- Si hay entre 70 y 80 películas al año, pero sólo 6.5 por ciento de audiencia, algo no está operando bien
- Propone revisar el modelo de industria subsidiado e incentivado fiscalmente
Jorge Caballero
Periódico La Jornada
El titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Rafael Tovar y de Teresa, nombró ayer a Jorge Gerardo Sánchez Sosa nuevo director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). En entrevista con La Jornada, Jorge Sánchez reveló que el reto inmediato que tengo será que se produzca más cine nacional, pero encontrar las vías y los canales para poder difundirlo. Dudo que logremos hacer un cine nacional rentable económicamente, pero lo que sí podemos hacer es formular un modelo que haga que el cine nacional tenga rentabilidad social.
El titular del Imcine, añadió: Para lograrlo tenemos que recurrir a las nuevas tecnologías, hacer alianzas con el sector educativo, con la sociedad civil orga- nizada, la comunidad cinematográfica y conversar de una manera franca y seria con distribuidores y exhibidores para procurar una mejor existencia y desarrollo del cine nacional.
Hasta el día de ayer, Jorge Sánchez se desempeñó como presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, cargo que asumió el pasado 31 de octubre.
Ganas no me faltan
Sánchez Sosa informó que su nombramiento al frente del Imcine no dejó de sorprenderme, pues he tenido poca actividad institucional. En el paso por las diferentes actividades cinematográficas demostré que como empre- sario no soy el más brillante, pero las ganas no me faltan, y he aprendido algo sobre lo que está pasando en el cine mexicano. Espero que mi apreciación sea correcta.
Jorge Sánchez expone su opinión del cine mexicano: “Creo que hay un volumen de producción muy interesante, pero tenemos una situación nada agradable en términos de distribución, exhibición y difusión. Tenemos un cine que cuenta con incentivos y subsidios interesantes, pero que no ha logrado articular una política cinematográfica, y esto, que considero responsabilidad del Estado y de las instituciones públicas, necesita una contraparte que es la sociedad civil, la ciudadanía y la comunidad cinematográfica…
Organizamos los foros Presente y futuro del cine mexicano, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, para tratar de entender qué es lo que estaba ocurriendo, de reflexionar sobre el modelo del cine nacional que está operando, un modelo que desde mi punto de vista y, por las estadísticas de años recientes, no está operando: producimos entre 70 y 80 películas por año y tienen entre 6.1 y 6.5 por ciento de espectadores. Algo no está operando bien. Vamos a tratar de rectificar este modelo.
Sánchez Sosa adelantó: No tengo proyectos específicos, pero tengo líneas generales para empezar a trabajar. Por una parte, hacer un diagnóstico del cine nacional en términos de sus posibilidades de alcanzar a diferentes públicos en México y, por otra, revisar este modelo de industria subsidiado e incentivado fiscalmente que tenemos. Además, hay que revisar el uso de los fondos públicos para hacer una reforma y una modernización acorde a lo que este país necesita, porque en años recientes se ha transformado sustancialmente, y contribuir a restituir a este tejido social que está tan dañado y deteriorado.
A la pregunta de cómo ve el nivel y la calidad del cine que se produce en México, Jorge Sánchez dijo: “Es una pregunta muy difícil de responder, porque es un conjunto de visiones artísticas y en muchos casos determinado por un sentido comercial que ha tenido resultados positivos y le ha dado cierto reconocimiento al cine mexicano, pero que tampoco es una constante; en el terreno del cine mundial entran nuevos jugadores con una frecuencia mayor… Hay que reconocer que hay cinematografías muy constantes como la de Argentina; la de Brasil en los pasados tres años ha figurado, y también el fenómeno del cine colombiano que se está dando. Creo que debemos pensar y reflexionar sobre este cine que pretende ser rentable económicamente.
El último anuario publicado por el Imcine da un mapa crudo y real de lo que ha pasado con el cine mexicano y no es alentador; me duele decirlo porque Marina Stavenhagen hizo su mayor esfuerzo al frente del Imcine.
Respecto a los cineastas de su generación, mencionó: Hay que atenderlos por sus méritos, igual que a los nuevos talentos. Debemos hacer una política que no excluya a nuestros cineastas de generaciones pasadas, pero también dar cabida a las nuevas generaciones, que están mostrando una capacidad y un talento que merece ser fomentado.
El director del Imcine iniciará Abriendo la jaula del tigre para ver de qué tamaño es. Creo que en el instituto hay una sobrenormatividad; sus bases estructurales están cimentadas en lo que era el mundo en los años 80 y 90, siento que estamos atrasados. Como Estado no hemos sabido responder con políticas públicas adecuadas. Haré mi mejor esfuerzo y espero que nos salga bien.
