Desde el lunes 28 de enero, recibí el honor de coordinar a nivel estatal mi institución Política y antes de que otra cosa pase por mi mente y sea plasmada en el siguiente texto, quiero agradecer a todos y cada uno de mis compañeros, amigos y amigas, militantes, delegados y simpatizantes de Movimiento Ciudadano por permitirme cumplir una meta más en mi vida.
El encargo llega en el momento idóneo, no debía ser antes y no podía ser después, siempre he creído que las cosas pasan en el justo instante que deben ocurrir y con una razón superior para la cual nos esforzamos.
Hoy Movimiento Ciudadano es un partido consolidado, con propuesta, plataforma política, ideales y estatutos bien definidos. Tenemos un rumbo y perseguimos constantemente un objetivo muy claro, que es hacer que la política sirva a la gente. Buscamos dignificar el ejercicio del servicio hacia la ciudadanía, pero sobre todo queremos hacer las cosas para bien de los demás.
Sé que hay personas que por sistema atacarán a diestra y siniestra, comprendo que la diferencia de ideologías para muchos son barreras infranqueables y cuya única manera de convivencia es la intolerancia, la agresión y la falta de respeto. Lo sé, lo he vivido y lo comprendo, pero hoy invito a quienes no creen en nosotros, a quienes están decepcionados de la política, a las personas que simplemente han perdido la esperanza de que un buen gobierno puede llegar, los invito a que nos den una oportunidad, a que no nos juzguen sin antes escucharnos, a que no nos menosprecien sin conocer un poco de nuestra propuesta y fundamentos ideológicos. En Movimiento Ciudadano hemos desarrollado con el paso de los años y a base de mucho esfuerzo un sentido social y responsable que conduce nuestro actuar.
Cuando era pequeño, observaba cómo acudían a mi comunidad personas con miradas seguras y semblante de aplomo, brindaban palabras de confianza y promesas de una vida mejor. Han pasado varios años, políticos han ido y venido, muchos pasaron sin pena ni gloria, otros que aún le deben a la sociedad y unos cuantos más que hoy siguen siendo personajes queridos y recordados. Desde que yo era pequeño y veía a esos hombres y mujeres generar futuros prometedores, fue que decidí que quería incursionar en el mundo de la política, sabía que tarde o temprano tendría la oportunidad de llevar esperanza a mi comunidad y posteriormente buenas cuentas.
Luego de varios años y experiencia aquilatada, estoy aquí al frente de este gran Movimiento de personas, mujeres y hombres, jóvenes y adultos que día a día se esfuerzan por hacer realidad sus sueños y los de los suyos, porque quienes llegan al mundo de la política, comprendo que buscan un fin personal, pero también sé que vienen arrastrados por los anhelos de muchas otras personas que los siguen, los sostienen y los aúpan para seguir adelante.
A través de Movimiento Ciudadano sé que debemos ofrecerle a las personas, no sólo una opción más, puesto que nosotros somos auténticos, llenos de propuestas propias e ideas progresistas, por tanto creo que podemos ser los mejores. Me precio de pertenecer a una nueva generación de políticos, en la que nos esforzamos todos los días para que las personas vivan con dignidad. Hago un compromiso de dar todo lo que esté en mis manos para consolidar al Movimiento Ciudadano como un partido que escucha y responde a la gente.
Tenemos lo principal, somos un partido unido, contamos con ideas, nuestros principios son sólidos, la plataforma que impulsamos es bastante respetable, tenemos propuesta, hay candidatos y sobre todo, tenemos un ejército de hombres y mujeres dispuestos a luchar por lo que creemos. Lo nuestro no es el encono, sino la conciliación entre propuestas. No es el ataque infundado, sino el señalamiento responsable y comprometido con el bienestar popular. En nuestro lenguaje no tienen cabida las expresiones de división o discriminación.
No pretendemos reinventar la política, sino ejercer la política real, que desde su esencia es la que se encarga de representar de la mejor manera al ciudadano. Buscamos de esta manera consolidar este gran sueño no sólo de ser una buena opción sino de algún día convertirnos en un buen gobierno.
A mis compañeras y compañeros de Movimiento Ciudadano, a los simpatizantes a quienes han escuchado hablar de nosotros, los invito a reflexionar un instante en lo que viene, en la responsabilidad que tenemos a partir de este momento, de ser una pieza importante en la historia, a valorar lo que tenemos y esforzarnos por construir un mejor sitio para sentirnos orgullosos de vivir en él.
Les pido que revitalicemos el amor por nuestra tierra y el interés por servir a los demás. Hoy todos nosotros tenemos en nuestras manos la oportunidad inigualable de contribuir a propiciar un gran cambio. A partir de este momento hagamos todos un pacto, el de hacer todo lo posible porque las cosas buenas comiencen a ocurrir. Sé que juntos podemos lograr más de lo muchos esperan que hagamos.
Como hace algunos años, ahora seremos nosotros quienes saldremos a las calles, tocaremos las puertas y llevaremos el mensaje de que hacer el bien, siempre tiene su recompensa.