Dios es amor. El amor es ciego. Stevie Wonder es ciego… Por lo tanto, Stevie Wonder es dios. Ahí tiene una muestra de lo que es un falso silogismo, es decir reunir dos proposiciones y de ahí saltar a una conclusión. Lo mencionamos porque el día de hoy el diputado priísta José Luis Alférez Hernández entregará su propuesta para modificar el Artículo 2 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes, el cual actualmente dicta: Artículo 2.- Todo individuo go-zará en el Estado de las garantías que otorga la Constitución Federal y tendrá los derechos y obligaciones establecidas por las leyes locales. Lo que ha declarado a la prensa el legislador Alférez Hernández es que propone que se cambie para que quede así: Artículo 2.- Toda persona tiene derecho a que se respete su vida, el individuo desde el momento en que sea concebido estará bajo la protección de la ley.
¿Qué significa?, que José Luis Alférez saca de la congeladora legislativa una iniciativa inicialmente presentada por Acción Nacional, la hace suya y propone pe-nalizar el aborto, aprovecha que se desempeña como presidente de la Comisión de la Familia y con el pretexto de que va a impulsar los temas que pide la ciudadanía va a criminalizar a las mujeres que decidan suspender el embarazo.
Explicamos el uso del silogismo, aparte de cobijarse en la premisa de que su iniciativa de sumar una penalización responde a lo que “pide la gente”, Alférez Hernández explica que como de acuerdo al Censo del INEGI, el 93% de los habitantes de Aguascalientes se dicen católicos, y los católicos están en contra de la interrupción del embarazo, entonces, es fácil suponer cuál es la opinión de la mayoría. La mayoría quiere que se persiga a la mujer por la decisión de interrumpir el embarazo.
Por si no bastara el falso silogismo de Alférez Hernández, también declaró que confía en que la gente confíe en sus representantes populares, en que sean suficientemente maduros como para tomar una decisión. Proposiciones falsas no le faltan al diputado priísta, en una sola bolsa metió mayoría, religión y confianza.
No es un asunto menor, no es un asunto que se puede legislar a la ligera, ni saltar su discusión pública solicitando que la gente tenga confianza, se trata también de la defensa de los derechos de las minorías y de dialogar acerca del papel de la entidad como parte de la Federación, y en este punto es necesario subrayar que este tipo de debates serán necesarios para cumplir el Pacto por México con responsabilidad.
En las páginas de este diario hemos intentado poner en la agenda el tema de los cambios a los que obliga el pacto propuesto por el gobierno de Enrique Peña Nieto, más allá del entusiasmo partidista y el optimismo tricolor con que se acatan sumisamente las propuestas del Ejecutivo Federal, por eso se ha cuestionado a los legisladores sobre, como Gregorio Zamarripa Delgado, sobre la viabilidad de cumplir con lo que establece el Pacto por México modificando las leyes. Ahí está el caso del Código Penal Único.
El presidente de la Comisión de Gobierno Zamarripa Delgado, ha sido optimista al señalar que no será difícil llegar a los acuerdos que enruten hacia el estado y país que todos los mexicanos deseamos ser, por lo que en el tema del Código Penal Único será sencillo encontrar la coincidencias. No ha sido así, no en ese caso, ni en el de la Reforma Educativa, y al hacer el recuento, no lo será en ninguno de los temas relacionados con las modificaciones legales que requiere el Pacto por México.
En el caso del Código Penal Único, el diputado del Panal, Marco Arturo Reyes Delgado, presidente de la Comisión de Seguridad Pública, ya dijo que no, que es una imposición del gobierno federal. Es necesario recordar los intentos de Reyes Delgado por suspender la sesión, con el argumento de que estaba “fuera del marco legal”, porque se modificó la orden del día en menos de 24 horas sin tener el consentimiento de todos los integrantes de la Comisión que preside Zamarripa Delgado. Y si bien la Reforma Educativa fue aprobada por el Congreso local, las huestes de Elba Esther Gordillo están al acecho para movilizarse. Por cierto, justo el día en que la alcaldesa Lorena Martínez propone que el gobernador Carlos Lozano de la Torre presente una terna para que se ocupe de la seguridad pública en el municipio capital, el diputado Reyes Delgado, presidente de la Comisión de Seguridad Pública, metió presión al señalar que todo mundo (Procuraduría y secretarías del ramo) ha reconocido que el índice de delitos del fuero común no prospera en la capital, por lo cual “la estrategia tiene que cambiar”. En entrevista, el de Nueva Alianza dijo que el nombre de los mandos de las corporaciones está a exclusivo cargo de Lorena Martínez, y que cumplir con el servicio de la seguridad pública es motivo para que la autoridad centre todas sus baterías. “La exigencia es ciudadana y la exigencia es de Congreso del Estado: un cambio de estrategia inmediato”. El programa Convive Feliz, dijo, sólo dará resultados dentro del mediano y el largo plazo. Y es quela propuesta de compartir la responsabilidad y fortalecer el mando único de la alcaldesa agarró fuera de base a todo mundo.
Lo anterior, es decir, tanto las declaraciones de Alférez Hernández y la de Reyes Delgado, ponen en evidencia que se requieren funcionarios comprometidos con el servicio público, políticos pues, no caza recompensas de la opinión pública.
Lo que está en discusión y, en general, esa clase política no quiere ver, es la idea de país (y estado, por supuesto) que se requiere para llegar hacia donde propone el Pacto por México; la discusión de ese ideal no se puede saltar así nomás, no se puede someter al criterio del ojo del buen cubero. Si regularmente se pospone la discusión de este tipo de asuntos públicos por motivos electorales, es posible augurar que se pondrá todavía peor, porque lo que vendrá, al discusión del modelo de entidad federativa que se requiere establecer, seguro que saca lo peor de todos, no tardan en aparecer victoriosos los extremistas que con la espada de la religión desenvainada aplaudan la chabacanería de Alférez Hernández.
Esos que aplaudirán fácilmente suelen ser quienes defienden los usos y costumbres y se niegan a pensar en Aguascalientes como una entidad moderna, son quienes le voltean la cara a la Ciudad de México por pecadora y liberal.
Vale la pena recordar que lo que fundamenta los acuerdos del Pacto por México es el ideal de “culminar la transición democrática e impulsar el crecimiento económico que genere empleos de calidad para los mexicanos, y permita disminuir la pobreza y la desigualdad social”, y si de desarrollo democrático se habla, en muchos sentidos, Aguascalientes todavía no alcanza a la capital de la República.
Sirva el párrafo anterior para un apunte de Marta Lamas acerca de la despenalización del aborto: “El marco jurídico del DF es, entonces, una referencia para seguir avanzando en el reconocimiento del aborto como un derecho reproductivo en el resto de los estados. La despenalización representa un paso más en el esfuerzo por disminuir la mortalidad materna provocada por el aborto inseguro y es imprescindible para contrarrestar la injusticia social que implica esta práctica. Además de ser un importante reconocimiento a la libertad reproductiva de las mujeres y sus derechos fundamentales, guarda concordancia con el carácter laico del Estado mexicano, que respeta la diversidad ideológica y reconoce la libertad de conciencia de las personas”.
Así las cosas… no, no se puede confiar ciegamente en los diputados, es indispensable establecer un diálogo sobre lo que algunos legisladores intentan imponer.
