El ya muy tratado tema de las alianzas electorales toma vigencia nuevamente, pues derivado del convenio o pacto establecido por las dirigencias nacionales del PRD, PAN Y Movimiento Ciudadano en un lujoso restaurante de la Ciudad de México hacían prever que éste se realizaría en varios estados, incluyendo Aguascalientes. Las pláticas que desde hace meses se celebran entre los representantes locales de las fuerzas que conformaron el movimiento progresista se desarrollaban presagiando la oportunidad de unidad dentro de la diversidad con un solo motivo, lograr el triunfo de la mayoría en beneficio de este estado permitiendo así el crecimiento de las izquierdas ante la visión conservadora del electorado Aguascalentense.
Pero tenía que suceder lo predecible. El Partido Acción Nacional determinó no acompañar toda la ruta de la reforma laboral al Movimiento Ciudadano, y al Partido de la Revolución Democrática, lo cual obviamente provocó la molestia de estas dos últimas fuerzas políticas abriendo la muy seria posibilidad de que tales reuniones electorales se cancelen. Esto para beneplácito del PRI, quien sería el gran ganador del desacuerdo.
Se ha insistido en que la alianza electoral entre la derecha y las izquierdas es pragmática y que el agua y el aceite no se pueden mezclar, pero digo yo que sí, sí se puede, ha sucedido y el resultado ha sido positivo. Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Chiapas, etc., basta encontrar los puntos de acuerdo y no los de divergencia.
Con el objeto de que la posible alianza pudiera ser respetada por unos y otros me es claro que los compromisos deben de quedar muy bien señalados, puntualizados y firmados de ser posible, que el camino convergente para ser respetado tendrá que no quedar simplemente en palabras, que las posiciones políticas tendrán que ser compartidas en la proporción que a cada uno le correspondan, que las candidaturas se repartan equitativamente, no sólo en número, sino en la posibilidad de competir y ganar los distritos distribuidos, las regidurías, las sindicaturas, las alcaldías. Punto muy álgido en la negociación pues siempre se buscará la posición más ventajosa para el propio dejando de lado al copartícipe.
La única forma de que lo anterior se haga posible se encuentra en la voluntad y que los negociadores sean únicos, que las diversas fuerzas primero se pongan de acuerdo en la representación y que ésta sea respetada; que el PAN nombre a su presidente y que después no lleguen los denominados cuatro fantásticos, los de Camarillo, los de Martín, los del grupo de González a tratar de sacar mayor provecho e imponer a sus favoritos; misma situación debe de prevalecer en el PRD, Movimiento Ciudadano y el PT.
Lo único que en lo personal me detiene en lo referente a las alianzas es la no participación de Morena, que se opone férreamente a cualquier negociación con el PAN, pues esta organización es la voz de Andrés Manuel López Obrador, persona en quien creo y me animo a separarme del PRI y unirme al proyecto progresista.
Yo insistiré y buscaré que se conforme una amplia unión de partidos de cara al proceso electoral del 2013. La primera opción es la ya conformada en el Movimiento Progresista, y sí se puede como segunda darle la bienvenida Acción Nacional. La primera da la opción de que Morena siga el mismo camino que los partidos coligados.
Si no eres parte de la solución eres parte del problema.
En un segundo tema me propongo hacer una reflexión que me convertirá en parte del problema y no de la solución. He escuchado hasta el cansancio en la radio la propaganda política disfrazada de promoción de actos de gobierno. No tengo el gusto de conocer a una persona de nombre Eduardo Rocha, Director del Injuva, quien de forma muy obsequiosa se la pasa regalando bicicletas y entregando bienes a la población a nombre propio; es decir no del denominado Instituto de la Juventud. Si está regalando cosas de su propio peculio lo felicito por ser tan desprendido, pero me pregunto ¿por qué utiliza los espacios de la radio pagados con impuestos para promover su filantropía?; y si no es de dinero suyo, pues está peor, ya que saluda con sombrero ajeno y con dejo de ilegalidad en su actuar. Cabe señalar que lo mismo sucede con otros tantos funcionarios de gobierno.
