Hace unos días platicaba con un muy buen amigo, él afirmaba que el futbol mexicano es de élite, yo decía lo contrario. Durante la discusión, su principal argumento era la afición y la pasión que el futbol mexicano tiene. En repetidas ocasiones me recordó que él sí es un verdadero aficionado, es de ésos que viajan con el equipo a donde sea a verle jugar contra quien sea. Me dijo que el sentimiento de pertenencia a un equipo es enorme y que eso nadie se lo va a quitar.
Si bien comparto su opinión, la pasión y el furor que despierta el futbol, no sólo el nacional sino cualquiera, es enorme y único, no creo que él tenga razón. No hace mucho leí que las expectativas de los clubes ingleses son tan cortas que un tiro de esquina se festeja como gol, creo yo pasa lo mismo con el balompié mexicano.
Los clubes “grandes” no han ganado mucho en la última década, no digamos en las últimas dos. Chivas y América se combinan para tres míseros títulos en los últimos 15 años. Cruz Azul tiene una de las sequías más grandes en la historia del futbol mexicano y Pumas, que si bien es el que más tiene para presumir, sigue viviendo de las glorias de Hugo Sánchez como entrenador.
Poniendo lo anterior en perspectiva, sólo tres equipos han ganado la Premier League en los últimos 10 años, Manchester United, Chelsea y Manchester City. En España es igual, Madrid y Barcelona se dividen título tras título mientras que en Alemania, Holanda y otras ligas de Europa la competencia es casi siempre entre los mismos cinco o cuatro equipos. Los llamados grandes en México ni siquiera han avanzado a La Liguilla para pelear por el título en más de un torneo. Pumas ha faltado a cuatro de las últimas siete liguillas, Chivas a tres y América y Cruz Azul a una ¿de verdad ellos son los grandes?
Al parecer no le fue eso suficiente razón a mi terco amigo, decía que la grandeza está en la historia no en el presente, lo cual penosamente tiene mucho de verdad. Si bien los cimientos de la historia son en donde se construye el futuro, creo que el futbol nacional tiene demasiados problemas extra cancha y dentro de ella para que estos cimientos continúen aguantando el peso de un futbol en decadencia.
Las vergüenzas que ha soportado el futbol nacional son enormes. La más reciente, Guadalajara. En el torneo internacional que da un boleto para el Mundial de Clubes, la Concachampions, Chivas compartía grupo solamente con otros dos equipos. Eran tan insignificantes o menores que pensamos Chivas caminaría a la siguiente fase, pero no, no sólo no pasó sino que ridiculizó a la institución y a nuestro futbol. No pido que los goleen, pero por el amor de dios, que les ganen.
América ha tenido solamente una destacada actuación en copas internacionales, fue en el 2008 llegando a la final de la copa Sudamericana. Cruz Azul llegó a la final de Libertadores y Pumas no tiene mucho que presumir. Imaginen ustedes que el Barcelona queda eliminado en la primera fase de la Champions inconcebible ¿no? Sí, al Manchester United la pasó no hace mucho pero también ocurren accidentes, la diferencia es que el accidente es cuando no pasa de grupos, no cuando sí lo hace.
El futbol mexicano no es de élite, ni siquiera está cerca de serlo, pero como bien dijo mi amigo, el sentimiento y la pertenencia que siente cada uno con su equipo es único, esa conexión mágica entre equipo y afición es inexpresable, cuando los 11 jugadores salen a la cancha representan mucho más que sólo una camiseta, equipos de futbol se han encargado de cambiar al mundo, de moverlo y de asombrarlo, y es eso amigo mío lo que cuenta, no se trata de perder o ganar, no son sólo títulos y ligas sino valores, pasión y al final de todo, un juego maravilloso.