multas a los domicilios de los conductores que fueron captados por alguno de los cuatro aparatos de fotoinfracciones colocados en la ciudad, es aquí donde considero que a la par debería estarse anunciando por parte de las autoridades correspondientes un programa de compensación. Estoy de acuerdo en que quien infringe la ley debe ser sancionado, pero también considero que la autoridad encargada debe regresarle algo a la ciudadanía como por ejemplo: mejores servicios públicos, mantenimiento a las calles de la ciudad y algo muy importante como lo es la sincronización correcta de los semáforos, y desde luego una exhaustiva revisión sobre el límite de velocidad en cada avenida; ¿será bueno que el límite de velocidad sea de 60 km/h lo mismo en una calle del centro, que en las vías de entrada y salida a la ciudad?
En los siguientes, días, semanas y meses las fotomultas seguirán dando mucho de qué hablar: si es que se puede impugnar o no, si son ilegales, si son incluso anticonstitucionales, si se violan garantías individuales o si son absurdas y recaudatorias, como tanto se ha especulado. Habrá quizá muchas personas que decidan ampararse en contra de una infracción como éstas y hasta quienes logren que la multa no se les cobre. Habrá abogados que ofrezcan sus servicios para quitarlas y seguro muchos productos para evitarlas (de hecho basta dar un vistazo por las redes sociales para conocer una gama de productos y artículos que se ofrecen en contra de los lentes de las cámaras de alta velocidad); se hará todo lo posible para intentar violentar la ley y las autoridades harán lo suyo castigando para intentar hacerla cumplir de una manera o de otra.
El programa “No te pases” va a continuar, la inversión que se hizo ha sido importante y la finalidad es buena, como siempre ocurre, cuando se busca generar un cambio de conciencia colectiva se topa con muchas dificultades y aquí la autoridad tiene la obligación de ajustar su percepción y estrategias, volviendo este programa social en uno de beneficios y no sólo de aspecto punitivo que tanto desagrada a la sociedad, o bien que esperen la respuesta en las próximas elecciones que al fin y al cabo los vientos electorales ya se acercan.
Me disponia a leer el articulo, hasta que me di cuenta quien lo suscribia,
De cualquier forma fue leido, y lo unico que puedo decir es que es lamentable que el Sr. Regidor-Vividor Perez Almanza escriba mucho sin decir nada.