- La cultura es la herramienta para la cohesión social, asegura la Conaimuc
- El proyecto Luciérnagas congrega entre 30 y 40 niños en los 25 espacios de colonias populares
La Conferencia Nacional de Instituciones Municipales de Cultura (Conaimuc) cuenta con más de 300 municipios afiliados que pertenecen -en su mayoría- a la zona centro y norte del país, como Tijuana y Guadalajara, y de la zona sur sólo tiene a Mérida, Tuxtla y Cozumel.
Ello se debe, según María Teresa Cordeiro Mejía, directora general, a que muchas direcciones son sólo de desarrollo social y no poseen un área específica de cultura. Otra razón es que en la zona sur hay una tendencia hacia la cultura indígena y la Conaimuc no tiene mucha injerencia en ella, ya que se enfocan a la producción contemporánea y de respeto al patrimonio edificado, “no es nuestra especialidad”.
Sin embargo, en la zona norte, sobre todo en ciudades violentas, la Conaimuc ha trabajado arduamente en proyectos especiales para disminuir la violencia, un claro ejemplo fue Tijuana, en donde se mostró que la cultura sí funciona para generar cohesión social y reducir la violencia, “trabajamos proyectos de cultura y de arte que tengan que ver con la cultura de paz y cohesión social”.
Evangelina Terán, presidenta de la Conaimuc, aseguró que la reducción de los niveles de violencia en Aguascalientes ha sido de gran relevancia, aunque sería difícil hablar de impactos en números, ya que las actividades culturales son medibles cualitativamente.
Sin embargo, a nivel micro, los talleres que ha realizado el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, en los que se tratan temas de tipo valoral y de paz por medio de actividades artísticas han logrado un fuerte cambio de comportamiento en los niños y en los jóvenes de las zonas populares donde la educación y la cultura están muy dispersas.
A lo largo de dos años se ha trabajado con niños en programas de unidades de exploración artística, en donde se invita a los menores a vivir este lenguaje con valores, equidad de género y sustentabilidad multicultural.
Con los jóvenes se iniciaron talleres comunitarios de video y radio, historias de vida, periodismo, fotografía, baile y teatro, con el propósito de que reconozcan los tipos de violencia que hay en su entorno y que por medio de actividades artísticas transmitan mensajes propositivos, “sin duda logramos una transformación de los jóvenes violentos”.
El proyecto de En son de Paz convocó a diferentes grupos musicales a capacitarse en diversas técnicas musicales, para convertir sus letras algo agresivas y violentas en canciones armónicas y de paz.
Actualmente el margen de acción del IMAC se centra en las Luciérnagas, los módulos de policías convertidos en centros de integración cultural, donde se congregan alrededor de 30 y 40 niños en las primeras 13 Luciérnagas, dispersas en 25 espacios en colonias populares; asimismo se planea incidir en algunas preparatorias con el programa Constrúyete, auspiciado por la Secretaría de Educación Pública y la UNESCO.