Los errores
Si en algo coinciden hasta el momento los candidatos del PRI a la alcaldía capital es que la ciudadanía está harta de procesos electorales, en esta redacción coincidimos y no. Lo sintetizó mejor el gobernador Carlos Lozano de la Torre cuando señaló: “yo creo lo que digo, que hay que hacer política, no politiquería. Y ése es el tema en Aguascalientes”; mientras por un lado se destaca que ya llegó el tiempo de los ciudadanos de participar activamente, por otro, quienes quieren servirlos se dedican al arcaico arte de mandar señales a través de los medios de comunicación.
Al momento de declarar acerca de la politiquería, Lozano de la Torre siguió: “la gente quiere trabajo, quiere respeto y la gente lo que quiere es que haya seguridad, que haya empleo; que haya mejor educación, que el gobierno use debidamente los recursos públicos y que las mejores personas estén al frente de las responsabilidades públicas”.
El quid de asunto está en qué entienden los candidatos como “las mejores personas” y la manera en que enfrentan un proceso de selección a todas luces desorganizado, ¿no?, ¿cuántos candidatos hay para una sola plaza?, ¿32?, ¿10?, ¿8?, ¿a qué pueden jugar (y quiénes) cuando se les indica que tienen “permiso”?
La semana pasada, por una fuga de información (bien dirigida, por cierto), los medios de comunicación señalaron que eran seis los suspirantes a los que les habían soltado el lazo, tres por el Congreso (Gustavo Granados Corzo, Miguel Ángel Juárez Frías y José de Jesús Ríos Alba) y tres del Gabinete de Lozano de la Torre (Alejandro Alba Felguérez, Óscar López Velarde Vega, y Juan Carlos Rodríguez García), a los dos días se sumaron cuatro del Gabinete de Lorena Martínez Rodríguez, varios de ellos hasta compraron espacios en la prensa para que su nombre apareciera en los encabezados de los impresos, dinero mal invertido, porque al fin de semana ya habían bajado a dos los de la contienda (Francisco Guel Jiménez y Luis Fernando Muñoz) para que hoy lunes amanecieran sólo dos desde el Municipio con todo el apoyo de la oficina de comunicación social municipal: Enrique Juárez Ramírez y Roberto Tavarez Medina,
¿Y todo para qué, para qué tanto amor, para qué ilusionaste, para qué enamoraste mi corazón?, como cantaría Intocable, ¿a quién servirá el enfrentamiento entre lozanistas y lorenistas?, ¿qué propósito cumple poner a girar a los suspirantes enseñándoles la zanahoria de la posibilidad?, en el fondo, quienes se prestan a ese juego lo único que logran es evidenciar que una característica común entre los aspirantes es la falta de contacto con el electorado, ya sea porque jamás han ganado su puesto en una elección o porque hace mucho que lo intentaron y ahora cargan con esa experiencia, perdedora, como fardo.
Pareciera que en el PRI no han aprendido la lección, ni si quiera porque Otto Granados Roldán ya explicó uno de los males (Cómo y por qué perdió el PRI en Aguascalientes en 1998; publicado en La Razón el 10 de mayo de 2004): “Durante este lapso han sido escasos los análisis objetivos, rigurosos e informados sobre las causas y la naturaleza de ese resultado; en cambio, aparecieron de vez en cuando opiniones nutridas en el resentimiento, el prejuicio y los lugares comunes, más que en la identificación y el examen puntual de los hechos. Esta tendencia de ciertos círculos del PRI a negar la realidad y a ver la política como un botín a repartir o como un tribunal de cuentas, explica en buena medida la debacle del antiguo partido mayoritario en aquellas elecciones y en otras más ocurridas en los años siguientes”.
Pareciera también que el tricolor es incapaz de mirar el retrovisor y analizar el trabajo que tuvo que hacer, la operación cicatriz, por la rebatinga durante el proceso de selección como candidato de Lozano de la Torre.
¿Qué ha faltado en el PRI? Información, así de simple. Si en vez de remitir comunicados de prensa en los que se avisa de las fechas en que se entregará un calendario de participación o acerca de una de las muchas reuniones sociales que se realizan con las “bases”, Guadalupe Ortega reconociera que en el juego él es sólo observador, los candidatos estarían obligados a moverse de una manera más sincera frente a la opinión pública.
Información que permitiera el análisis, porque a todo esto, quienes compiten desde lo oscurito por las candidaturas lo hacen como si ya tuvieran ganada la elección del 7 de julio del próximo año, pero… la representación tricolor por Aguascalientes de Miguel Romo Medina en el Senado y la de Pilar Moreno Montoya en la Cámara de Diputados, no pueden ser vista como un triunfo, no ocultan que en julio pasado este territorio dejó de ser 100 por ciento priísta, ¿o qué arte convierte la pérdida de los distritos I y II en victoria?, ¿qué triunfo se puede presumir cuando el PRI obtuvo en la elección pasada para presidente 149 mil 704 votos contra 152 mil 528 del PAN, menos incluso que cuando Lozano de la Torre compitió contra Martín Orozco Sandoval (171 mil 359) en 2010.
Al referirnos a la operación cicatriz posterior a la elección de Carlos Lozano como candidato pensamos en que no bastó que Isidoro Armendáriz García se integrara al Gabinete, siempre queda memoria de la descalificación que hiciera como dirigente del PRI del hoy gobernador, de esos tiempos, de esas cartas, una cita: “En la bitácora del PRI tenemos todos los registros en medios de comunicación y en informes privados, de sus andanadas contra su Partido y muy particularmente contra la Dirigencia del mismo, pidiendo de manera sigilosa y en ocasiones abierta injustificadamente la cabeza de la Dirigencia del Partido”.
Hoy que el ex secretario de Desarrollo Social y ex candidato al Senado busca desesperadamente volverse a colocar como aspirante tricolor remite encendidos comunicados de prensa en los que defiende lo obvio, pero en su estrategia Isidoro Armendáriz no niega la cruz de sus filias y elogia a Lorena Martínez, ¿para qué sirve convertir el proceso de selección en un duelo entre la alcaldesa y el gobernador?
Y lo mismo desde la otra “trinchera”, en la desesperación por instalarse en el juego, el papel de Guadalupe Ortega Valdivia al frente de la dirigencia del partido ha sido una constante carrera por empatar la posición “oficial” del PRI con la realidad, una que siempre lo deja atrás. Cada comunicado de la rimbombante Secretaría de Estrategia, Información y Propaganda intenta ser un mensaje a leer entre líneas, dirigido al reducido círculo rojo.
El mensaje más reciente enviado este fin de semana al equipo de Lorena Martínez, ante la solicitud de que haya voluntad suficiente en el PRI para incluir con equidad a los aspirantes identificados como lorenistas, Ortega Valdivia responde que “Las mujeres desde siempre han sido parte fundamental en el desarrollo político del Partido Revolucionario Institucional, de ahí la importancia que ahora vuelvan a participar activamente y con entusiasmo en las actividades del instituto”.
Dejar de hacer politiquería es un llamado al chocolate espeso, es decir, las cuentas claras, otra vez el PRI tiene la oportunidad de comportarse y hacer que sus integrantes se comporten como un partido político, ése que presume en la propaganda, de lleno en el siglo XXI, la falta de claridad en las cuentas y procesos, lo único que muestran es que el tricolor sigue siendo la máquina electoral que gobernó en el pasado, y una que tiene oxidados los engranes por falta de ajustes. Así las cosas.
En noticias del imperio. Hoy inician en la Ciudad de México los preparativos de la fiesta republicana en que tomará posesión el presidente electo Enrique Pena Nieto. Sólo mil 500 invitados, entre jefes de Estado, embajadores, empresarios, líderes sociales, gobernadores y medios de comunicación estarán presentes. David López y Óscar Arguelles, de Comunicación Social de la Presidencia y de la Cámara de Diputados, respectivamente, coordinarán la invitación a prensa, mientras que Manuel Lino Zárate y otros comisionados, se encargarán de los demás invitados, a quienes se les harán llegar sus invitaciones. Eduardo Andrade Sánchez ha confirmado que esa “fiesta republicana” regresa al Palacio de San Lázaro, donde seguramente también se realizarán las ceremonias de los informes presidenciales, ausentes en las dos últimas tomas de posesión y periodos sexenales de Presidente de la República.
Muy acertado análisis del actuar del “presidente del PRI” si la secretaria de boletines deja de ser apéndice de Comunicación de Palacio Mayor y fuera de verdad de Estrategía, ya estarían en una actividad permanente y abierta todos los aspirantes a un cargo de elección popular, pero no es posible pedirle demasiado al hacedor de los deseos de los dueños del PRI en Aguascalientes, cuando menos hasta diciembre de este 2012.