Al menos 200 personas de diversas organizaciones defensoras de los migrantes mexicanos se manifestaron este lunes frente a la embajada de Estados Unidos en México para protestar en contra del incremento de las deportaciones de connacionales y la promesa incumplida de la reforma migratoria que ofreció Barack Obama.
La dirigente del Movimiento Migrante Mesoamericano, Martha Sánchez Soler, denunció que en apenas cuatro años el presidente de Estados Unidos deportó a más de un millón y medio de indocumentados, propiciando la fractura de miles de familias que ven no sólo truncada su posibilidad de mejorar su nivel de vida, aun cuando contribuyen directamente a generar riqueza en Estados Unidos, sino de perder el contacto con sus hijos nacidos en territorio estadunidense que son remitidos a albergues o dados en adopción a otras familias.
Acompañada por familiares de repatriados, familias separadas, otras organizaciones como Hogar Para Personas Migrantes, La 72 y La Familia Latina Unida, entre otras, protestaron también en contra de la exportación de armas de Estados Unidos a México.
Los manifestantes denunciaron que con esas armas han sido asesinados en territorio mexicano miles de connacionales, por lo que insistieron, es de elemental justicia detener el flujo de armas ilegales.
Se manifestaron también en contra del gobierno mexicano y lo responsabilizaron de la inseguridad que se enfrenta en el país, así como de permitir que sean los intereses de Estados Unidos los que marquen las directrices de la política exterior mexicana.
Son muchas las demandas que hacemos al gobierno de Estados Unidos, como el trato digno a los mexicanos radicados allá y una reforma migratoria que permita a nuestros paisanos trabajar y no ser perseguidos por su color de piel. También debemos decir que es difícil exigir esto cuando en México nuestras autoridades maltratan a los migrantes centroamericanos
, destacó Martha Sánchez Soler, quien condenó que México se haya convertido en la garita más grande para Estados Unidos, en el mayor filtro para detener la migración de centroamericanos
.
Destacó que entre las demandas al gobierno estadunidense, sobresale la ley migratoria, pero reconoció que aun cuando ésta sea aprobada en el Congreso estadunidense, el proceso durará al menos 15 meses, tiempo en el cual la administración de Barack Obama podría deportar hasta a medio millón más de personas, por lo que es necesario poner un freno a la política que en materia de migración aplica aquel gobierno.