Zapatos nuevos. Adela era alegre, mas nunca ruidosa. Sincera, pero “con modo”, lo decía todo con una claridad extraordinaria, pero sin molestar; de forma un tanto socarrona, con un aire de inocencia, que lejos de enfadar por su franqueza, divertía.
Adela era la amiga de todos y todas en su vecindario. Un sencillo fraccionamiento de obreros ferrocarrileros, en donde cada uno de los padres de familia ahí establecidos hacía 40 años, se enorgullecía de los logros del hijo o de la hija: profesionistas de primera generación producto del sacrificio y esfuerzo de sus padres.
Era de admirarse en Adela su amor por la belleza. Su casa lucía siempre ordenada y limpia, con aquellos hermosos cuadros y adornos que ella misma elaboraba mientras pudo hacerlo, antes que sus ojos se llenaran de la obstinada niebla diabética. ¡Ah qué árbol navideño colocaba! Cada esfera, cada guirnalda y cada pequeño objeto había sido cuidadosamente escogido y colocado en forma extraordinariamente estética.
Después de casi 40 años de habitar su hermosa casa, después de sepultar a su amado esposo Manuel, después de hijos, nietos y un bisnieto, Adela salió, cerró la puerta y no volvió nunca más. La invadía una serena sensación de paz interior. “No tengo miedo” dijo, y con un hermoso traje sastre gris, aretes y prendedor a juego, caminó sin sobresalto. Algo debió haber presentido ella, porque se puso sus zapatos nuevos, convencida de que era ése el momento indicado para estrenarlos. Convencida de que ése, era el momento que había estado esperando…
Construir ciudadanía. El pasado sábado La Jornada Aguascalientes celebró cuatro años del autoimpuesto reto de construir ciudadanía. Objetivo nada fácil. En una sociedad acostumbrada al rumor y no al abierto reclamo, a la callada indignación y no a la exigencia abierta, al sufrimiento individual y no a la causa colectiva; una ciudadanía informada y actuante se antojaría imposible.
Andrés Reyes Rodríguez, historiador hidrocálido, se refirió hace unas semanas, en Palacio Municipal de Aguascalientes a “ese ‘nosotros presente’ que significa ciudadanía”. Una acertada definición. La ciudadanía tiene la vista puesta en el futuro pero su manifestación es tiempo presente. El ciudadano tiene un pasado, pero la ciudadanía es definitivamente un ¡presente!
Así que hoy no sé si felicitar a mi casa editorial por semejante emprendimiento, o pedirle que reconsidere la altura de miras. Lo único que sé es que hoy, esta cocinera política está aquí, compartiendo unas cuantas reflexiones con sus queridos lectores y dejando constancia de las voces ciudadanas que poco a poco se van convirtiendo en un coro. Un coro llamado ciudadanía.
El primer día de la Alternancia. Alternancia no significa “quítate tú Juan, para ponerme yo Pedro”. Y es que de ser así, el primer día de la alternancia en el Poder Ejecutivo Federal Mexicano hubiera sido hace 12 años. La actualización en los hechos del desplazamiento entre uno u otro partido en el poder es, en la idea del Argentino Natalio Botana, lo que propiamente ha de considerarse como tal.
El primero de diciembre del año 2012, arribó a la titularidad del Ejecutivo un priísta, después de 12 años del Partido Acción Nacional en el poder, antecediéndole la etapa hegemónica del PRI. Como lo dijo mi hermano Pepe Luis: “lo importante no es que nosotros ya sabemos que podemos alternar entre los partidos, lo importante es que los partidos ya lo saben”. Yo me dije muy quedito “¿será? ¿Nos quedará claro tanto a ciudadanos como a partidos?” Ojalá que así sea.
Recuerde Usted que en ésta su cocina, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo… particularmente de política.
*Dedicado a la señora Adela Herrera, y los queridos amigos sus hijos Roberto, Patricia, Magdalena y Marcela Facio. Sus amigos y vecinos, lamentamos la partida de su amada madre a quien llevaremos por siempre en nuestro corazón.