Del mundial de clubes
El Mundial de Clubes comenzó el domingo en la madrugada y terminará justamente el próximo domingo más o menos por las mismas horas. Esta competencia es en los últimos años un producto más de la globalización y del consumismo, es decir, y me explico, el fenómeno global que leva información, ideologías y dinero de un punto a otro del mundo en cuestión de segundos, ha llegado al futbol desde hace tiempo y Asia se benefició de ella con el Mundial de Clubes.
Futbol ni de tanta calidad, ni de tanta emoción, pero sí con jugadores que los horarios, el dinero o simplemente el espectáculo no les permite ver en todo el año, como Neymar, Messi, Lampard, Ronaldo, Torres, etc. Y es que no hay que negar la razón que tuvo la FIFA al incentivar aquel torneo, porque el futbol de aquel continente sin duda alguna ha crecido en cantidades espeluznantes, muchos comparan esta época con la de los Súper Campeones, no sólo a nivel selección con un futbol ligero y sin miedo, sino a nivel exportación a clubes europeos de gran nivel. Kagawa en el United es un ejemplo claro, quizá la inversión en el Mundial de Clubes da frutos por un nivel asiático mejor, pero no vale la pena, no vale la pena porque ni currículum te da, ni hay espectáculo, ni hay competencia, siempre ganará el de Europa, no hay horarios factibles para América, no vale la pena el dinero que gastan los clubes para llevar a su plantilla hasta el otro lado del mundo, ser eliminados y competir por el sexto o séptimo lugar contra un equipo de una isla hawaiana, si la argumentación es por subir el nivel futbolístico, ya estuvo, si no que ahora lo pasen a Oceanía, nomás digo pues.
Del Monterrey
La realidad del Monterrey va de la mano de la realidad de la Concacaf y de la credibilidad de este torneo. El mejor club del mundo no lo es por ganarle a esos equipos, ni al Corinthians o el Al Ahly, ni mucho menos si un chico le gana al Chelsea, es claro que otro formato o hasta una Copa Intercontinental funcionaría mejor si ése fuera el objetivo, pero el punto es el dinero, y ya dejó al pobre Mundial de Clubes.
El Monterrey dio un partidazo el sábado, como si fuera el mejor de América, como si Chelito Delgado fuera el crack, como si Víctor Manuel Vucetich fuera un genio al hacer tres cambios de golpe en los últimos tres minutos; y es que el marcador de 3-1 fue merecido porque ése es el resultado merecido para los Rayados: tres jugadas muy buenas y un partidazo del argentino César Delgado.
Ahora le toca enfrentar al Chelsea y que ojalá, por justicia, no gane Monterrey, porque si no se irán al cielo pensando que México tiene el mejor nivel futbolístico, pero si todo sale como por naturaleza, Corinthians y Chelsea se enfrentarán en un partido aburrido donde algún destello dará el campeonato a los londinenses mientras Rayados obtenga el tercer lugar, ahí donde la Concacaf debe de estar, detrás de UEFA y detrás de Conmebol. Si bien el futbol de esta zona, sobre todo el de México ha avanzado en calidad, también es cierto que no es para echar campanas al vuelo. Quedan casi dos años para la verdadera prueba de oro, y ahí veremos el verdadero nivel de las selecciones, que es reflejo de lo que pasa en los clubes. Mientras tanto, y si sigue mi consejo, ni se desvele a ver el Mundial de Clubes.