Estimado lector, el día de hoy hablaremos de lo que espera el resto de este mes, diciembre, en la economía nacional y mundial. Como el título de este artículo lo menciona, pasaremos unas navidades sin sobresaltos, en los cuales la economía mundial llegará a estabilizarse.
¿Cómo puedo decir esto, si existe el problema de España, del precipicio fiscal y otros que parecieran que son insalvables, y que nos llevaran a una hecatombe financiera y económica mundial?
Bueno, pues vamos paso a paso.
Primero que nada, queda claro que el famoso “precipicio fiscal” americano no causará grandes problemas, ya que los mercados y los analistas están convencidos de que se llegará a un acuerdo por un lado antes de la fecha límite, y el famoso precipicio está en función del tamaño de la economía americana, la cual parece que por fin después de varios años que no creció y que eso hacía que el déficit que estaba alcanzando era cada vez más grande.
Segundo, Grecia, después de muchos problemas internos y estira y afloja, por fin votó a favor de las reformas necesarias para alcanzar el rescate por parte de la Unión Europea. Los mercados dan por descontado que a pesar de esa ayuda, Grecia tendrá que salir de la zona Euro, lo cual a muchos les agrada y piensan que eso fortalecería por otra parte la misma zona Euro, ya que sólo estarían los disciplinados fiscales.
Sobre España, Portugal y otros de los países que no han logrado solventar sus problemas, pues Portugal parece que ya va mejorando, España, apenas será rescatada de forma importante por la Unión Europea, y aun cuando los aires separatistas e independentistas de las regiones autónomas del reino de España se manejan como muy fuertes y que no se logrará un consenso, saben bien que unidos pueden más que haciéndose un pequeño país, independiente, pero sin la fortaleza que les da ahora estar unidos.
Estados Unidos por su parte, parece que ha aprendido la lección. Los precios de las viviendas están subiendo y no sólo eso, el consumo, el motor americano sigue funcionando de forma adecuada y se está reequipando la industria americana, debido a que los ingresos en China por persona han subido y el precio de los combustibles ha hecho ya “caro” el producir en China y llevar esos productos a Estados Unidos. Y los precios de los hidrocarburos no parece que vayan a bajar en el corto o mediano plazo. Entonces ya las fuentes de empleo que hablaba Obama pueden empezarse a generar poco a poco en el mismo país.
¿Y México?
Pues tengo que reconocer que estoy sorprendido. Primero, por el estado macroeconómico que dejó Calderón y el mismo Fox (que no hicieron más que seguir lo que Zedillo propuso en su gobierno) y lo terso que fue el cambio de poder del PAN al PRI, la alternancia.
Segundo, contra todos los pronósticos, el llamado y vilipendiado presidente Peña, que se pensaba que no tenía los tamaños intelectuales para conducir el país, ha sorprendido con los primeros 10 días de su gobierno. Si bien es cierto, dos de las grandes reformas que el país necesitaba, le ley laboral y la ley de la contabilidad gubernamental, fueron aprobadas en los últimos días del sexenio de Calderón, Peña ha continuado con esa tendencia a proponer reformas.
¿Son las mejores reformas? No, como la laboral no fue la mejor, pero como dice el refrán “de lo perdido lo que aparezca”, es decir, mejor tener una reforma a no tener nada. Actualmente ha propuesto reformar el IFAI, cambiar radicalmente el gobierno, y lo que nadie pensó que fuera a hacer, ya está en el presupuesto la licitación de dos cadenas de televisión nuevas y la licitación de espectro radioeléctrico. Además, mandó la iniciativa de la reforma educativa y parece que sí va en serio lo de la independencia del SNTE y la SEP, que cada quién haga su trabajo.
Además, está en puerta la reforma fiscal y hacendaria, una mini reforma energética, la cual espero que pueda hacerse realidad y lo más importante, una reforma a la seguridad social, la cual busca por sobre todo, que la mayor cantidad de personas tengan una seguridad social y una asistencia médica de primer nivel, y que se eleve considerablemente la misma atención en los centros de salud.
El presidente Peña sabía que para tener el poder real en el país, no sólo de nombre, necesitaba hacer cosas y rápido. No podía por ningún motivo quedarse de manos cruzadas, esperar a que las cosas se dieran. Si es cierto que el día de su toma de protesta hubo excesos policiacos, también debe mencionarse que hubo excesos de aquellos que se manifestaron, los cuales de una forma bárbara atentaron contra estructuras y negociaciones que nada tenían que ver con su reclamo, el cual no niego que pudiera ser válido y justo.
Es tiempo de pasar las fiestas sin sobresaltos, esperar a que las reformas se den (muy probablemente, las reformas propuestas se aprobarán antes de que termine el periodo ordinario de sesiones) y que ahora sí, el PRI haga valer el eslogan de su campaña y nos muestre un rostro que digamos, éste, es el nuevo PRI.
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