México cerró 2012 con una tasa de desocupación de 4.47 por ciento, ligeramente menor a la de 4.51 observada en diciembre de 2011, pero con cerca de 60 por ciento de su población trabajadora ocupada en actividades informales, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el resultado de la tasa sobre informalidad laboral presentada con base en la metodología de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), seis de cada 10 trabajadores están ocupados en actividades informales, mientras los cuatro restantes se emplean en el sector formal de la economía.
Al dar a conocer los principales resultados de su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al término del año pasado, el Inegi indicó que la tasa de informalidad laboral fue de 59.22 por ciento respecto de la población ocupada en diciembre de 2012.
El cálculo incluye, además del componente que labora en micronegocios no registrados, otras modalidades análogas, como las personas ocupadas por cuenta propia en la agricultura de subsistencia y a trabajadores que laboran sin seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas.
El dato oficial más reciente sobre el universo laboral del país indicó que en septiembre de 2012 la población ocupada era de 48 millones 732 mil 252 personas, según el organismo responsable de la estadística nacional. Así, alrededor de 29 millones 200 mil trabajadores laboran en la informalidad en México.
Por su parte, la tasa de desocupación respecto de la población económicamente activa (PEA), es decir, aquella que cuenta con 14 años o más, tiene algún empleo o realiza acciones para obtenerlo, fue de 4.95 por ciento en promedio durante 2012, la más baja desde 2008. En 2011 la desocupación afectó a 5.22 por ciento de la PEA de ese año y esa proporción fue de 5.37 en 2010.
Las tres entidades con mayores tasas de desempleo en diciembre del año pasado fueron Nayarit, con 6.28 por ciento de su PEA en desocupación total; Sonora, donde la proporción fue de 6.23, y el Distrito Federal, con 6.11, puntualizó el organismo.
Por niveles de instrucción escolar, el Inegi señaló que 75.4 por ciento de la población desocupada cuenta con estudios de niveles medio superior y superior, mientras menos de una cuarta parte de los desempleados no concluyeron sus estudios de secundaria.
Dada la precariedad laboral que prevalece en México, el Inegi ha elaborado medidas complementarias para observar el fenómeno ocupacional en el país.
Así, la tasa de condiciones críticas de ocupación, indicador de condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos que se perciben o una combinación insatisfactoria de ambos factores, fue de 11.85 por ciento en diciembre de 2012, cuando un año antes fue de 11.05 de la población ocupada.
La tasa de presión general, medida global de la disputa por los puestos de trabajo que incluye además de los desocupados a los ocupados que buscan empleo, creció de 7.95 por ciento de la PEA en diciembre de 2011 a 8.03 en el último mes de 2012.
Otra medida, la tasa de ocupación parcial y desocupación, la cual considera a la población desocupada y a la ocupada que labora menos de 15 horas a la semana, fue de 10.72 por ciento de la población económicamente activa en diciembre pasado, nivel menor al 11.11 por ciento registrado 12 meses antes.
Pero a falta de medios para emprender actividades productivas por cuenta propia o como emprendedor
, la tasa de trabajo asalariado, que en diciembre de 2011 estaba en 61.59 por ciento de la población ocupada, se incrementó a 65.54 al término de 2012, durante el primer mes de vigencia oficial de la llamada reforma laboral
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