Hay películas que me hacen querer gritar: ¡paren al mundo que aquí me bajo! Hay algunas que casi me empujan al suicidio… pero existen otras que, además, me hacen querer arrancarme los ojos para dejar de verlas. Curiosamente la mayoría de esas cintas, insufribles, han sido el resultado del trabajo de los productores Peter y Bobby Farrelly: Loco por Mary, Una pareja de idiotas, Irene yo y mi otro yo y, últimamente, Pase libre y ahora Los tres chiflados.
Me preguntaba por qué tardaban tanto en traer a los chiflados al cine de nuestro país, siendo que se estrenó prácticamente en todo el mundo desde abril… a los cinco minutos de empezada la proyección tuve mi respuesta: los dueños de los cines la aguantaron hasta que de plano no había nada, nada, nada más que programar, así de mala es.
Me explico: las actuaciones de los tres protagonistas son bastante buenas, se nota que estudiaron a fondo los más de 200 cortos que hay de los famosos chiflados —mención especial para Will Sasso en el papel de Curley—; visualmente la cinta es impecable; el guión enriquecido por los efectos de sonido, música y edición parece salido de aquellos episodios en blanco y negro de los cuales a la mayoría de nosotros nos tocó ver en repeticiones… y quizá ése sea el problema, que aunque para el filme insertaron a los chiflados en la época actual, su manera de hablar y de comportarse, la sacaron directamente de aquellos cortos de los 60, así que tanto ellos, como sus chistes, se perciben como desactualizados y hasta “quemados”, pues en los últimos 50 años ha habido comediantes que “honrando a los Tres Chiflados” les ha “fusilado” todas sus rutinas.
No me acuerdo de haber visto alguna vez un largometraje completo de Los tres chiflados —de hecho creo que no existe ninguno—, pero sí tengo idea de haber visto sus cortos entre un programa o caricatura y otro, en las mañanas de los sábados cuando era niña. Según recuerdo me parecían simpáticos, pero tengo presente que si pasaban más de uno, era el momento de ir por un refrigerio.
Esta nueva cinta de Los tres chiflados es presentada a manera de episodios cortos, me imagino que es otra forma de homenaje, pero ni así hacen más llevadera la hora y media que uno se ve obligado a pasar en la sala de cine.
La historia nos presenta el origen del trío, desde que son abandonados en un orfanato, pasando por una fallida adopción, hasta que son adultos y continúan montando un acto para cada familia que se acerca a esa institución en busca adoptar a alguien. Cuando su “casa” es amenazada, Larry, Moe y Curley deciden salir al “mundo real” para tratar de conseguir —con el menor esfuerzo posible— los medios para salvarla.
Ese mundo verdadero no resulta demasiado amable para tres inocentes, que más parecen salidos de una cápsula del tiempo que de un pequeño orfanato en el campo. Tras un par de “rutinas cómicas”, la mitad de la audiencia ya estábamos más que convencidos de que no son inocentes sino idiotas, pero creo que nos quedamos en nuestros asientos con la absurda esperanza de que el filme aún podía mejorar… pero no.
Hay un par de momentos que resultan chistosos antes de que uno se dé cuenta de que más bien son trágicos (por la realidad que reflejan sobre nuestra pobre sociedad actual). El primero es cuando Moe es seleccionado para formar parte del reality show, Jersey Shore; y, el segundo, cuando el personaje de Sofía Vergara expresa “oh no, ahí están otra vez esos idiotas” y su co protagonista pregunta “¿quiénes? ¿Las Kardashian?”.
No me cabe duda de que Los tres chiflados hicieron época en su tiempo y que es justo que se les otorgue el lugar que les corresponde entre los pioneros de la comedia ligera, y hasta como los “padres” de los martillazos en la cabeza y los piquetes de ojo, sin embargo, hay “grandes” a los que hay que dejar descansar en sus laureles en los archivos del tiempo y los recuerdos, pues en ocasiones, y definitivamente ésta es una de ésas, se intentan hacer homenajes que sólo sirve para que uno les pierda el respeto.
Productor: Bradley Thomas, Charles B. Wessler, Bobby Farrelly y Peter Farrelly; director: Peter Farrelly y Bobby Farrelly; guión: Mike Cerrone y los Farrelly; fotografía: Matthew F. Leonetti; edición: Sam Seig; Música: John Debney; elenco: Sean Hay, Will Sasso, Chris Diamantopoulos, Jane Lynch, Sofía Vergara, Jennifer Hudson, Craig Bierko, Larry David e Isaiah Mustafa.