RESUMEN XVII. LOS IMPERIOS. Todo imperio basa su poder en el dominio por el terror físico (guerra, represión, aislamiento, tortura, asesinato, etc.); el terror espiritual (psicológico, imaginario) y el engaño mercantil (balanza comercial siempre favorable al poderoso).
El terror espiritual es, definitivamente, el arma más poderosa y aplastante. Y los mejores aliados históricos del tirano han sido los brujos, adivinos, chamanes, magos, científicos, sacerdotes, profesores, escritores, etc., que le brindan sus servicios a cambio de posición y privilegios. Por eso los medios de información (mañosamente llamados de comunicación) están en manos de la clase dirigente (la que controla el dinero) que controla a la clase gobernante y enajena al pueblo.
NARCOTERRORISMO. Cuando se esfumó el “comunismo” y el imperio estadounidense se quedó repentinamente sin “imperio del mal” al cual combatir porque no había país alguno que tuviera la más mínima intención de enfrentársele, decidió sustituirlo con un nuevo enemigo simbólico que pudiera utilizar para imponer el terrorismo de Estado: el narcotráfico que los Estados Unidos heredaron como instrumento de dominio de sus antecesores y con el que se enriquecieron desde su propio nacimiento como nación independiente; enemigo contra el cual ya tenían la war on drugs inventada por Nixon; después del 11 de septiembre del 2001 surgió la guerra contra el terrorismo y finalmente apareció con el nombre combinado y fortalecido de guerra contra el narcoterrorismo.
De 1991 a la fecha se han desarrollado muchos acontecimientos por analizar, pero todos se resumen en esa sustitución de un mito por otro.
ARMAS. ¿Pero por qué escogió el imperio a las drogas prohibidas como espantajo sustituto del “comunismo”?
Veamos: en 1950 el valor de las armas “convencionales” exportadas por los países productores era de 7 mil 821 millones de dólares anuales; el mercado se fue incrementando hasta llegar a constituirse como el mejor negocio del mundo, sobre todo gracias a la Guerra Fría promovida por el imperio, de tal manera que en 1990 alcanzó la cifra de 30 mil 345 millones de dólares. (Stockholm International Peace Research Institute, SIPRI).
EL NARCOTRÁFICO. Por otra parte, el narcotráfico existente en 1940, que podríamos calificar como moderado, se nutría sólo de algunas políticas prohibicionistas nacionales; pero cuando las gestiones del imperio empezaron a obtener resultados en la ONU con la “Convención única sobre estupefacientes” de 1961, la Convención Sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 y otras hasta llegar a la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, esa prohibición a nivel mundial cada vez más estricta tuvo la particularidad de incrementar, también mundialmente, los precios de las drogas contrabandeadas.
Si a esto agregamos la participación y el fortalecimiento de las mafias y carteles de narcotraficantes en las invasiones y desestabilizaciones organizadas por la CIA, el Departamento de Estado, el Pentágono y la Escuela de las Américas, los bonos del narcotráfico aumentaron de valor a tal grado, que cuando desapareció la URSS el negocio del narcotráfico había dejado ya en calidad de pordiosero al de las armas, pues hacia el año 2000 superaba los 300 mil millones de dólares anuales, por lo cual estaba convertido, de manera indiscutida, en el mejor negocio del mundo. Por eso han aparecido en la famosa revista financiera Forbes de Estados Unidos, capitanes del narcotráfico mundial como el colombiano Pablo Escobar Gaviria y el mexicano Chapo Guzmán entre los empresarios más exitosos del orbe, dejando en ridículo a quienes, como Felipe Calderón, dicen combatirlos son resultados contraproducentes.
(Según el Congreso de Estados Unidos, de los aproximadamente 320 mil millones de dólares de utilidades que obtiene el narcotráfico mundial actual, ese país lava con sus bancos cerca de 200 mil y se queda con entre el 20 por ciento y el 50 por ciento de los beneficios).
¿Se entiende ahora por qué el imperio estadounidense eligió como espantajo sustituto del comunismo al narcotráfico? Ahora no sólo es dueño de la mayor parte del negocio de las armas, sino también de la mayor parte del negocio del narcotráfico. ¿Acabar con el negocio legalizando la producción, distribución y consumo de las drogas ilícitas? ¡Jamás!
EL FANTASMA DE LA LEGALIZACIÓN. Sin embargo, el propio pueblo estadounidense, que se ha ido quitando la venda de los ojos, está luchando a brazo partido y reconquistando, paso a paso, su derecho a decidir. Cuando lo consiga, a su clase dirigente le va a costar cada vez más trabajo encontrar otro espantajo con qué aterrorizar a la humanidad para seguir jugando ese papel de policía del mundo que tanto le gusta pero que nadie le ha encomendado.
CONCLUSIONES. Tlacuilo considera haber terminado su trabajo descriptivo sobre el origen, propósito hegemónico y medios empleados por los imperios modernos para utilizar al narcotráfico, de manera que sólo le resta presentar sus conclusiones finales, tanto en el terreno mundial como en el nacional.
Continuará
(Aguascalientes, México, América Latina)