Estimado lector, en esta época navideña, le invito a coadyuvar en la promoción y sobre todo en la aplicación de valores universales tales como el amor, el respeto, la responsabilidad y el altruismo; para ello es primordial estar con nosotros mismos, estar enfocados y conectados con nuestras acciones, pensamientos y oraciones.
He escuchado en varias ocasiones en el año 2012 “por mí y por todas mis relaciones”; esta frase ha permeado en varios aspectos de mi vida como en lo profesional, lo académico, lo espiritual y lo personal; yo y usted estamos conectados con el medio ambiente, con el agua, con el aire, con el fuego y con la tierra. Somos uno con el mundo. Somos uno.
El respeto a uno mismo, deberá generar un respeto a la madre naturaleza, a nuestros semejantes, a todas aquellas relaciones presentes y futuras con las que estamos vinculados.
Es una buena época para comenzar a estar conscientes de nuestras palabras y acciones, para respetar nuestros decretos, para desarrollar un entendimiento con la madre naturaleza y con nuestros amigos, compañeros y familia.
Los abuelos ancestrales mayas comparten tres legados para vivir bien:
a) acción de agradecer
b) respetar
c) devolver
La Carta de la Tierra basada en el conocimiento ancestral y en la filosofía, nos invita a reflexionar y a encontrar respuesta de las siguientes premisas: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? y ¿hacia dónde voy?
En ocasiones olvidamos que tenemos permiso para reír, para compartir alegría; pero eso sí, podemos someternos y contagiar el estrés, la tensión, las preocupaciones y otros dirían “las malas vibras”, pero olvidamos compartir risas, abrazos y sonrisas.
Para conservar, restaurar, proteger y cuidar a nuestro planeta Tierra, es primordial primero concentrarnos en proteger, restaurar, conservar y cuidarnos a nosotros mismos; es una tarea ardua el atender a nuestro cuerpo, a nuestro espíritu y a nuestra alma. Se trata de trabajar con uno mismo, con mi interior, para luego SALVAR AL MUNDO, es sanarme para que se sane mi entorno: “nada cambia hasta que tú cambias”
He percibido que el respetar, el agradecer y el devolver cada vez cuesta más esfuerzo. Estimado lector, el agradecer es la máxima premisa.
Se tiene que domar al ego para reconocer al otro, a nuestro semejante. Los seres humanos tenemos capacidad de transformación, debemos buscar la reconexión con nosotros mismos y con nuestro entorno.
También aprendí y comprendí que “mi casa es donde está mi corazón” y que “cada uno tiene su propio ritmo, su propio paso”.
La dualidad refleja la semilla que yo sembré “se siembra a través de los demás”; la dualidad refiere a mi lado femenino y a mi lado masculino, yo soy tú y tú eres yo, respetándonos, reconociéndonos y agradeciéndonos.
El amar es trabajo, es dedicación, es respeto a la dualidad.
Al no escucharnos a nosotros mismos, dejamos de escuchar a los demás, a la madre naturaleza, a nuestro entorno.
Estimado lector, ¿ha dicho y expresado un “te quiero” en este día?; una cultura de miedo o de enojo es más pegajosa que una cultura de aprecio y cariño; comprométase a quererse a sí mismo, no se preocupe, todo es perfecto.
Hablar del medio ambiente, no sólo refiere a la flora, a la fauna y a todos esos recursos que nos provee la naturaleza, también representa a la relación que tenemos con nosotros mismos y con nuestros semejantes, con nuestros hijos, padres, empleados, vecinos, amigos e incluso desconocidos.
Aprendí que es importante darse unos minutos al día para respirar, como bien lo aconseja Mateo Castillo Ceja, a quien le agradezco el aprendizaje de respirar según los cuatro elementos.
Según los abuelos ancestrales, en la acción de inhalar y exhalar se refleja la energía de la vida; también la Tierra respira. Agradezco a la ceremonia del cacao, con los abuelos mayas, porque aprendí a respirar en armonía conmigo misma y contigo, con el semejante.
Asimilé que el dolor puede ser resistencia, egocentrismo, control, negación; que las acciones que realizamos cotidianamente impactan en menor o mayor grado al entorno y al medio ambiente.
Te agradezco a ti por leer este artículo “Mi dualidad”, un fuerte abrazo.
@lazoazul @porlatierra
* Directora de la Consultoría Lazo Azul y Presidenta de la ONG Por la Tierra AC